La paraqueratosis ruminal es una enfermedad que afecta a vacas y ovejas caracterizada por endurecimiento y agrandamiento de las papilas del rumen. Es más frecuente en animales que consumen raciones ricas en concentrado en el periodo de acabado. También se produce en el ganado vacuno alimentado con raciones de granulado de alfalfa tratado térmicamente, así como en terneros con acidosis ruminal prolongada debido a la acumulación reticulorruminal de leche ("bebedores ruminales"). También puede darse en terneros jóvenes en desarrollo antes del destete, si se alimentan con concentrados a base de grano finamente molido sin forraje adicional. La paraqueratosis ruminal no parece estar relacionada con la alimentación con antimicrobianos o concentrados proteicos. La incidencia en un grupo dado puede alcanzar hasta el 40 %. Se piensa que las lesiones están causadas por la reducción del pH y el aumento de la concentración de ácidos grasos volátiles (AGV) en el líquido ruminal, y que por lo general no se desarrollan en el ganado alimentado con granos integrales sin procesar (con los que los animales aumentan de peso con la misma facilidad). Esto puede estar relacionado con el pH más alto y la concentración más alta de ácido acético que los AGV de cadena más larga en el contenido ruminal.
Muchas de las papilas están agrandadas y endurecidas y varias pueden adherirse entre sí para formar haces. Las papilas del saco ventral craneal están frecuentemente afectadas. En el ganado vacuno, el techo del saco dorsal puede mostrar focos múltiples (cada uno de 2-3 cm2) de paraqueratosis. En las ovejas, las papilas anormales pueden ser visibles y palpables a través de la pared del rumen intacto. Las papilas afectadas contienen capas excesivas de células epiteliales queratinizadas, partículas de alimento y bacterias. Los rúmenes del ganado vacuno afectado son difíciles de limpiar en la preparación de tripas. El epitelio anormal, al interferir con la absorción, puede disminuir la eficiencia del uso de alimentos y la tasa de ganancia de peso, aunque hay poca evidencia que respalde esta teoría.
La paraqueratosis ruminal puede evitarse terminando el cebo de los animales con raciones que contengan ingredientes no molidos, en proporción de 1 parte de fibra a 3 partes de concentrado. La necesidad y la repercusión económica de la prevención no están todavía bien definidas.