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Traumatismos de las ratites

PorThomas N. Tully, Jr., DVM, DABVP, DECZM
Revisado/Modificado jul 2021

    Las luxaciones y las fracturas en las alas pueden ser el resultado de accidentes durante el transporte o la cría. La mayoría de casos de luxación de las alas son realmente una parálisis radial más que una verdadera luxación de la articulación. Sin embargo, puede producirse una verdadera luxación humeral desde el hombro. El tratamiento para ambas lesiones es el mismo e implica vendar las alas sobre la espalda. Mantener el vendaje de las alas en esta posición durante 1-2 semanas resuelve el problema. Las alas fracturadas, según la localización de la fractura, se pueden reparar con un aparato Kirschner medial o con férulas (o ambos). En ocasiones, es necesario utilizar un clavo intramedular. En el caso de fracturas menores del ala en los emús, el vendaje puede ser suficiente para tratar la lesión.

    Las laceraciones de la piel y la musculatura del cuello pueden afectar a la tráquea y al esófago de las ratites lesionadas debido al contacto con vallas. Se recomienda el cierre primario de la tráquea y el esófago en las lesiones agudas. Si la lesión esofágica es antigua, el esófago a menudo cicatrizará por segunda intención. En el caso de lesiones graves del cuello, se puede requerir para la alimentación un tubo de esofagotomía colocado en el tercio distal de la porción cervical del esófago.

    Las lesiones en la parte inferior de las patas se producen con frecuencia en las ratites que entran en contacto con el alambrado a gran velocidad. Se deben aplicar los principios estándar para el tratamiento de las heridas, incluyendo el desbridamiento y el vendaje de la herida. Si el hueso está expuesto en una lesión de la parte inferior de la extremidad, se recomienda la realización de radiografías del área afectada, a intervalos semanales, dado que se pueden producir fracturas por estrés y secuestros. A menudo, las heridas de los tejidos blandos suelen cicatrizar 3 semanas después del traumatismo, aunque el ave todavía puede presentar una fractura tarsometatarsiana. La luxación de las falanges es común, especialmente si las aves se encuentran en zonas que tienen hielo o barro. Si la luxación no se trata rápidamente, la inmovilización del pie en una posición flexionada normal durante 5-6 semanas suele permitir suficiente fibrosis de tejido blando y reparación como para mantener la articulación luxada en su lugar. Si la inmovilización sola no tiene éxito, se puede realizar una artrodesis de la articulación siguiendo los procedimientos estándar de equinos.