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Enfermedades infecciosas comunes en avicultura de traspatio

PorYuko Sato, DVM, DACPV;Patricia S. Wakenell, DVM, PhD, DACPV
Revisado/Modificado may 2020

La siguiente lista incluye algunas de las enfermedades más comunes encontradas en la práctica avícola de traspatio.

Parasitismo

Como en otras especies, los parásitos comunes en las aves de traspatio son ácaros, piojos, garrapatas, gusanos y protozoos.

Dos ácaros comunes de las aves de traspatio son el ornitoniso de las gallinas (Ornithonyssus sylviarum) y el ácaro rojo. El ornitoniso de las gallinas se encuentra con mayor frecuencia alrededor de la cloaca, la cola y el pecho. Estos ácaros se observan fácilmente como pequeñas motas de color marrón rojizo. Los ácaros rojos (Dermanyssus gallinae) se alimentan solo por la noche, lo que dificulta el diagnóstico durante el día. Se pueden encontrar en grietas y juntas cerca de las áreas de cama y tienen el aspecto de un polvo de pulgas o de depósitos parecidos a la sal y la pimienta. Los ácaros rojos causan pérdida de plumas, irritación y anemia.

Varios tipos de piojos viven en las aves de traspatio y se pueden observar piojos o liendres (paquetes de huevos de piojos) en la base de las plumas. En infestaciones graves, el crecimiento y la producción de huevos pueden verse afectados. Existen insecticidas para el tratamiento.

Las garrapatas de las aves comprenden un grupo de garrapatas blandas que parasitan a muchas especies de aves domésticas y aves silvestres. Las garrapatas se pasan por alto fácilmente, porque están relativamente poco tiempo sobre el ave. Las infestaciones graves pueden causar anemia o parálisis por garrapatas, y las garrapatas pueden ser vectores de Borrelia anserina (espiroquetosis). El tratamiento de elección es la pulverización de las instalaciones con insecticida.

Los nematodos y las cestodos son los parásitos internos más comunes de las aves de traspatio y suelen ser el resultado de la contaminación del suelo y un mal manejo. A menos que las infestaciones sean graves, la enfermedad clínica no suele ser evidente. Se debe realizar un examen fecal antes del tratamiento para evaluar los niveles de infestación (y controlar la eficacia del tratamiento), ya que la mayoría de las aves domésticas presentarán algún grado de parasitismo interno. La piperazina puede utilizarse para los nematodos, aunque su eficacia puede ser mínima y la resistencia al fármaco es un problema; para los cestodos pueden utilizarse fenbendazol o levamisol a pesar de no estar aprobados para este uso. Estos compuestos no deben usarse en gallinas ponedoras. El manejo adecuado de la yacija reducirá la cantidad de parásitos y la reinfección.

Como en la producción comercial de aves, el control de coccidios es uno de los problemas más comunes y costosos en la cría de aves de traspatio. Los coccidios se encuentran principalmente en el tracto intestinal de la mayoría de las aves de traspatio, pero también se encuentran en el riñón de los gansos. La coccidiosis suele observarse en aves jóvenes (1-4 meses de edad), aunque se puede dar en cualquier ave de >10-14 días. Los signos comprenden diarrea que a menudo es sanguinolenta y con frecuencia conduce a una pérdida de producción, malestar general y muerte. Los coccidios prosperan en camas húmedas y muy sucias, y la enfermedad es a menudo el resultado de una densidad demasiado alta de aves. La prevención consiste en el suministro de coccidiostáticos en el alimento, que pueden administrarse a las aves ya en su dieta de inicio. Los brotes pueden tratarse con dosis de coccidiostáticos y el uso fuera de las indicaciones autorizadas de sulfamidas. Las sulfamidas tienen un periodo de supresión prolongado y no deben usarse en ponedoras. Se recomiendan exámenes fecales anuales de rutina para todos los averíos de traspatio. La vacunación contra la coccidiosis está disponible para los polluelos de un día de vida de venta por correo de ciertas incubadoras, pero se debe tener cuidado de que las condiciones de cría sean ideales para conferir inmunidad protectora.

Es importante consultar la etiqueta del producto antes de usar cualquier insecticida o antiparasitario para asegurar que el producto esté actualizado y etiquetado por la EPA y aprobado para su uso en aves domésticas e instalaciones para aves. Los productos tópicos aprobados para su uso en perros y gatos, como el fipronil y la selamectina, están estrictamente prohibidos para su uso en todos los animales destinados al consumo, incluidas las aves de traspatio. Algunos buenos recursos incluyen VetPestX, una base de datos de plaguicidas registrados para animales, y FARAD poultry page, que también incluye información sobre los antimicrobianos aprobados para su uso.

