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Otras enfermedades de las aves de compañía

PorSharman M. Hoppes, DVM, DABVP (Avian)
Revisado/Modificado sept 2021

Diabetes mellitus de las aves de compañía

La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad poco común de las psitácidas, pero se ha descrito con mayor frecuencia en los tucanes. Puede ser difícil de diagnosticar en aves. Los niveles normales de glucosa en aves son significativamente mayores que los de los mamíferos (200 a 400 mg/dL). Las aves a menudo tienen una hiperglucemia significativa por estrés, que puede producirse cuando se manipulan o sujetan. La glucosuria puede darse a dosis de 600 mg/dL en aves, por lo que las aves con hiperglucemia de estrés también pueden tener glucosuria sin un diagnóstico de DM. Por tanto, para el diagnóstico de DM en aves, la hiperglucemia y la glucosuria deben ser persistentes y estar documentadas.

El control de los niveles de glucosa en sangre es un equilibrio entre la actividad del glucagón y la insulina dentro del páncreas. En los mamíferos, la enfermedad pancreática a menudo conduce a la DM y se debe a una falta o resistencia a la insulina, lo que provoca un aumento de la glucosa en sangre. La causa de la hiperglucemia y la DM en las aves está menos clara. Los niveles de glucosa en sangre en algunas aves (aves granívoras) parecen mucho más sensibles a los niveles de glucagón que a los de insulina, mientras que otras especies de aves pueden responder mejor a la insulina. Todavía es discutible y puede depender de la especie si la DM en las aves está causada por anomalías con la insulina, el glucagón o ambos.

Los signos clínicos de la DM en las aves de compañía incluyen poliuria, polidipsia, aumento de los niveles de glucosa en sangre y orina, y pérdida de peso. La DM es muy frecuente en combinación con la obesidad o problemas pancreáticos o reproductivos y puede ser transitoria en estos casos. Deben documentarse una hiperglucemia y glucosuria persistentes para el diagnóstico de DM. El diagnóstico se basa en el aumento de la glucosa sanguínea (>700-800 mg/dL) y la glucosuria persistentes, junto con los signos clínicos de la enfermedad.

El tratamiento de la DM en las aves de compañía incluye la conversión del ave a una dieta más saludable (granulada) y la limitación de las golosinas. La respuesta de las aves a la insulina de los mamíferos es variable y el tratamiento con insulina suele ser menos eficaz en las aves que en los mamíferos. La insulina periódica a 0,1-0,2 U/kg se ha utilizado con éxito para estabilizar a las aves. Las insulinas de acción prolongada (NPH o ultralenta) a 0,067-3,3 U/kg, una a dos veces al día, se han utilizado para el control a largo plazo.

Los propietarios de aves suelen ser reacios a administrar inyecciones a sus aves, por lo que a menudo se usan medicamentos antidiabéticos orales. La glipizida (0,5-1 mg/kg, PO, 1-2 veces al día) y la metformina (100-500 mg/L de agua de bebida) se han utilizado anecdóticamente. El consumo de agua, la producción de orina, el peso y la glucosuria deben controlarse para determinar si el protocolo de tratamiento es eficaz. En algunos casos, la conversión dietética y la pérdida de peso pueden dar lugar a la resolución de los signos clínicos, reduciendo o eliminando la necesidad de medicación oral o insulina.

Quistes de plumas de aves domésticas

Los quistes de plumas son plumas que no han crecido y que dan lugar a una masa granulomatosa. La recidiva es común a menos que se logre la disección extensa del folículo de la pluma. En aves con múltiples plumas afectadas esto no es práctico, como el genéticamente predispuesto canario Norwich.

Comportamiento destructivo de las plumas de las aves domésticas

La frase "se arranca las plumas" se suele usar para describir el comportamiento que varía de un arreglo ligero de las plumas a la automutilación. El tratamiento de esta enfermedad es con frecuencia un reto. El picaje de las plumas rara vez tiene una etiología única, y es prudente explorar minuciosamente todos los factores contribuyentes posibles, incluyendo problemas médicos subyacentes. Una buena comunicación sobre el picaje de plumas en aves al comienzo ayuda a los propietarios a darse cuenta de que este es un comportamiento complicado que es difícil de detener. El objetivo debe ser mejorar la salud del ave y reducir (o eliminar) el comportamiento de desplume si es posible.

