La hepatitis lobular disecante es un patrón de reacción hepático único, más que un síndrome hepático único. Las características histológicas se caracterizan por una lesión hepática asociada con infiltrados inflamatorios intrasinusoidales no supurativos que producen fibrosis sinusoidal panlobulillar. Aunque se describe con más frecuencia en perros jóvenes y adultos jóvenes y en un pequeño grupo de Caniches estándar emparentados, este trastorno aparentemente no tiene predilección por raza, sexo o edad. La pérdida de peso y la ascitis, con o sin ictericia, son signos clínicos frecuentes. Las anomalías de laboratorio incluyen hipoalbuminemia, hipocolesterolemia, BUN bajo y aumento de las concentraciones de ABST en perros sin ictericia. Las enzimas hepáticas pueden estar normales, ligeramente elevadas, o muy elevadas. Las DPSA se desarrollan debido a la hipertensión portal sinusoidal intrahepática adquirida. Las concentraciones hepáticas de cobre no están consistentemente aumentadas. El síndrome suele progresar a cirrosis. Se recomienda un tratamiento de apoyo para la EH, la ascitis y el control de la fibroplasia y la inflamación como se ha descrito previamente. La colchicina (0,03 mg/kg, PO, diariamente a días alternos) se ha utilizado para controlar la fibrosis y la inflamación sinusoidal en algunos perros. Otros perros han sido tratados con protocolos inmunomoduladores más convencionales con PhosChol® (fosfatidilcolina poliinsaturada con 52 % de dilinoleoil fosfatidilcolina, 25-50 mg/kg/día), como antifibrótico con menos efectos adversos. Este es un síndrome poco conocido y caracterizado y, en algunos casos, puede reflejar la exposición a hepatotóxicos.