Enfermedades virales

Encefalomielitis aviar en aves de traspatio

La encefalomielitis aviar (EA) se observa en pollos, pavos, faisanes y codornices. Afecta principalmente a los polluelos de 1 a 3 semanas de edad. Casi todos los averíos comerciales están infectados, pero la enfermedad clínica no es frecuente debido a los anticuerpos maternales. La EA puede transmitirse verticalmente en los huevos puestos entre 5 y 13 días después de la infección y es una infección entérica en condiciones naturales. La difusión es más rápida en las aves criadas en el suelo que en las criadas en jaulas. No hay tratamiento y la vacunación de las reproductoras (tanto de gallinas como de pavos) para obtener anticuerpos maternos que protejan a las crías durante los primeros años de vida es fundamental para la prevención. Debido a que muchos criadores especializados, particularmente aquellos que venden aves a un proveedor intermediario, no vacunan, la EA es una enfermedad viral bastante común en las aves de traspatio. La vacuna debe administrarse después de las 8 semanas de edad, pero al menos 4 semanas antes de la producción.

Influenza aviar en aves de traspatio

La influenza aviar (IA) es una enfermedad viral respiratoria muy contagiosa que afecta tanto a las aves domésticas como a las silvestres. Los virus de la influenza aviar se clasifican en dos patotipos: la influenza aviar de baja patogenicidad (LPAI), que suele causar pocos o ningún signo clínico en las aves de traspatio, y la influenza aviar de alta patogenicidad (HPAI), que suele causar una alta mortalidad. Las aves acuáticas y las aves costeras, como los patos y los gansos, son hospedadores naturales del virus de la influenza aviar, y estas aves pueden diseminar el virus, a menudo sin mostrar ningún signo de enfermedad o muerte.

Las aves de traspatio son igualmente sensibles a la infección por IA, si no tienen un mayor riesgo. Muchos averíos de traspatio se mantienen al aire libre, en libertad, con múltiples edades y procedencias de aves, y con normas de bioseguridad menos estrictas que las de los averíos comerciales. Esto da lugar a la mezcla con otras aves de traspatio dentro del grupo y a un mayor riesgo de contacto con aves acuáticas silvestres, creando condiciones favorables para la propagación de la enfermedad dentro y entre grupos. Muchos estudios muestran que los averíos de traspatio con más tipos de aves de traspatio y las peores condiciones sanitarias tienen una mayor incidencia de IA.

Si un averío tiene tasas de mortalidad súbita (en menos de 24-48 horas), altas (cercanas o superiores al 50 %) o muchas aves con signos respiratorios, los propietarios deben contactar a un veterinario o al número de emergencia de salud animal del estado para realizar pruebas de infección por IA. También se puede contactar con una asociación avícola estatal, ya que muchas ofrecen pruebas anuales gratuitas o de bajo costo para la IA en aves de traspatio. No existe una vacuna aprobada en EE. UU. ni un tratamiento para la IA. Un buen manejo y prácticas de bioseguridad son la única forma de proteger contra la infección por IA en las aves de traspatio.

Viruela aviar en aves de traspatio

El virus de la viruela aviar causa lesiones nodulares y costrosas principalmente en las partes sin plumas del ave. A veces, el poxvirus puede causar lesiones en la boca y la tráquea, causando la muerte por asfixia (forma húmeda). Si el ave se recupera, la inmunidad suele ser de por vida. No todos los brotes de viruela están causados por el virus de la viruela aviar, sino que pueden ser debido a cepas relacionadas como la viruela del pavo, la viruela de psitácidas, la viruela de la codorniz, etc. Las cepas suelen ser específicas de especie, pero en ocasiones pueden afectar a otras especies (p. ej., la viruela de las palomas). Una cepa puede no tener protección cruzada con otra. La vacunación está disponible y debe administrarse a los averíos de las instalaciones con un historial previo de viruela o con presencia de viruela en aves cercanas. El poxvirus se transmite a través del contacto de las lesiones infectadas con heridas abiertas y por picaduras de insectos (mosquitos), siendo el control de los insectos clave para prevenir la diseminación.

Bronquitis infecciosa en aves de traspatio

El virus de la bronquitis infecciosa (VBI) causa una enfermedad respiratoria de rápida difusión en los polluelos jóvenes. La producción se reduce y se observan anomalías en la cáscara de los huevos en las gallinas ponedoras. Ciertas cepas también causan enfermedad renal. Los polluelos infectados al principio de su vida pueden tener daños permanentes en el oviducto, por lo que no producen huevos o se vuelven falsas ponedoras. El VBI es altamente transmisible, pero la mayoría de las aves se recuperan con un tratamiento de apoyo. Se pueden administrar antibióticos en el agua para evitar las infecciones secundarias. Hay vacunas disponibles; sin embargo, las gallinas de traspatio no suelen vacunarse a menos que entren en contacto con otras gallinas.

