La mayoría de los grandes animales son herbívoros, y una función dentaria eficiente es la clave para la ingestión de alimentos y para mantener una condición física normal. Es fundamental que el veterinario conozca las variaciones en la estructura anatómica, la fórmula dentaria y el programa de erupción de los dientes deciduos y permanentes, y debe revisarse antes de realizar la odontología en cualquier especie ( ver la Tabla: Fórmulas dentales de varias especies animales).
La fórmula dentaria decidua y permanente de las vacas, ovejas y cabras es similar. Todos los rumiantes carecen de incisivos superiores, y los incisivos mandibulares braquidónticos (de corona corta) se juntan con una almohadilla dental cornificada maxilar. En muchas especies de herbívoros, el pastoreo casi continuo o la rumia conducen al desgaste dental. El desgaste de la corona dental se ha contrarrestado gracias al desarrollo de dientes hipsodontos (de corona larga) que se acompañada de la erupción continua de la corona de reserva. Las arcadas dentarias del caballo constan de al menos nueve dientes (tres incisivos separados por un diastema [el espacio interdental], tres premolares y tres molares) en cada cuadrante de la boca. Estos dientes hipsodontos disponen de una forma en sierra regular, constituida por bordes afilados de esmalte que cortan y trituran la celulosa. Al mismo tiempo, la naturaleza quebradiza del esmalte dental está protegida por la dentina que lo rodea y por el cemento periférico. En el curso normal de la masticación del forraje, la tasa de erupción del diente se corresponde con la tasa de desgaste de la corona oclusal. Los caballos machos adultos tienen grandes dientes caninos permanentes situados en el espacio interdental. Estos están ausentes o son muy pequeños en las yeguas (dimorfismo sexual).
Entre los grandes animales domésticos más comunes, el caballo es el que requiere un mayor cuidado dental. En la industria porcina, la extracción o amputación de los caninos deciduos en lechones y la amputación de colmillos en los verracos, pueden formar parte del manejo rutinario. En los camélidos del Nuevo Mundo (llamas, etc.), se lleva a cabo el despuntado de los dientes que les sirven para pelear (es decir, el único incisivo y canino superiores y los caninos inferiores) para reducir el peligro y las consecuencias de las peleas. ( ver Llamas y alpacas para obtener información adicional sobre el cuidado dental). Las especies exóticas también pueden presentar diversas afecciones dentales, como los colmillos impactados en los elefantes jóvenes o la periostitis dental y la actinomicosis maxilar en ualabís y canguros.
Signos de enfermedad dental
La enfermedad dental (p. ej., dientes partidos, enfermedad periodontal y arcadas dentarias irregulares) son una causa subyacente común de falta de apetito, pérdida de la condición física o bajo rendimiento en la lactancia. Los signos clásicos de los problemas dentales en los caballos son la dificultad o lentitud para comer y el que se muestren remisos a beber agua fría. Durante el proceso de masticación, el caballo puede detenerse por unos momentos y luego volver a comenzar. Algunas veces la cabeza se inclina hacia un lado como si el caballo tuviera dolor. En ocasiones, el caballo coge el alimento con la boca y forma un bolo con él, pero se le cae de la boca después de haberlo masticado parcialmente. Ocasionalmente, la comida semimasticada puede quedarse impactada entre los dientes y la carrillada o quedarse alojada en el esófago, pudiendo producir asfixia. Para evitar masticar con un diente o una boca doloridos, el animal puede engullir el alimento rápidamente y a continuación sufrir indigestión, asfixia o cólico. Puede haber una falta de deseo de comer grano duro acompañada de grano no digerido en las heces. Otros signos de enfermedad dental en caballos son la sialorrea y la presencia de mucosidad sanguinolenta en la boca, junto con el aliento fétido propio de la caries dental. Las caries dentales extensas acompañadas de periostitis y formación de abscesos de la raíz pueden dar lugar a empiema de los senos paranasales y secreción nasal unilateral intermitente. Tal vez haya tumefacción facial o mandibular y formación de fístulas mandibulares a partir de infecciones apicales de las muelas inferiores.
