La agenesia de la vesícula biliar describe la ausencia congénita de la vesícula biliar. Si no hay malformaciones congénitas de las estructuras biliares intrahepáticas, es una anomalía intrascendente.
La atresia biliar describe el mal desarrollo congénito de las estructuras biliares intrahepáticas y es poco frecuente. Los individuos afectados presentan ictericia y mala condición fisica a una edad temprana. El pronóstico es malo.
En gatos se identifica una vesícula bilobulada ocasionalmente durante la ecografía o en la cirugía como una anomalía intrascendente.
La hiperplasia quística de la mucosa de la vesícula biliar también se conoce como hipertrofia quística mucinosa, hiperplasia quística mucinosa y colecistitis mucinosa (aunque no es una lesión inflamatoria). Se sopecha que las hormonas esteroideas juegan un papel en la inducción de lesiones, pero no se sabe con seguridad. No hay inflamación asociada y la superficie serosa de la vesícula biliar permanece intacta. Estas lesiones hiperplásicas se identifican rutinariamente en perros con mucocele de la vesícula biliar, en el que las estructuras "quísticas" están llenas de mucina viscoelástica.
La alteración de la motilidad de la vesícula biliar puede ser un síndrome emergente en los perros y puede preceder al desarrollo de GBM. El síndrome puede estar relacionado con las hormonas esteroideas, basándose en las primeras observaciones de un aparente vínculo entre el desarrollo de mucocele y el tratamiento con compuestos progestacionales. Se ha demostrado experimentalmente (in vitro) que las hormonas sexuales (progestágenos, andrógenos) reducen la contractilidad del músculo liso de la vesícula biliar en modelos animales experimentales.