Enfermedad de Marek en aves de traspatio

La enfermedad de Marek (EM) es una enfermedad viral común de los pollos, tanto de producción comercial como en averíos de traspatio. Las lesiones primarias son tumores en vísceras, músculos, piel y nervios periféricos. Las lesiones nerviosas pueden ser un indicador precoz de la enfermedad y dar lugar a una afección denominada "parálisis flácida". Las aves con tumores viscerales a menudo tienen caquexia como único signo clínico. Los tumores de los músculos y la piel son a menudo palpables.

Los tumores que afectan a los ojos (Marek ocular) pueden observarse como un cambio de color grisáceo en las pupilas o márgenes irregulares de estas, con un reflejo pupilar a la luz inadecuado. La enfermedad no puede tratarse, pero puede prevenirse mediante la vacunación al nacer. Cuando las aves de traspatio se adquieren o se incuban in situ, debe hacerse todo lo posible para vacunar contra la EM. Las vacunas pueden no ser eficaces si se administran a aves de >1-2 semanas de edad. La EM clínica suele afectar a aves de 4-14 semanas de edad; sin embargo, no es infrecuente en aves más viejas, siendo las pérdidas por muerte a menudo más esporádicas que explosivas. Si se encuentran tumores en las vísceras de aves fallecidas, los cadáveres deben enviarse a un laboratorio de diagnóstico para el diagnóstico diferencial entre EM y leucosis aviar, otra enfermedad tumoral linfoide común. La leucosis aviar se observa en aves de >14 semanas, y los tumores son similares a los encontrados en la EM. La leucosis aviar no tiene tratamiento ni vacuna.

Enfermedad de Newcastle en aves de traspatio

El virus de la enfermedad de Newcastle (NDV) afecta a numerosas especies de aves y es la razón de las regulaciones de cuarentena para las aves que entran en EE. UU. Las cepas velógenas (enfermedad exótica de Newcastle) es altamente mortal y no está presente en EE. UU. en este momento. Los brotes anteriores han provocado el sacrificio de miles de aves. Las formas más leves del NDV están presentes en EE. UU. y se caracterizan principalmente por una enfermedad respiratoria y una disminución en la producción de huevos. La mortalidad es variable y depende de la cepa del virus. Al igual que con el virus de la bronquitis infecciosa, la vacunación está disponible, pero se suele administrar a las aves de traspatio solo si tienen contacto con otras aves.

Infecciones bacterianas

Colibacilosis en aves de traspatio

La colibacilosis está causada por Escherichia coli y suele ser secundaria a otras infecciones como la bronquitis infecciosa y la micoplasmosis. E coli se observa en la mayoría de las especies y grupos de edad. Pueden observarse una amplia variedad de signos clínicos que afectan a los sistemas respiratorio, reproductivo e intestinal. El cumplimiento riguroso de los programas sanitarios y de bioseguridad puede prevenir eficazmente que el microorganismo cause la enfermedad. Se pueden usar muchos antibióticos para el tratamiento y se debe evaluar la sensibilidad a estos. El tratamiento suele tener éxito si la enfermedad se encuentra en las primeras etapas.

Micoplasmosis (enfermedad respiratoria crónica) en aves de traspatio

La enfermedad respiratoria crónica en aves de traspatio (principalmente pollos y pavos), o micoplasmosis, suele estar causada por Mycoplasma gallisepticum. M gallisepticum provoca esta enfermedad de declaración obligatoria en pavos en determinados estados de EE. UU. La patogenicidad de M gallisepticum se potencia por la infección con otros microorganismos. Los signos clínicos de la enfermedad respiratoria se desarrollan lentamente en un averío y el consumo de alimento disminuye. La infección de los senos nasales con exudado purulento (cara hinchada) es frecuente en los pavos. Para el diagnóstico se puede utilizar la serología y el aislamiento e identificación del organismo. La prevención, al igual que en el caso de la salmonelosis, se basa en el establecimiento de un averío sano mediante la eliminación de los infectados, la desinfección completa de las instalaciones y la obtención de aves no infectadas. La vacunación está disponible en función de cada estado. El tratamiento es caro y la enfermedad recidiva a menudo después de suspender el tratamiento. Otros micoplasmas importantes en aves de traspatio incluyen M synoviae (sinovitis infecciosa) y M meleagridis (infección venérea y aerosaculitis).

Salmonelosis en aves de traspatio

En general, SalmonellaPullorum y S Gallinarum (tifoidea aviar) causan los mayores problemas para las aves de traspatio, mientras que S Typhimurium, S Enteritidis, S Heidelberg y S Kentucky son importantes en términos de salud pública.