Los caballos pueden mostrarse remisos a aceptar el bocado, sacudir la cabeza cuando se les está montando o resistirse a las técnicas de entrenamiento por el desgaste irregular de las muelas y a los picos en los dientes maxilares y las laceraciones de la mucosa bucal que los acompañan. La presencia de pequeños primeros premolares superiores ("dientes de lobo") en caballos puede estar asociada con resistencia al bocado.
Examen dental
En la mayoría de casos, la anamnesis, la edad y los signos clínicos están correlacionados. Siempre se debe hacer una exploración física completa, seguida de una exploración dental exhaustiva y detallada. En la mayoría de los grandes animales, caballos incluidos, puede ser necesaria la sedación; algunos animales pueden requerir anestesia general. Un examen oral completo se facilita enjuagando la boca con agua tibia e iluminando la cavidad oral con una linterna frontal potente mientras se usa un espéculo oral. La mayoría de los espéculos orales diseñados para caballos o ponis se pueden modificar reemplazando la placa incisiva superior con una placa de goma acolchada plana para su uso en rumiantes. Un espejo dental o una cámara endoscópica aumentan mucho la calidad del examen oral. El examen dental oral a menudo se ayuda con la radiografía u otras imágenes avanzadas como la TC, la gammagrafía o la RM.
Profilaxis dental y extracciones rutinarias
La profilaxis dental rutinaria que consiste en una exploración dental completa y una odontoplastia de las puntas afiladas del esmalte es importante en el cuidado de la salud de los caballos. Los bordes del esmalte deben limarse dos veces al año hasta el establecimiento de la dentición permanente, y a partir de entonces, tan frecuentemente como sea necesario, según el manejo del caballo. Los caballos que pastan en libertad o en hierba suelen necesitar una profilaxis dental anual; los caballos confinados en establos y alimentados esencialmente con heno y grano pueden necesitar exámenes orales y profilaxis dental dos veces al año.
El objetivo de la profilaxis dental es eliminar los bordes afilados del esmalte de los dientes que puedan estar causando irritación de los tejidos blandos de la mejilla y cualquier alargamiento de la superficie oclusal. Esta odontoplastia se conoce a menudo como "flotar" el diente. Al mantener la superficie oclusal normal se evita el desarrollo de irregularidades del desgaste de las arcadas dentarias. La profilaxis dental se suele poder realizar con una simple sujeción y/o el uso de sedantes y analgésicos. En la actualidad, los equipos eléctricos se utilizan con más frecuencia que las escofinas manuales para limar, equilibrar y realinear las superficies oclusales de los incisivos y los dientes de la mejilla. Los instrumentos eléctricos se deben utilizar con cuidado para evitar el traumatismo térmico y por presión sobre la dentina y la pulpa. Esto significa utilizar amoladoras de baja velocidad (6 000-12 000 rpm) con tiempos de contacto cortos, una presión ligera y una irrigación de agua intermitente, sin eliminar más de 3-5 mm de superficie oclusal cada 3-6 meses.
Cortesía del Dr. Jack Easley.
Los bordes afilados de los dientes de lobo se ha sido descrito como causa de la resistencia al bocado en los caballos. Estos pequeños dientes, localizados justo rostrales a la fila de dientes superiores, a menudo se extraen en caballos de competición. Este procedimiento se puede realizar en el caballo sedado en estación con la ayuda de anestesia de infiltración local. La unión gingival al diente se eleva y se usa un luxador dental o un elevador para aflojar el diente. Un pequeño fórceps de extracción puede sujetar la corona y sacar el diente de su alvéolo. Para la cicatrización del alvéolo se requiere un cuidado posterior mínimo o una restricción dietética y reposo.
La mayoría de los procedimientos dentales se pueden realizar en el caballo en estación, sedado, con o sin anestesia regional, pero algunos procedimientos dentales importantes (p. ej., las repulsiones y la reparación de fracturas) suelen requerir anestesia general. En la mayoría de los casos se necesitan una evaluación radiográfica y la protección de las vías aéreas de la entrada de detritos. Algunos dientes cariados se pueden extraer por la boca utilizando separadores de molares, pinzas de extracción y elevadores. Sin embargo, en algunos casos, se prefiere la exposición quirúrgica y la repulsión de los dientes o la sección y la elevación. La conservación del diente mediante resección del ápice de la raíz y endodoncia ha demostrado que la extracción no es necesaria en todos los casos de caries dental en caballos.