Un aspecto fundamental en el trabajo con especies acuáticas es el examen y la evaluación del sistema de soporte vital de los animales. Este es un paso fundamental en el examen clínico de cualquier especie acuática, no solo de los peces. Aquí, nos centramos en los sistemas de acuario y acuicultura, incluidos los modernos sistemas de alojamiento del pez cebra. Los principios del diseño de sistemas de soporte vital son aplicables a las unidades de alojamiento para todos los organismos acuáticos.
La gestión de la calidad del agua es un componente básico del mantenimiento eficaz de los organismos acuáticos. Consulte también la información sobre parámetros normales para el agua, así como sobre enfermedades ambientales de los peces.
Hay tres tipos básicos de sistemas acuáticos, ampliamente definidos como "abiertos", "semiabiertos" o "cerrados". Un sistema abierto cuenta con agua entrante de alguna fuente (p. ej., agua superficial, agua de pozo o agua de red) que fluye a través de la instalación una vez y luego se elimina. Los sistemas de canales y jaulas son ejemplos de sistemas abiertos. Los sistemas semiabiertos tienen cierta capacidad para recircular el agua, lo que requiere algún tipo de tratamiento; sin embargo, se puede añadir agua de una fuente externa según sea necesario para complementar al agua que se trata. Los sistemas cerrados pueden ser naturales, como los estanques estáticos al aire libre, o pueden tener un alto grado de tecnificación; los sistemas intensivos de recirculación acuícola (RAS) dependen de una exhaustiva filtración del agua antes de su uso. Los acuarios se suelen considerar sistemas cerrados; sin embargo, la complejidad del diseño y la capacidad de carga de cada sistema varían mucho.
Las unidades básicas de alojamiento para los peces pueden ser estanques al aire libre, canales, jaulas o sistemas de acuarios (incluyendo diseños de sistemas de recirculación). La selección de una u otra estará determinada por los recursos e instalaciones disponibles, así como por los objetivos del propietario.
Los estanques al aire libre se suelen construir en suelos arcillosos, o pueden tener un revestimiento de plástico para retener el agua. En Florida, también hay "estanques de nivel freático", que tienen una cierta cantidad de flujo horizontal de agua subterránea dentro y fuera del estanque. Los estanques de producción varían mucho en tamaño; sin embargo, un buen diseño maximiza el área superficial mientras minimiza la profundidad (idealmente <2 m). Este diseño disminuye el riesgo de estratificación que puede dar lugar a eventos catastróficos de "volteo". Lo ideal sería disponer de dispositivo de aireación para todos los estanques al aire libre. En el sudeste de EE. UU., la mayoría de los estanques de producción acuícola oscilan entre 405 y 80 937 m2 de agua, mientras que los estanques de pesca recreativa suelen tener una superficie más pequeña pero pueden ser bastante profundos, lo que aumenta sustancialmente el riesgo de estratificación y volteo.
Los estanques ornamentales pueden variar desde unos pocos cientos hasta muchos miles de litros. Los estanques más grandes (>37 850 L) suelen ser más fáciles de manejar desde la perspectiva de la calidad del agua y son más permisivos con un propietario que puede sobredensificar o sobrealimentar a los peces. La mayoría de los estanques más grandes tienen agua proveniente de un pozo o de una fuente municipal y funcionan como sistemas cerrados. La aireación suplementaria es muy importante para estos sistemas y a menudo está proporcionada por una cascada, un arroyo u otros medios estéticos de agua en movimiento. Los veterinarios no solo deben analizar el oxígeno disuelto al evaluar un estanque ornamental, sino también evaluar el movimiento del agua. En sistemas con un mantenimiento deficiente, los filtros se obstruirán y las tasas de flujo pueden disminuir drásticamente.
Los bajos índices de flujo dan lugar a un bajo rendimiento de los biofiltros y, finalmente, a un fallo del sistema con el consiguiente aumento de las concentraciones totales de nitrógeno amoniacal. Las tasas de flujo deficientes también se asocian a menudo con niveles bajos de oxígeno disuelto y una incapacidad para mantener las concentraciones de oxígeno cerca de la saturación. Si el estanque depende de una cascada como fuente primaria de aireación y las tasas de flujo disminuyen, la capacidad de aireación también se ve afectada.
La sombra puede ser un factor importante a la hora de evaluar un estanque ornamental. La falta de sombra puede provocar un calentamiento rápido y extremo del agua, especialmente si el estanque es poco profundo. El agua caliente no solo es perjudicial por sí misma, sino que tampoco retiene bien el oxígeno, lo que aumenta el riesgo de agotamiento de este. Los árboles que dan sombra alrededor de un estanque de carpas koi pueden contribuir a la formación de hojarasca y sustancias orgánicas en el estanque.
La prevención de la depredación es otro factor importante al diseñar un estanque ornamental. Los peces alojados en estanques ornamentales suelen ser muy coloridos y pueden ser muy atractivos para las aves (incluidos los búhos), así como para los mamíferos depredadores como los mapaches o las nutrias. En Florida, los reptiles (p. ej., los caimanes) también pueden alimentarse de peces ornamentales. Una barrera visual para minimizar la detección de los peces de colores por parte de las aves puede ayudar, al igual que las características de diseño del estanque que limiten la capacidad de las aves zancudas para acceder al estanque. Una valla eléctrica perimetral situada a 30,5-45,7 cm del suelo puede mantener a los pequeños mamíferos o cocodrilos fuera del terreno del propietario, protegiendo a los peces y a otras mascotas.
Otros tipos de sistemas más típicos de producción acuícola incluyen jaulas y canales. Un sistema de canalización suele ser una serie de tanques de hormigón o de tierra largos, estrechos y relativamente poco profundos. El agua entra en la unidad por un extremo y sale por el otro. A menudo, estos usan alguna fuente de agua superficial, como un río de agua corriente, para la cría de los peces. Las ventajas de los sistemas de canales incluyen la capacidad para densidades de población más altas que en los estanques de un volumen correspondiente debido a los altos caudales. Las desventajas incluyen la preocupación por la introducción de patógenos o contaminantes en la explotación y el vertido de residuos de nutrientes, patógenos o productos químicos de los tratamientos en el efluente.
La producción en jaulas es más común en aguas abiertas, siendo la industria del salmón un buen ejemplo. Las jaulas grandes se suelen colocar en bahías protegidas en la fase productiva de crecimiento. Como alternativa, las nuevas tecnologías permiten que los sistemas de jaulas se sumerjan completamente en aguas profundas, disminuyendo el riesgo de daños por la acción del viento y las olas. Las ventajas de la producción en jaulas incluyen los intercambios de agua natural por el flujo de las mareas, en contraposición a los intercambios de agua controlados en sistemas cerrados o semiabiertos. Entre las desventajas se encuentran los posibles daños al equipo o el escape de peces durante las tormentas, las interacciones con otros peces o animales silvestres que pueden servir como reservorios de patógenos o causar daño de otras formas, la contaminación potencial en el caso de un derrame químico o la proliferación de algas nocivas, y la preocupación por los impactos ambientales adversos por la propia actividad acuícola. El uso global de la tecnología de cría en jaulas es cada vez más importante a medida que los peces marinos para alimentación se crían de forma más intensiva.