Fístulas oronasales congénitas (paladar hendido y labio leporino) en animales
Las fístulas oronasales congénitas se producen cuando los arcos palatinos no se fusionan durante la gestación. Esta fusión suele producirse a los 25-28 días de gestación en perras y a los 47 días de gestación en yeguas. Las hendiduras pueden ser del paladar primario (que afectan al labio y al hueso incisivo), el labio hendido (o labio leporino), o bien del paladar secundario (que afectan al paladar duro y blando), el paladar hendido. Las afecciones pueden ocurrir individualmente o juntas. En los perros, los estudios de TC han demostrado la asociación del paladar hendido con otras anomalías craneofaciales, incluyendo ampollas timpánicas hipoplásicas, cornetes nasales hipoplásicos y maloclusiones maxilares, principalmente de los incisivos. Los animales afectados también deben examinarse en busca de signos neurológicos, ya que también se ha descrito hidrocefalia concomitante.
Por lo general, los animales se diagnostican con fístulas oronasales al nacer o poco después del nacimiento mediante un examen oral, por la observación de disfagia o goteo de leche de las fosas nasales después de mamar o mediante una evaluación clínica que revela compromiso respiratorio y signos de neumonía por aspiración. Muchos neonatos afectados son eutanasiados o mueren a temprana edad. Aunque la reparación quirúrgica se ha llevado a cabo en muchas especies, el éxito ha variado y se han descrito complicaciones como dehiscencia del sitio quirúrgico, secreción nasal continua, enfermedad crónica y neumonía crónica.
Cortesía del Dr. Lisa Pearson.
El paladar hendido y el labio leporino se han descrito en la mayoría de las especies animales domesticadas, como perros, gatos, rumiantes, caballos y camélidos. En perros, las razas braquicéfalas están muy representadas; otras razas con incidencia alta son Beagles, Cocker Spaniels, Teckels, Pastores Alemanes, Labrador Retrievers, Schnauzers y Pastores de Shetland. La raza de gato más comúnmente afectada es el Siamés. Las etiologías incluyen causas genéticas, teratogénicas y nutricionales.
La herencia puede ser monogénica autosómica recesiva o incompleta dominante en varias razas. Se cree que el modo es autosómico recesivo en los Bretones, los Pastores de los Pirineos, los Beagles y los Boxer; en los Bulldogs (Francés e Inglés) y los Shih Tzus se sospecha una herencia autosómica dominante con penetrancia incompleta. Los patrones de herencia autosómica recesiva son evidentes en el ganado Angus con artrogriposis congénita múltiple, en el ganado Charolés con paladar hendido y artrogriposis, y en ovejas Texel con labio leporino.
Los teratógenos y las causas nutricionales de paladar hendido y labio leporino incluyen altas concentraciones de vitamina A en la dieta, administración de griseofulvina, deficiencia de ácido fólico e ingestión de plantas tóxicas durante la gestación. En el ganado vacuno, la ingestión de altramuces durante los días 40-100 de gestación provoca artrogriposis y paladar hendido, debido a los efectos de la anagirina que se encuentra en Lupinus sericeusy Lupinus caudatus. La ingestión de cicuta venenosa (Conium maculatum), que contiene el alcaloide tóxico coniina, provoca signos clínicos similares tanto en ganado vacuno como en cabras; la ingestión de lirio de maíz (Veratrum californicum) en ovejas, cabras o ganado vacuno da lugar a labio leporino o paladar hendido en el feto.
Para los cachorros y gatitos que no son eutanasiados, se requiere tratamiento médico hasta que se exploren las opciones quirúrgicas. Los pacientes se alimentan mediante intubación orogástrica hasta que puedan tolerar alimento seco. El agua puede ofrecerse mediante un dispensador elevado. En entornos experimentales se ha descrito una protección palatina moldeada a medida que permite a los perros adultos comer y beber con normalidad. La neumonía por aspiración debe ser identificada y tratada agresivamente.
Los pacientes deben tener al menos 12 semanas de edad en el momento de la corrección quirúrgica, pero algunos estudios han demostrado un mayor éxito cuando la cirugía se realiza con >20 semanas de edad o en adultos. La corrección quirúrgica tiene una alta tasa de fracaso debido al crecimiento continuo de los cachorros o gatitos después de la operación, al pequeño tamaño del paciente y a la irritación del lugar de la cirugía por la lengua y el material alimenticio. Las técnicas quirúrgicas dependen de la localización y el tamaño del defecto de la fisura. Para los defectos secundarios del paladar, los colgajos mucoperiósticos deslizantes o los colgajos superpuestos son los más utilizados. Se han descrito tasas de supervivencia de hasta el 67 % en caballos sometidos a tratamiento quirúrgico o médico de paladar hendido congénito; sin embargo, existe una gran variación entre los informes de casos, y puede surgir una amplia gama de complicaciones, según la gravedad del defecto.
Si el paladar blando está afectado en una gran extensión, el pronóstico es malo, incluso con intervención quirúrgica. La corrección quirúrgica se debe intentar únicamente después de que se hayan abordado las cuestiones éticas y el animal afectado haya sido esterilizado quirúrgicamente o eliminado del grupo de reproductores para evitar la transmisión de la anomalía a futuras generaciones.
Anomalías oclusales en animales
Cortesía del Dr. Lisa Pearson.
Cortesía del Dr. Lisa Pearson.
Cortesía del Dr. Lisa Pearson.