Las posibles causas médicas del arrancamiento de plumas son las siguientes:

  • Endoparásitos (especialmente giardiasis en ninfas) y, raramente, cestodos o nematodos

  • Ectoparásitos (casi nunca);

  • Enfermedad hepática, con prurito asociado;

  • Granuloma o masa en la cavidad celómica;

  • Neoplasia, que suele causar arrancamiento localizado del área asociada con la masa subyacente;

  • Foliculitis o dermatitis primaria o secundaria a un desplume excesivo y/o mutilación. Pueden estar implicados bacterias, virus, hongos o levaduras;

  • Alergias. Aunque es difícil de confirmar, un cambio en el ambiente o en la dieta cuando se sospeche de alérgenos puede llevar a un disminución del cuidado de las plumas y a un diagnóstico presuntivo por eliminación;

  • Anomalías endocrinas, siendo la más probable el hipotiroidismo. Sin embargo, el hipotiroidismo se sobrediagnostica en parte debido a la falta de valores normales establecidos para los niveles de tiroides aviar, el rango bajo de T4 observado en las aves y la dificultad para obtener una prueba fiable de la hormona estimulante de la tiroides (TSH). De todos modos, algunas aves obesas que muestran una falta de pérdida de peso después de una dieta estricta, acompañado con plumas de baja calidad y mudas infrecuentes, pueden ser deficitarias de la tiroides. El picaje manifestado por estas aves, con frecuencia es un intento de librarse de plumas viejas y dañadas;

  • Intoxicación por metales pesados, sobre todo zinc Se ha planteado la hipótesis del recorte y el desplume de plumas por ingestión de zinc. Muchos de estos casos carecen de evidencia radiográfica de metales pesados y requieren un análisis de zinc en sangre para el diagnóstico.

La malnutrición es probablemente un factor contribuyente al picaje de las plumas más común que las condiciones médicas de la lista anterior. Las dietas basadas en semillas y alimentos de personas con frecuencia crean deficiencias nutricionales múltiples. Estas deficiencias causan un desarrollo anormal de la piel y las plumas, lo que da como resultado un comportamiento de desplume, así como una miríada de otros problemas médicos que pueden producirse. Los colorantes y conservantes añadidos a las semillas y la mayoría de las dietas granuladas pueden influir en las aves. La humedad relativamente baja en la mayoría de las casas también tiene un efecto de sequedad en la piel. El hecho de estar privadas de luz solar natural, aire fresco, humedad y el ciclo normal de luz/oscuridad tiene un efecto negativo psicológico y fisiológico sobre las aves.

Una evaluación diagnóstica para un ave con comportamiento destructivo de las plumas puede incluir un hemograma completo, un perfil bioquímico, pruebas virales, biopsias de piel, radiografías y/o el examen endoscópico. El arrancamiento de plumas por comportamiento debe determinarse solo después de una evaluación completa que excluya tantas causas médicas como sea posible.

El tratamiento se basa en los hallazgos de la evaluación diagnóstica. Un ave hormonal puede necesitar una inyección de acetato de leuprolida o un implante de deslorelina (agonistas de la GnRH) para reducir el comportamiento reproductivo, junto con los cambios ambientales.

Aunque el manejo médico y ambiental puede reducir la gravedad del picaje de las plumas, hay un componente de comportamiento que está implicado con frecuencia. El tratamiento de alguno de los problemas arriba mencionados puede llevar a una mejoría inicial, seguido de una recidiva. Los factores psicológicos estresantes pueden llevar al arrancamiento de las plumas como un comportamiento redirigido. Desafortunadamente, una vez que el estrés se ha aliviado, el hábito puede permanecer. El arrancamiento de las plumas no se da en las aves silvestres, donde están ocupadas en conseguir alimento, mantener su estatus social en la bandada, buscar pareja, evitar a los depredadores y criar a los pollos. Por consiguiente, incluso las aves mejor cuidadas, que tienen todas sus necesidades aparentemente cubiertas, se arrancan las plumas por razones de comportamiento.

