La enteropatía proliferativa porcina es una enfermedad diarreica común de cerdos en fase de cebo y cerdos jóvenes de cría, caracterizada por hiperplasia e inflamación del yeyuno, el íleon, el ciego y el colon. La enfermedad puede ser subclínica o leve y autolimitante; en algunos casos, sin embargo, hay diarrea persistente, enteritis necrótica grave o enteritis hemorrágica con mortalidad elevada.
Etiología y patogenia de la enteropatía proliferativa porcina
El agente etiológico de la enteropatía proliferativa porcina es Lawsonia intracellularis, una bacteria intracelular, gramnegativa, pequeña y con forma de bacilo. El microorganismo solo se ha aislado en los cultivos celulares y todos los intentos de propagación a medios libres de células han fracasado. En los cerdos infectados, las bacterias pueden visualizarse en el citoplasma apical de los enterocitos proliferativos. La replicación bacteriana se produce libremente en el citoplasma de los enterocitos, y algunas de estas bacterias pasan a cada célula hija durante la mitosis. Las células infectadas no maduran y continúan replicando, dando lugar a una enteropatía proliferativa. La mayoría de los cerdos se recuperarán finalmente de la infección, y es probable que la inmunidad celular sea importante para la resolución de la enfermedad.
Hallazgos clínicos de la enteropatía proliferativa porcina
Cortesía del Departamento de Patología de la Universidad de Guelph.
Cortesía del Dr. Eric R. Burrough.
Cortesía del Dr. Eric R. Burrough.
La forma no hemorrágica más común de la enteropatía proliferativa porcina a menudo afecta a cerdos que pesan 18-36 kg y se caracteriza por la aparición súbita de diarrea. Las heces son blandas o acuosas y a menudo de color marrón rojizo o ligeramente teñidas de sangre. La mayoría de los cerdos afectados se recuperan espontáneamente; sin embargo, un número notable puede desarrollar enteritis necrótica crónica con pérdida progresiva de condición corporal. La forma hemorrágica se caracteriza por palidez cutánea, debilidad y melena, y los animales afectados pueden morir inesperadamente. Las cerdas gestantes nulíparas pueden abortar.
Lesiones
Las lesiones pueden aparecer en cualquier lugar desde la mitad del yeyuno hasta el ciego y el colon; sin embargo, a menudo son más evidentes en el íleon. La pared del intestino está engrosada, el mesenterio puede estar edematoso y los nódulos linfáticos mesentéricos están frecuentemente agrandados. La mucosa intestinal aparece engrosada y rugosa, puede estar cubierta por una membrana fibrinonecrótica parduzca o amarilla y a menudo presenta hemorragias superficiales. Pueden encontrarse cilindros amarillos de material necrótico en el íleon o atravesando el colon. La necrosis circunferencial de la mucosa en los casos crónicos hace que el intestino esté rígido, como si fuera una manguera de jardín. Las lesiones proliferativas de la mucosa suelen estar presentes en el colon; sin embargo, pueden ser multifocales y detectarse solo mediante una inspección cuidadosa en el examen post mortem. En la forma hemorrágica profusa hay heces de color negro rojizo o alquitranadas en el colon, y a menudo hay una acumulación característica de sangre coagulada en la luz del íleon.
Diagnóstico de la enteropatía proliferativa equina
Prueba de PCR o inmunohistoquímica para Lawsonia intracellularis.
Evaluación histopatológica
La confirmación de la enteropatía proliferativa porcina se basa en la observación histológica de la proliferación característica de las criptas mucosas. L intracellularis (pequeños bacilos curvados que se parecen a Campylobacter) por lo general se puede demostrar mediante tinciones de plata o inmunohistoquímica. Las pruebas de PCR están disponibles y son útiles para confirmar la presencia de ácido nucleico de L intracellularis. Las pruebas de PCR se pueden aplicar a las heces o a muestras a nivel poblacional, como los líquidos orales; sin embargo, el microorganismo es endémico en la mayoría de las explotaciones y, por tanto, la detección por sí sola puede tener poco valor diagnóstico. El cultivo bacteriano del intestino y de los nódulos linfáticos para excluir la infección por Salmonella, junto con el examen histológico y el cultivo del ciego y del colon para descartar la disentería porcina, es un procedimiento adicional esencial porque las infecciones mixtas con estos agentes son frecuentes. Hay pruebas serológicas disponibles; sin embargo, son de uso limitado en el diagnóstico de enfermedades, dada la naturaleza endémica de este agente, y son más adecuadas para la vigilancia y el seguimiento en la explotación.
Tratamiento y control de la enteropatía proliferativa porcina
Antimicrobianos
Vacunación
Para tratar la enteropatía proliferativa porcina se pueden administrar varios antimicrobianos por vía parenteral a los cerdos afectados de forma aguda, y con alimento o agua al resto del grupo. El tratamiento antimicrobiano puede ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad y evitar el desarrollo de enteritis necrótica crónica e irreversible. Las vacunas comerciales están disponibles y pueden ser muy eficaces para mitigar la enfermedad.
Puntos clave
La enteropatía proliferativa porcina es más común en cerdos en crecimiento y adultos jóvenes.
La infección provoca la proliferación de la mucosa intestinal.
La detección directa de L intracellularis dentro de las lesiones es importante para un diagnóstico definitivo.
Para más información
Vannucci FA, Gebhart CJ. Recent advances in understanding the pathogenesis of Lawsonia intracellularis infections. Vet Pathol. 2014;51(2):465–477.
Vannucci FA, et al. Proliferative enteropathy. In: Zimmerman JJ, et al, eds. Diseases of Swine, 11th ed. John Wiley and Sons, Inc; 2019: 898–911., Hoboken, NJ.