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Cestodos en perros y gatos

(Cestodos)

PorAndrew S. Peregrine, BVMS, PhD, DVM, DEVPC, DACVM-Parasitology
Revisado/Modificado oct 2022

Los cestodos de perros y gatos tienen ciclos biológicos indirectos con tenias adultas localizadas en el intestino delgado de los animales y en la fase larvaria (metacestodo) que se encuentra en un hospedador intermediario. Los perros y gatos se infestan por ingestión del hospedador intermediario infestado. La mayoría de los gatos y perros urbanos come alimentos preparados y tiene acceso restringido a presas naturales. Estos animales aún pueden adquirir Dipylidium caninum (la tenia del perro de doble poro) al ingerir pulgas durante el aseo. En muchas partes del mundo, estas infecciones parecen ser frecuentes. Los gatos con acceso a ratones y ratas domésticas (o de campo) infestadas también pueden adquirir Taenia taeniaeformis.

Los perros suburbanos, rurales y de caza tienen un mayor acceso a varios mamíferos pequeños, además de carne cruda y vísceras de ungulados domésticos y silvestres. Se pueden esperar varios cestodos en estos perros ( ver la Tabla: Cestodos de perros y gatos en América del Norte). A nivel mundial, los dos más importantes son Echinococcus granulosus en sentido amplio (quiste hidatídico) y Echinococcus multilocularis (quiste hidatídico alveolar/tenia del zorro).

En las explotaciones de ovino en extensivo y dondequiera que haya ungulados y cánidos silvestres, los perros pueden adquirir E granulosus sensu lato. El análisis de ADN ha indicado que E granulosus en sentido amplio es un complejo de especies que comprende E granulosus en sentido estricto (cepas de oveja/búfalo G1, G2, G3), Echinococcus equinus (cepa equina G4), Echinococcus ortleppi (cepa bovina G5), Echinococcus intermedius (cepa de camello G6, cepa de cerdo G7) y Echinococcus canadensis (cepas de cérvidos G8, G10). Los perros son hospedadores definitivos para todas estas especies. Además, todos excepto E equinus son un problema de salud pública. E multilocularis se ha encontrado en la fauna del Ártico de América del Norte, el medio oeste de EE. UU. y el sur de Canadá (desde la Columbia Británica hasta Ontario). El parásito también es endémico en muchas partes de Europa central y oriental, especialmente en Francia, Alemania, Suiza y China.

Hasta ahora, las infestaciones intestinales en los perros y, en mucha menor medida, en los gatos, suelen ser poco frecuentes (<1 %); sin embargo, son un problema de salud pública digno de mención. Por otra parte, además de desarrollar infecciones intestinales por ingestión de roedores infectados, los perros pueden desarrollar equinococosis alveolar (enfermedad debida a la fase larvaria del parásito, por lo general en el hígado) por ingestión de huevos de parásitos (p. ej., en heces de cánidos silvestres). Estas infecciones, aunque poco frecuentes, se han diagnosticado en múltiples perros en Europa central, en el sur de Canadá y en Virginia, EE. UU.

Spirometra mansonoides es un parásito poco común (pero no raro) de los gatos y ocasionalmente de los perros a lo largo del este y las zonas de la costa del Golfo de América del Norte y también partes de América del Sur. Otras especies se encuentran en Asia, Australia y Europa. Las infecciones se adquieren por ingestión del segundo hospedador intermediario de los parásitos (anfibios, reptiles, aves).

En partes del sur de Europa y Oriente Medio, los gatos con acceso a reptiles pueden infestarse por Diplopylidium nölleri. En ciertas partes del mundo (p. ej., India, Oriente Medio, norte de África, sudeste de Asia, sur de Europa) los perros y gatos con acceso a reptiles pueden adquirir Joyeuxiella pasqualei.

Tabla
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La asociación con perros infestados puede dar lugar a una infestación humana por metacestodos de E granulosus, E multilocularis, Taenia multiceps, Taenia serialis, o Taenia crassiceps en diversos tejidos (por ingestión de huevos que pasan en las heces del perro), o de adultos de D caninum en el intestino (por ingestión de pulgas infestadas). La presencia de metacestodos en animales de producción puede causar la limitación del uso comercial de su canal o de las vísceras. Así pues, los cestodos de perros y gatos pueden tener importancia tanto económica como de salud pública ([XRef]).

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Signos clínicos de cestodos en perros y gatos

Los cestodos adultos, presentes en el intestino de perros y gatos, rara vez causan enfermedad y los signos clínicos, si se manifiestan, pueden depender del grado de infestación, edad, condición física y raza del hospedador. Los signos clínicos varían desde bajo rendimiento, malestar, irritabilidad, apetito caprichoso y pelaje desgreñado hasta cólicos y diarrea leve; en raras ocasiones se observa intususcepción u obstrucción del intestino, emaciación y convulsiones.

Diagnóstico de cestodos en perros y gatos

El diagnóstico de cestodos (tenias) se basa en la detección de proglótidos o huevos en las heces. Sin embargo, todos los métodos de flotación fecal tienen baja sensibilidad. También debe tenerse en cuenta que los huevos de Taenia spp y de Echinococcus spp no pueden diferenciarse mediante el examen microscópico; se necesitan métodos de pruebas de PCR. La sedimentación fecal o la flotación fecal pueden revelar los huevos de Diphyllobothrium o Spirometra spp, que, a diferencia de los cestodos más comunes, carecen de ganchos; a veces se confunden con huevos de trematodos, aunque son más grandes y poseen un opérculo que a menudo es difícil de ver.