Los trastornos psicológicos que pueden causar arrancamiento de las plumas en las aves varían. La sobreestimulación puede causar arrancamiento en un ave nerviosa. Otra ave que se arranca las plumas por aburrimiento puede sentirse estimulada y ligeramente amenazada por una actividad en aumento en casa y para de arrancarse para prestar atención al ambiente y protegerse de depredadores. Las aves que alcanzan la madurez sexual pueden comenzar a arrancarse las plumas como una salida para sus crecientes impulsos reproductivos. Los propietarios de estas aves a menudo informan de que sus aves muestran mayor territorialidad en la jaula, mayor agresión a miembros de la familia y, potencialmente, comportamiento sexual hacia una pareja humana o hacia algunos objetos inanimados.

Todos los problemas de comportamiento destructivo de las plumas requieren un enfoque de tratamiento multimodal que implica una nutrición adecuada, enriquecimiento, proporcionar oportunidades de alimentación y, en algunos casos, medicamentos psicotrópicos. Ninguna de estas categorías de fármacos tienden a producir resultados positivos a largo plazo, y se pueden ver efectos adversos. Como ocurre con la mayoría de los medicamentos administrados a las aves de compañía, estos fármacos no están aprobados por la FDA.

Los fármacos psicotrópicos no deben usarse solos, sino solamente junto con modificaciones dietéticas, enriquecimiento y oportunidades de alimentación. Además, puede ser necesario realizar cambios en las interacciones entre el propietario y el ave. Las modificaciones dietéticas incluyen tanto la conversión a una dieta formulada más saludable como proporcionar oportunidades de alimentación para el ave. Los propietarios pueden colocar la comida en varios platos a lo largo de la jaula o esconderla dentro de los juguetes de forrajeo para estimular el comportamiento normal de forrajeo. El enriquecimiento se puede proporcionar en forma de ramas naturales, juguetes, madera para masticar, múltiples gimnasios en toda la casa, luz natural e idealmente una jaula de vuelo para fomentar la actividad. Se debe fomentar el ejercicio, ya sea a través del vuelo o las actividades de caminar y escalar. Las perchas de cuerda y en espiral estimulan la actividad y el equilibrio. Enseñar a las aves trucos como saludar, bailar y recordar puede proporcionar una estimulación intelectual y una interacción positiva entre el propietario y el ave.

Además de los tratamientos médicos tradicionales, se ha descrito la acupuntura como una ayuda en algunos casos. Un suplemento dietético con ácidos grasos omega se ha descrito como útil (aceite de semilla de lino a 0,1-0,2 mL/kg/día, PO, o un suplemento de ácidos grasos esenciales a 0,22-0,44 mL/kg/día, PO).

Tabla
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No es probable que se encuentre un tratamiento médico ideal para el arrancamiento de las plumas en aves en cautividad. La manipulación del ambiente, asegurar la calidad de la nutrición y las adaptaciones psicológicas adecuadas a la especie y temperamento del ave ofrecen la mejor esperanza para reducir este síndrome. Puede estar indicada la consulta con un especialista en comportamiento certificado que esté familiarizado con las psitácidas.

Gota de aves domésticas

La gota es el depósito anormal de ácido úrico en el cuerpo. El ácido úrico es el principal producto final de la degradación de las proteínas en las aves. Se produce y secreta principalmente en los riñones y el hígado y se elimina por secreción tubular. La eliminación es independiente de la tasa de filtración glomerular. La hidratación tiene solo un efecto mínimo sobre los niveles plasmáticos de ácido úrico; por lo tanto, la hiperuricemia puede ser un indicador de enfermedad renal en aves. La gota se produce de forma secundaria por el aumento de las concentraciones plasmáticas de ácido úrico. La gota articular se produce en las articulaciones (con mayor frecuencia en las articulaciones metatarsianas y falángicas) de las aves, y la gota visceral se produce en la serosa de varios órganos y se encuentra frecuentemente en el pericardio, el hígado y el bazo.

