La evaluación citológica de los aspirados con aguja fina es una técnica para el diagnóstico de lesiones hepáticas.
Los aspirados con aguja fina guiados por ecografía se usan para confirmar el diagnóstico de LH en gatos y para identificar inflamación séptica supurativa, algunas formas de neoplasia y HV similar al glucógeno. Sin embargo, el diagnóstico definitivo de la enfermedad hepática es imposible de alcanzar basándose únicamente en la evaluación del aspirado hepático porque la ausencia de arquitectura acinar compromete la interpretación de la distribución y caracterización anatómica de la lesión.
La interpretación citológica de los aspirados hepáticos es notoriamente discordante con las características histológicas en las muestras de biopsia. Ni la neoplasia ni la sepsis pueden descartarse definitivamente con citología, y con demasiada frecuencia se sospecha enfermedad inflamatoria. La evaluación citológica no debe ser la base para recomendar fármacos inmunomoduladores o antifibróticos o una terapia de quelación a largo plazo para la hepatopatía asociada al cobre. Más bien, la biopsia hepática sigue siendo el método de elección para el diagnóstico de la mayoría de los trastornos hepáticos.
Dado que la mayoría de los carcinomas hepatocelulares caninos no se caracterizan por hepatocitos displásicos mitóticamente activos, son difíciles de diferenciar basándose únicamente en la aspiración citológica. Una característica histológica diferenciadora de estas lesiones neoplásicas es la orientación atípica del cordón hepático y la disección aleatoria de arteriolas, características que no se pueden apreciar mediante la evaluación de la citología por aspiración hepática.