S Pullorum se transmite a través de los huevos, causa una enfermedad diarreica en los polluelos y pavipollos, y produce una elevada mortalidad. Las aves adultas son portadoras asintomáticas. El diagnóstico se basa en los antecedentes de la enfermedad y en el aislamiento de la bacteria. La prevención se logra comprando aves de un grupo de reproductores (National Poultry Improvement Plan) certificado y libre de S Pullorum y tifoidea aviar. No se recomienda el tratamiento, ya que puede hacer que las aves se conviertan en portadoras. La tifoidea aviar se observa en pollos, pavos y muchas otras aves de caza y silvestres. La tifoidea aviar es similar en su presentación y diagnóstico a S Pullorum, aunque las aves adultas pueden mostrar signos clínicos de tifoidea aviar específicos. Los signos clínicos se observan con poca frecuencia en aves de producción infectadas con S Enteritidis y S Typhimurium, aunque la mayoría de infecciones por Salmonella paratifoideas son asintomáticas en las aves domésticas. Los averíos pueden controlarse obteniendo muestras de huevos y muestras ambientales para cultivar el microorganismo.

Enfermedades fúngicas

Aspergilosis en aves de traspatio

La aspergilosis, o neumonía de la incubadora, se observa en muchas aves de producción y otras especies de aves. Las aves de <3 semanas de edad son las más comúnmente afectadas, y la infección se transmite en las incubadoras contaminadas con esporas fúngicas. La morbilidad es variable, y la mortalidad puede ser elevada en las aves clínicamente afectadas. Para el diagnóstico se utiliza el cultivo del hongo o la visualización de hifas fúngicas típicas en preparaciones frescas de las lesiones. La prevención se logra limpiando a fondo las incubadoras, bebederos, comederos y ventiladores y manteniendo la cama limpia y seca. El tratamiento es caro y puede no ser eficaz. Se han utilizado ketoconazol y nistatina.

Favo en aves de traspatio

El favus o tiña, también conocida como cresta blanca, es una enfermedad fúngica causada por Microsporum gallinae, que es de poca importancia en todas las aves domésticas, especialmente en pollos y pavos. Las aves afectadas presentan pequeños depósitos blancos y calcáreos en la cresta, que pueden agrandarse y unirse para formar una capa blanca opaca y mohosa que puede tener varios milímetros de grosor. La enfermedad es autolimitante y la cresta se cura después de varios meses. Si la enfermedad se limita a la cresta, la salud del ave no se suele ver afectada, pero si están afectadas porciones con plumas, puede existir emanciación y el ave puede morir. El favus es un problema de salud pública.

Uso de antibióticos

Los antibióticos son fáciles de conseguir en las tiendas de alimentos y en los sitios en línea de suministros avícolas; sin embargo, se debe considerar cuidadosamente su uso. Desde 2017, los productores de ganado y aves deben contar con una directiva veterinaria sobre alimentación animal (VFD) para comprar o utilizar antibióticos de importancia médica en la alimentación animal, y todos los medicamentos para el agua requieren ahora una prescripción.

La medicación es uno de los aspectos más difíciles del tratamiento de las aves de traspatio, ya que los pacientes suelen ser tanto animales de compañía como de consumo. Sin embargo, la FDA considera que todos los pollos y aves de producción son animales de consumo, independientemente del apego del propietario a un ave de compañía. Por lo tanto, deben seguirse todas las reglamentaciones relativas al tratamiento de los animales destinados al consumo cuando se trate a las aves de traspatio. Incluso si se tiene que tratar un ave 4-H, el veterinario todavía necesitará tener un VFD para dispensar un producto VFD, por lo que se sugieren medicamentos inyectables, orales o hidrosolubles si se trata de grupos pequeños. Consulte con FARAD para obtener medicamentos aprobados por la FDA para su uso en gallinas ponedoras, y contacte con un especialista local en salud avícola para tratar problemas específicos.

Cada antibiótico está etiquetado para diferentes especies y su uso en aves de producción, y la administración de la dosis correcta puede ser difícil. En algunos casos, los antibióticos son útiles para tratar y controlar la enfermedad. Ciertos antibióticos, como el cloranfenicol, los glucocopéptidos y las fluoroquinolonas, están prohibidos para su uso fuera del indicado en la etiqueta en animales destinados al consumo, incluidas las aves de traspatio. Se puede recomendar el uso prudente de antibióticos después de las pruebas diagnósticas adecuadas. Sin embargo, la vacunación, la buena bioseguridad, el buen manejo, las prácticas sanitarias adecuadas y un buen plan de nutrición son claves para el control de la enfermedad y son mucho más eficaces que el uso de antibióticos.