Las anomalías de la oclusión debidas a longitudes anómalas del maxilar y la mandíbula son frecuentes. El braquignatismo, también llamado mandíbula corta o pico de loro en caballos, se manifiesta cuando la mandíbula es más corta que el maxilar. La afección se puede encontrar, con diferente gravedad e incidencia, en todas las especies de animales.
Se han identificado rasgos recesivos y trastornos asociados con el braquignatismo en el ganado vacuno Red Angus y Simmental, así como en el ovino Merino. El braquignatismo congénito en el ganado vacuno también puede deberse al virus de la diarrea vírica bovina. El braquignatismo es común en caballos, debido a un maxilar alargado o a una mandíbula acortada. La forma de transmisión hereditaria es desconocida. La afección puede desarrollarse en el útero como resultado del tratamiento de la yegua con griseofulvina.
La mayoría de los caballos no presentan disfagia; sin embargo, son frecuentes las maloclusiones de los molares y se requiere un cuidado dental regular. En potros puede intentar corregirse mediante la colocación quirúrgica de bandas de tensión alrededor de los incisivos maxilares para inhibir el crecimiento maxilar de modo que las superficies oclusales puedan alinearse mejor a medida que la mandíbula continúa creciendo.
En pequeños animales las formas leves de braquignatismo pueden tener o no importancia clínica; sin embargo, las más graves pueden causar lesión traumática del paladar duro o restricción del crecimiento mandibular normal producidos tras la erupción de los dientes caninos mandibulares permanentes. El tratamiento varía desde inexistente, hasta diversos procedimientos ortodóncicos o endodóncicos, según la gravedad del problema. A menudo se extraen los dientes caninos mandibulares o se realiza una reducción de la corona, con pulpotomía o tratamiento radicular concomitante. La intervención temprana es la recomendada, pues mejora los resultados tanto a corto como a largo plazo.
Cortesía del Dr. Lisa Pearson.
Cortesía del Dr. Ben Colmery III.
El prognatismo, también denominado boca inferior o, en los caballos, boca de mono o boca de cerdo, se identifica cuando la mandíbula es más larga que el maxilar. En perros braquicéfalos y gatos Persas, se considera el prognatismo una característica normal de la raza. En los caballos, se observa con mayor frecuencia en las razas miniatura y Árabes. La gravedad varía y la afección puede no necesitar tratamiento. En los casos graves en potros, la colocación quirúrgica de las bandas de tensión puede permitir el crecimiento maxilar continuo mientras se restringe el crecimiento mandibular. Las consecuencias más graves del prognatismo son el resultado de las maloclusiones. Los potros afectados pueden tener dificultades para mamar y los animales más mayores pueden tener dificultades para pastar. Las maloclusiones de los molares deben tratarse con un cuidado dental regular.
La condrodisplasia, un rasgo dominante simple del ganado Dexter, es un defecto mortal que puede dar lugar a "terneros Bulldog", que se caracterizan por una malformación esquelética grave y displasia craneofacial que tiene la apariencia de prognatismo.
Anomalías de la lengua en animales
La anquiloglosia, también llamada "frenillo corto", es un trastorno de los perros Pastores de Anatolia que se caracteriza por un frenillo lingual corto y engrosado que inhibe los movimientos normales de la lengua. Por un mecanismo desconocido, no se produce la apoptosis fetal normal de los dos tercios craneales del frenillo. Clínicamente, la lengua tiene una muesca o forma de "W". Los animales pueden experimentar disfagia, dificultad para mamar, beber o lamer, dificultad para vocalizar e impedancia del jadeo y por lo tanto termorregulación. Se puede corregir por frenoplastia. No se recomienda la reproducción de los animales afectados.
La microglosia es un defecto congénito caracterizado por la pérdida o falta o desarrollo insuficiente de las porciones delgadas lateral y rostral de la lengua que tiene como consecuencia alteraciones de la prensión y motilidad. A menudo se le llama "lengua de pájaro" en perros y puede formar parte del "síndrome del cachorro debilitado", porque los cachorros afectados maman y tragan con dificultad y pueden aspirar y deshidratarse rápidamente. En el ganado vacuno se ha observado una salivación excesiva. Incluso con medidas dietéticas de apoyo, el pronóstico es malo.
La macroglosia, o lengua grande, se ha descrito en asociación con disgenesia nasofaríngea en los Teckels. También se ha observado en razas de ganado de doble musculatura, como el Azul Belga, y puede inhibir la lactación de los terneros.
La epiteliogénesis imperfecta es un trastorno de la piel en el que el epitelio está ausente, dejando la dermis al descubierto. Las áreas comúnmente afectadas incluyen las extremidades, la espalda y la mucosa oral y la lengua. El trastorno se hereda de una manera recesiva simple y está bien descrito en ovejas, ganado vacuno y caballos, especialmente en los caballos de Silla Americanos. Se suele elegir la eutanasia, pero la reparación quirúrgica puede intentarse en casos seleccionados.
Síndrome de labios apretados del Shar Pei
El síndrome del labio apretado, un vestíbulo del labio inferior pequeño o ausente, es un defecto congénito de algunos perros Shar Pei. El labio inferior recubre los incisivos mandibulares y los caninos, interrumpiendo la oclusión normal, inhibiendo el crecimiento mandibular y provocando que el perro se muerda el labio (lo cual presenta problemas de bienestar). En casos extremos, los incisivos mandibulares se dirigen lingualmente. Se ha descrito la corrección quirúrgica mediante queiloplastia empleando varias técnicas de colgajo mucoso diferentes. Cualquier animal que haya sido sometido a corrección quirúrgica no debe presentarse a concurso y no debe ser cruzado.