En algunas partes del mundo hay pruebas de antígeno fecal para Echinococcus spp disponibles.

Tratamiento y control de cestodos en perros y gatos

El tratamiento y la prevención son necesarios para el control de los cestodos intestinales de perros y gatos. Es necesario establecer un diagnóstico exacto antes de aconsejar sobre cómo impedir eficazmente la reinfestación. Los animales que deambulan libremente suelen reinfectarse por la ingestión de metacestoides en la carroña o en los animales de presa. D caninum es diferente, porque puede ciclar a través de las pulgas que pueden estar asociadas a los animales infestados confinados.

El tratamiento eficaz incluye la eliminación de los escólices adheridos del intestino delgado de los animales infectados. ([XRef] para tratamientos específicos aprobados).

Para perros: 1) el fenbendazol y el praziquantel están aprobados para el tratamiento de Taenia spp; el epsiprantel está aprobado para Taenia pisiformis; 2) el epsiprantel, el nitroscanato y el praziquantel están aprobados para D caninum; y 3) el praziquantel está aprobado para el tratamiento de Echinococcus spp ( ver la Tabla: Fármacos para los helmintos intestinales de los perros aprobados en EE. UU. y el Reino Unido).

Para gatos: 1) el fenbendazol y el praziquantel están aprobados para el tratamiento de Taenia spp; el epsiprantel está aprobado para T taeniaeformis; 2) el epsiprantel y el praziquantel están aprobados para el tratamiento de D caninum; y 3) el praziquantel está aprobado para el tratamiento de E multilocularis ( ver la Tabla: Fármacos para los helmintos intestinales de los gatos aprobados en EE. UU. y el Reino Unido).

Fuera de EE. UU. y Reino Unido, el praziquantel está aprobado para su uso en varios países a dosis de 5 mg/kg para el tratamiento de J pasqualei en perros (como praziquantel/pirantel/febantel) y gatos (como praziquantel/pirantel). En el Reino Unido, la UE, India y otros países, el praziquantel está registrado a 10 mg/kg para el tratamiento de J pasqualei y Joyeuxiella fuhrmanni en gatos (como praziquantel/eprinomectina/fipronil/metopreno tópico). En India también está registrada la misma dosis/combinación de praziquantel para el tratamiento de Diplopylidium spp en gatos.

En perros, el praziquantel a 7,5 mg/kg, PO, durante 2 días consecutivos es eficaz frente a Diphyllobothrium sp. Si esto no elimina la infección, debe administrarse una dosis única de 35 mg/kg, PO. Una sola dosis de 35 mg/kg, PO, elimina Diphyllobothrium latum de gatos infectados.1 Todos los tratamientos son extra-etiqueta.

Las infestaciones por Spirometra sp en perros y gatos pueden tratarse con praziquantel a 7,5 mg/kg, PO o SC, durante 2 días consecutivos. Las infestaciones por Spirometra sp en perros y gatos también pueden tratarse con praziquantel a 25 mg/kg, PO, diariamente durante 2 días consecutivos. Todos estos tratamientos son fuera de registro.

En 2018 se describió la resistencia al praziquantel y al epsiprantel en dosis registradas en D caninum en varios estados de EE. UU. Las infecciones se eliminaron usando nitroscanato o pirantel/praziquantel/oxantel a las dosis aprobadas.

Prevención de cestodos en perros y gatos

Para perros y gatos con alto riesgo de desarrollar infestaciones intestinales por Taenia spp, el praziquantel puede administrarse a la dosis aprobada cada 3-6 meses como preventivo. En regiones donde E granulosus en sentido amplio es problemático, los perros con riesgo de desarrollar infestaciones intestinales (p. ej., por ingestión de órganos internos de rumiantes) pueden ser tratados cada 6 semanas con praziquantel a la dosis registrada para evitar la eliminación de huevos en el medio ambiente. En regiones donde E multilocularis es un problema, los perros con riesgo de desarrollar una infección intestinal (es decir, por ingestión de roedores infectados) pueden ser tratados cada 4 semanas con praziquantel a la dosis aprobada para eliminar el problema de salud pública. Los gatos de alto riesgo se pueden tratar de forma similar. Sin embargo, el riesgo de infestación humana por gatos infestados se considera mucho menor que por perros infestados.

Referencias

  1. AAVP and Sakamoto T. 1977. The anthelmintic efficacy of Droncit on adult tapeworms of Hydatigerataeniaeformis, Mesocestoidescorti, Echinococcusmultilocularis, Diphyllobothriumerinacei, and D. latum. Vet Med Rev 1:64–74.

Para más información

  • Deplazes P, Eckert J, Mathis A, von Samson-Himmelstjerna G, Zahner H. 9.3 Class Cestoda (tapeworms). In: Parasitology in Veterinary Medicine. Wageningen Academic Publishers; 2016:206–253.

  • Bowman DD. Class Cestoidea. In: Georgis’ Parasitology for Veterinarians. Elsevier;2021:151–170.

  • Bowman DD, Hendrix CM, Lindsay DS, Barr SC. The Cestodes. In: Feline Clinical Parasitology. Iowa State University Press; 2002:183–231.

  • Adolph CB, Peregrine AS. Tapeworms. In: Sykes J, ed. Greene’s Infectious Diseases of the Dog and Cat. 5th ed. Elsevier; 2022.