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Anfibios como animales de laboratorio

PorBrent R. Whitaker, MS, DVM;Taylor J. Yaw, DVM, CertAqV
Última revisión/modificación oct 2021

Los anfibios se usan comúnmente como animales de laboratorio. En un esfuerzo por permitir la investigación científica manteniendo los principios humanos y éticos, la octava edición de El cuidado y uso de animales de laboratorio (National Research Council, National Academies Press, 2011) proporciona a las organizaciones que realizan investigaciones en animales, incluidos los acuáticos, información sobre el medio ambiente, el alojamiento, el manejo y la atención veterinaria. Esta guía debe consultarse cuando se utilicen anfibios en la investigación.

Entre las especies que nacen en cautividad y están disponibles para los proveedores se encuentran la rana de uñas africana (Xenopus laevis, X tropicalis), la rana enana africana (Hymenochirus boettgeri), el sapillo de vientre de fuego oriental (Bombina orientalis), el ajolote (Ambystoma mexicanum) y la salamandra tigre (A tigrinum). Las especies silvestres capturadas por vendedores o investigadores para su uso en laboratorios incluyen la rana leopardo del norte (Rana pipiens, a veces llamada rana de la hierba), la rana toro (R catesbeiana), el sapo de caña (Bufo marinus, a veces llamado sapo marino) y el necturo (Necturus maculosus). A veces se utilizan otras especies de ranas norteamericanas.

En la recolección o importación de anfibios es importante someterse a las leyes estatales y obtener todas las autorizaciones necesarias. Existen dietas granuladas disponibles para algunas especies acuáticas como las ranas de uñas africanas, las ranas toro y los ajolotes, haciendo más fácil alimentar a grandes grupos. Estos alimentos deben almacenarse en un lugar frío y seco para mantener su frescura. El alimento no consumido debe retirarse después de que todos los animales parezcan saciados para evitar ensuciar el tanque.

Los protocolos de manipulación y de investigación deben desarrollarse para minimizar el estrés de los animales. Se debe evitar el hacinamiento para mantener el estado sanitario, evitar el contagio de enfermedades y reducir el estrés.

La mayoría de las especies acuáticas utilizadas para los estudios de laboratorio se mantienen en sistemas de tanques múltiples que utilizan agua que recircula por ellos. El agua se filtra y se envía a los tanques individuales y después se devuelve para su filtración y desinfección. Se usan distintos tipos de filtros para mantener una calidad adecuada del agua. Estos incluyen un filtro mecánico para eliminar el material de desecho en suspensión, un filtro biológico para convertir los desechos nitrogenados en compuestos menos tóxicos y un filtro químico para eliminar los compuestos orgánicos disueltos. Es muy recomendable utilizar la esterilización por luz ultravioleta para inactivar los microorganismos. Las mangas de luz ultravioleta deben mantenerse limpias y las bombillas cambiadas cada 6-8 meses para que el esterilizador ultravioleta siga siendo eficaz. El ozono, un potente oxidante, también puede utilizarse con precaución para eliminar la materia orgánica en suspensión y los potenciales patógenos presentes en el agua.

La intoxicación por amoníaco es común en sistemas que no han establecido un biofiltro activo (síndrome del tanque nuevo). Los anfibios expuestos a niveles inapropiados de amoníaco suelen producir un exceso de moco, llegan a tener color más apagado y tratan de escapar. Los anfibios deben sacarse del agua contaminada y aclarados fuertemente con agua declorada y bien oxigenada. El diagnóstico puede confirmarse si la fuente de agua tiene amoníaco a niveles >0,5 ppm, aunque en algunas especies puede producirse toxicidad a niveles >0,1 ppm. Algunas tiendas de peces tropicales venden kits para comprobar el amoníaco; los laboratorios de referencia están disponibles para obtener resultados más precisos.

Para más información

  • Divers S, Stahl S, eds. Mader's Reptile and Amphibian Medicine and Surgery. 3rd ed. Elsevier, 2017.

  • National Research Council. The Care and Use of Laboratory Animals. 8th ed. National Academies Press, 2011.

  • Consulte también la información para propietarios sobre los anfibios.