Oesophagostomum spp (gusanos nodulares) es prevalente en todo el mundo; O dentatum es la más común de las especies, aunque O quadrispinulatum suele ser ligeramente más patógena. Los adultos se encuentran en la luz del intestino grueso. Son de 8-15 mm de longuitud, finos, y blancos o grises. El ciclo biológico es directo. Los huevos se excretan en las heces; las larvas infestantes de tercera fase (L3) se encuentran en los pastos al cabo de 1 semana y pueden sobrevivir durante aproximadamente 1 año en condiciones óptimas. La infestación se produce con la ingestión de las L3, que penetran en la mucosa del intestino grueso pocas horas después y vuelven al lumen a los 6-20 días. El período prepatente es de aproximadamente 3-6 semanas. Se ha observado un aumento periparto en la producción de huevos de nematodos en las cerdas desde 2 semanas antes del parto hasta el destete; sin embargo, este fenómeno es mucho menos constante en los cerdos que en las ovejas y su importancia epidemiológica es cuestionable. Los adultos causan poco daño a la mucosa, por lo que los síntomas clínicos tienden a estar ausentes. Los cerdos muy infectados pueden presentar anorexia, emaciación y trastornos gastrointestinales. La muerte rara vez ocurre.
La capa serosa muestra nódulos pequeños cuyo tamaño refleja la especie y la exposición previa. En los casos graves, la pared intestinal puede estar engrosada y necrótica. Las infestaciones graves pueden reducir la capacidad de lactación de las cerdas y el peso corporal de los cerdos en cebo.
La infestación induce solo una inmunidad moderada, por esta razón la prevalencia de nódulos verminosos tiende a ser más alta en los grupos de mayor edad (cerdas, verracos). En las infestaciones patentes, se encuentran huevos típicos de estróngilos (66-80 × 38-47 micrómetros) en las heces, con frecuencia en número elevado. Estos pueden diferenciarse de los de Hyostrongylus mediante cultivo de las larvas.
En el examen post mortem, los vermes y las lesiones son fácilmente visibles. Los benzimidazoles, el levamisol, la piperazina, el diclorvos, el tartrato de pirantel, la doramectina, y la ivermectina son eficaces; sin embargo, se ha observado resistencia antihelmíntica en los benzimidazoles, el levamisol y el pirantel. Una dieta compuesta de carbohidratos de alta degradación puede ayudar en el control de los nematodos creando condiciones desfavorables, que disminuyen su establecimiento y fecundidad.