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Diversas afecciones de los primates no humanos

Revisado/Modificado ene 2020

Diabetes en primates no humanos

La diabetes se observa con frecuencia en primates no humanos en la actividad clínica y en zoológicos. El género Cebus está sobrerrepresentado. Las causas de la diabetes puede ser la obesidad (exceso de carbohidratos), la predisposición genética y dietas desequilibradas. El animal debe llevarse al hospital en ayunas; las pruebas de laboratorio deben incluir un hemograma completo, una bioquímica sérica, un análisis de orina y la medición de los niveles de insulina, fructosamina y hemoglobina glucosilada. El cuidador debe formarse sobre las restricciones alimentarias y la disponibilidad de dietas comerciales más nuevas para estos animales. Las lecturas de glucosa en sangre se pueden obtener fácilmente en el centro o en casa por el cuidador, y la medicación oral como la metformina, 5-10 mg/kg, PO, dos veces al día, además de medicamentos parenterales como la insulina NPH a ½ unidad/kg, SC, se puede administrar inicialmente a esta dosis a diario.

Dilatación gástrica aguda en primates no humanos

Se produce esporádicamente en cautividad y puede estar asociada a ingestas tras un ayuno prolongado o tras una restricción prolongada de agua o una sobrealimentación accidental. Entre los factores etiológicos se incluyen la fermentación intragástrica asociada a Clostridium perfringens y la función gástrica anormal. Los primates enferman gravemente, con hallazgos clínicos similares a los observados en pequeños animales ( ver Dilatación gástrica y vólvulo en pequeños animales). La dilatación gástrica aguda con frecuencia es mortal si no se administra un tratamiento de urgencia. Se debe evacuar el contenido del estómago y reemplazar la pérdida de fluidos con la administración parenteral de una solución electrolítica. Se suelen producir un estado de shock y una deshidratación que requieren un tratamiento inmediato. Puede ser necesaria la evacuación periódica del estómago durante varios días hasta que se restablezca la función GI normal. La pérdida continua de ácido clorhídrico puede causar alcalosis metabólica. Se debe administrar fluidoterapia por vía parenteral con una cantidad adecuada de sodio, cloro y potasio.

Tétanos en primates no humanos

La infección por Clostridium tetani es un riesgo para los primates que viven en libertad y alojados en recintos exteriores, como consecuencia sobre todo de peleas, partos, congelación y otras formas de traumatismos en la piel. La inmunización con el toxoide tetánico se debe considerar en poblaciones expuestas. Los titíes se vacunan rutinariamente con el producto humano adsorbido o el producto equino a razón de 0,25 mL, IM, cada 5 años. (También ver Tétanos en animales.)

Adenocarcinoma intestinal en primates no humanos

El número de primates no humanos mantenidos en cautividad ha aumentado en los últimos años, principalmente debido a las mejoras en la cría, la nutrición y la atención veterinaria, pero también debido al interés como animales modelos para la investigación del envejecimiento. Este aumento en la población de primates no humanos, en particular los macacos, se ha asociado con un aumento en la incidencia de adenocarcinoma intestinal, que puede superar el 20 % en animales >30 años en algunas colonias.

Los hallazgos clínicos más frecuentes son la disminución del apetito, la pérdida de peso, la anemia y la aparición de una masa abdominal palpable. Las pruebas de sangre oculta en heces suelen ser positivas. El examen radiográfico puede mostrar cambios asociados con obstrucción parcial. La biopsia quirúrgica es diagnóstica en el adenocarcinoma. La localización de estos tumores es con mayor frecuencia la unión ileocecocólica, rara vez en el intestino delgado. Las lesiones histológicas incluyen engrosamiento de la pared intestinal y constricción de la luz (la denominada lesión en "anillo de servilleta"), con signos variables de hemorragia y ulceración. La metástasis es poco frecuente y algunos animales responden favorablemente a la extirpación quirúrgica.

Trauma en los primates no humanos

En ocasiones, se pueden producir traumatismos por agresión de los compañeros de instalación o por automutilación (mordeduras y tirones del pelo), al igual que una escasez de pelo debido a la alopecia autoinducida. Los traumatismos en los primates no humanos cautivos también se observan con mucha frecuencia en la práctica clínica. Los animales que viven con otras especies en el entorno doméstico pueden sufrir heridas infligidas por perros y gatos. El daño de los tejidos blandos, como el que se produce a partir de estos ataques, puede causar un aumento del nivel de bacterias en el torrente sanguíneo, así como una pérdida aguda de sangre y shock, causando coagulopatías y alteraciones endoteliales. Este conjunto de sucesos produce hipotermia, acidemia e inflamación, y se debe tratar con urgencia por ser potencialmente mortal. El control rápido de la hemorragia, la corrección de la hipotermia, la administración precoz de componentes sanguíneos y la fluidoterapia con altos volúmenes están indicados para evitar la isquemia continua y la parada renal; se deben administrar antibióticos para prevenir la infección y la sepsis.

Se deben tomar medidas para garantizar el bienestar psicológico de los primates no humanos (p. ej., alojamiento en grupos, estancias para la actividad física, refugios, forrajeo, juguetes en la jaula; ver Bienestar psicológico y enriquecimiento ambiental de los primates no humanos), y los animales que viven en grupos sociales deben disponer de facilidades para refugiarse y escapar.