La medicina acuática ha surgido como una especialidad reconocida dentro de la práctica de medicina zoológica. La medicina piscícola, un importante componente de la especialidad acuática, está evolucionando, con distintas subespecialidades de acuicultura y medicina de la producción así como de medicina de los peces domésticos y de exhibición que se centran en animales individuales. Este capítulo se centra en la medicina de peces domésticos y de exhibición.
El negocio de los peces ornamentales, que incluye especímenes que pueden agregarse a colecciones zoológicas, puede dividirse ampliamente en especies de agua dulce y marinas (así como de agua salobre). La mayoría de los peces domésticos son de agua dulce y muchos se crían en granjas en EE. UU., Asia o en otros lugares. Muchos peces vendidos en el mercado de mascotas se importan de EE. UU. Excepto un pequeño número de especies como algunos peces payaso (Amphiprion spp), percas enanas (Pseudochromis spp), góbidos (principalmente Elacatinus spp), blénidos (principalmente Meiacanthus spp) y caballitos de mar (Hippocampus spp), la mayor parte de estos peces marinos se capturan en estado silvestre.
El comercio de peces ornamentales es una industria global, y los peces a menudo se mueven a través de varios distribuidores antes de llegar a un punto de venta al por mayor o a una tienda minorista. El origen de estos peces es una consideración importante cuando se diseñan protocolos de cuarentena y se anticipan los tipos y la gravedad de las enfermedades que pueden observarse en los animales adquiridos recientemente. Algunas especies de peces, ya sean marinas o de agua dulce, son particularmente propensas a la infección parasitaria y bacteriana durante el periodo de cuarentena (primeros 30 días), incluidas las primeras semanas después de la llegada a una tienda de mascotas o al acuario doméstico.
Los ciprínidos como los koi y los carpines dorados para estanques ornamentales son mascotas populares y suelen responder bien a la atención veterinaria. Muchos de los de más alta calidad se importan de Japón (koi) o China (carpines dorados) y pueden tener un valor significativo (hasta varios miles de euros para los koi con calidad de exhibición). Muchos son lo suficientemente grandes para la manipulación clínica, son bastante resistentes y, a menudo, tienen un valor emocional significativo para sus propietarios. Estos peces son propensos a varias enfermedades de interés, destacan la viremia primaveral de la carpa y el herpesvirus de la carpa koi; ambas enfermedades son de declaración obligatoria.
El manejo clínico individual de los peces domésticos, los animales de exhibición y de los reproductores valiosos ha cambiado drásticamente con el tiempo. Los avances comprenden el uso de métodos no letales para diagnosticar la enfermedad y opciones más sofisticadas de tratamiento. La radiografía y la ecografía son particularmente buenas para su uso en especies acuáticas, así como la TC y la RM. Son especialmente valiosas para la evaluación de la vejiga natatoria, la investigación de masas internas, y más. El desarrollo de técnicas de cultivo microbiano de sangre para identificar con exactitud los agentes bacterianos y realizar pruebas de sensibilidad antes de comenzar el tratamiento antimicrobiano ha sido útil para disminuir la necesidad de eutanasiar o realizar una biopsia quirúrgica a un animal para lograr un diagnóstico preciso. Los avances quirúrgicos como la laparatomía exploratoria y la reparación de la vejiga natatoria han salvado a animales que antes se hubiesen eutanasiado.
El equipo necesario para tratar a los peces en la práctica veterinaria es modesto. Además del equipo ya disponible (p. ej., microscopio, portaobjetos de vidrio y cubreobjetos, útiles quirúrgicos básicos o de disección), se necesita un equipo para medir los parámetros de calidad del agua.
Además de estos utensilios básicos, es práctico tener algunas peceras para hospitalizaciones. Estas pueden ser tanques de 38 o 76 litros con esponjas filtrantes y bombas de aireación. Debe estar disponible un declorador como el tiosulfato de sodio si en la práctica se usa agua que contenga cloro o cloramina. Además, el metanosulfonato de tricaína (MS-222) y el bicarbonato de sodio deben estar disponibles para la sedación o la anestesia.
Otro equipo útil incluye un cilindro graduado de plástico de 1 litro para medir el volumen de agua, una balanza para pesar el anestésico y una bomba de aireación que funcione con pilas por si hay que trasladar a un pez anestesiado por la clínica para radiología, cirugía u otros procedimientos. Para la cirugía, funciona bien como receptáculo un acuario de 38 a 76 litros. Se puede colocar un panel de iluminación con forma de caja de huevos, o una cubierta de plexiglás o de plástico con pequeños agujeros perforados sobre el acuario para permitir que el agua fluya sobre el pez y regrese al acuario. Los peces se pueden colocar en una "cama" de espuma en forma de V y se puede utilizar una pequeña bomba sumergible para acuarios y un tubo flexible para hacer circular el agua aireada con agente anestésico fuera del acuario sobre las branquias. Es preferible el uso de equipos que se puedan esterilizar después de cada paciente.
Los veterinarios que ofrecen servicios para peces deben estar al tanto de la evolución de las leyes regulatorias, incluyendo los actuales programas de acreditación del Departamento de Agricultura de EE. UU. Además, los peces de acuario son sensibles a varias enfermedades de declaración obligatoria, que incluyen la viremia primaveral de la carpa, el herpesvirus de la carpa koi, el síndrome ulcerante epizoótico y el iridovirus de la dorada japonesa.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre introducción a los peces.