Los signos clínicos de la gota articular son dolor, cojera, tumefacción de las articulaciones, depresión, anorexia y deshidratación. La gota visceral raramente se diagnostica ante mortem y suele encontrarse en la necropsia. La muerte aguda es a menudo el único signo clínico. La superficie serosa de varios órganos y los túbulos renales son las localizaciones de los depósitos de ácido úrico.

El diagnóstico de la gota articular se basa en la identificación de los tofos blanquecinos amarillentos de la gota, subcutáneos y depósitos intraarticulares, que muestran los cristales de ácido úrico en las tinciones. Los niveles de ácido úrico suelen estar elevados.

El tratamiento de la gota articular incluye la fluidoterapia para reducir los niveles de ácido úrico y analgésicos para el dolor. La gota articular tiende a ser muy dolorosa. Si no se puede conseguir el control efectivo del dolor, se debería considerar la eutanasia. La extirpación quirúrgica de estos tofos no es práctica en la mayoría de los casos porque están extremadamente vascularizados y el riesgo de hemorragia mortal es alto. Adicionalmente, a menos que las afecciones subyacentes se puedan identificar y corregir o controlar, aparecerán nuevos tofos rápidamente. El alopurinol (10-30 mg/kg/día, PO) y la colchicina (0,04 mg/kg, PO, una-dos veces al día) pueden ser útiles en el control de la gota articular.

No se comprenden del todo las causas genéticas, nutricionales o ambientales que predisponen a un ave a sufrir gota. Sin embargo, el tratamiento actual de las aves con niveles elevados de ácido úrico incluye la conversión a una dieta apropiada (esta puede ser una dieta granulada en algunas especies) o un cambio de una dieta exclusiva de semillas en algunas aves más pequeñas, a semillas, frutas y verduras, como las ninfas, periquitos (para quienes una dieta granulada puede ser un factor de riesgo en la enfermedad renal). Los ácidos grasos esenciales a dosis de 0,22-0,44 mL/kg/día, PO, se han utilizado de forma ocasional para tratar la enfermedad renal en aves.

Neumonitis por hipersensibilidad de las aves de compañía

La neumonitis por hipersensibilidad, una afección respiratoria similar a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), se ha descrito en guacamayos (principalmente guacamayos azules y dorados). Estas aves a menudo tienen un historial de estar alojadas con aves que producen grandes cantidades de plumón, como las ninfas y las cacatúas en ambientes mal ventilados. Las aves también pueden tener infecciones secundarias bacterianas o fúngicas.

Los signos clínicos incluyen aumento de la respiración, intolerancia al ejercicio, disnea, dificultad respiratoria y cianosis de la piel facial.

El diagnóstico de la neumonitis por hipersensibilidad se basa en antecedentes de alojamiento con aves que producen plumón en malas condiciones de ventilación con enfermedad respiratoria y a menudo policitemia (>60-70 %). La biopsia pulmonar es diagnóstica. Las lesiones histopatológicas se limitan al aparato respiratorio inferior. La lesión más prominente es la hipertrofia del músculo liso atrial pulmonar y alguna pérdida atrial debida a la fusión y a la formación de puentes epiteliales.

El tratamiento de la neumonitis por hipersensibilidad son los cuidados de apoyo y la retirada del ave del entorno afectado. Es fundamental mejorar la ventilación y la separación de las aves que producen polvo con el plumón. Los AINE como el meloxicam (0,5-1 mg/kg, PO, una-dos veces al día) pueden ayudar a reducir la inflamación. Las aves deben estar alojadas para reducir el estrés y minimizar el esfuerzo. A menudo, las aves con hipersensibilidad pulmonar confirmada no tienen una esperanza de vida normal.

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