Spirocerca lupi es un parásito de los perros, que se suele adquirir por ingestión de escarabajos peloteros y se asocia con el desarrollo de nódulos esofágicos que pueden volverse neoplásicos. Con mayor frecuencia se observan vómitos, tos y regurgitación. El diagnóstico se basa en estudios de imagen y análisis fecal. Se deben administrar lactonas macrocíclicas (preferiblemente doramectina) para el tratamiento, combinadas con estudios de imagen para evaluar la eficacia.
Las formas adultas de S lupi son nematodos de color rojo brillante, de 40 mm (machos) a 70 mm (hembras) de longitud, que se suelen alojar dentro de nódulos en las paredes del esófago. Las infestaciones se producen en áreas del sur de EE. UU., así como en la mayoría de las regiones tropicales y subtropicales en todo el mundo (p. ej, Grecia, India, Israel, Japón, Sudáfrica). Durante las dos últimas décadas han aumentado los informes globales de espirocercosis en perros (p. ej., en Hungría e Israel). Los perros se infestan al ingerir un hospedador intermediario (por lo general el escarabajo del estiércol) o un hospedador de transporte (p. ej., pollos, reptiles, conejos o roedores).
Las larvas migran por la pared de la arteria celíaca hacia la aorta torácica, donde suelen permanecer ~3 meses. La localización final preferida de los parásitos adultos es la pared esofágica. Los huevos se excretan en las heces ~5-6 meses después de la infestación. Los parásitos adultos pueden vivir más de 2 años.
Hallazgos clínicos de la infestación por S lupi en pequeños animales
La mayoría de los perros con infestación por S lupi no muestra signos clínicos; sin embargo, cuando hay signos clínicos presentes, suelen incluir vómitos, pérdida de peso y tos. Cuando las lesiones esofágicas son muy grandes (por lo general cuando son neoplásicas), los perros pueden tener dificultad para deglutir y pueden vomitar repetidamente después de intentar comer. Los perros afectados presentan sialorrea y en ocasiones están emaciados.
Las complicaciones asociadas incluyen neoplasia esofágica, aumento de tamaño de las glándulas salivales, engrosamiento de los huesos de las extremidades torácicas característico de la osteopatía hipertrófica y espondilitis de las vértebras torácicas. La migración aberrante ocasional puede dar lugar a signos neurológicos; el infarto del intestino delgado o grueso puede producir anorexia, debilidad y, con menor frecuencia, vómitos y diarrea. A veces, un perro muere súbitamente como resultado de una hemorragia intratorácica, después de la rotura de la aorta lesionada por los parásitos en desarrollo.
La enfermedad se observa con mayor frecuencia en razas grandes y perros adultos, callejeros, urbanos y de caza que en mascotas domésticas, razas pequeñas y cachorros.
Lesiones
Las lesiones características en S lupi son aneurismas de la aorta torácica y nódulos de tamaño variable alrededor de los vermes en el esófago. Los nódulos esofágicos se clasifican en inflamatorios, preneoplásicos o neoplásicos con metástasis potencial. Aproximadamente el 25 % de los nódulos esofágicos sufren una transformación neoplásica, por lo general a uno de los cuatro tipos de sarcoma maligno (fibrosarcoma, osteosarcoma, condrosarcoma o sarcoma indiferenciado). Pueden producirse exostosis que forman un puente entre las caras ventrales de las vértebras torácicas. Los perros con sarcoma relacionado con Spirocerca suelen desarrollar una osteopatía hipertrófica ( ver Osteopatía hipertrófica en perros).
Diagnóstico de la infestación por S lupi en pequeños animales
Anamnesis y signos.
Identificación de nódulos mediante imagen.
Identificación de huevos de S lupi en las heces.
Cortesía del Dr. Ronald Green.
La endoscopia puede revelar un nódulo o un verme adulto en el esófago y se considera la prueba de referencia para la detección de la espirocercosis esofágica canina (consulte la imagenEndoscopia esofágica, perro). Se puede hacer un diagnóstico presuntivo mediante un examen radiográfico cuando este revela masas densas en el esófago. Un estudio con bario con contraste positivo puede ayudar a definir la lesión; puede observarse dilatación del esófago o formación de hueso compatible con espondilitis de las vértebras torácicas.
La TC es una herramienta diagnóstica útil adicional, con un mayor nivel de sensibilidad que la radiografía torácica para S lupi. Sin embargo, aunque la TC suele proporcionar más información sobre la localización y gravedad de la infestación que las radiografías, la especificidad de los hallazgos para S lupi actualmente no está claro.
El diagnóstico puede facilitarse demostrando los característicos huevos pequeños y alargados (11-15 × 30-38 mcm) que contienen larvas. Los huevos se detectan más probablemente por sedimentación fecal. También pueden emplearse la flotación fecal usando NaNO3 (peso específico de 1,36) o la flotación en azúcar; sin embargo, estos métodos son menos sensibles. Los huevos se evacuan esporádicamente en las heces y pueden ser difíciles de encontrar, especialmente si hay una masa neoplásica esofágica. La prueba de PCR de las heces es una herramienta diagnóstica adicional.
Cortesía del Dr. Stephanie Nykamp.
Cortesía del Dr. Gad Baneth.
Cortesía del National Center for Veterinary Parasitology, Oklahoma State University.
Muchas infestaciones no se diagnostican hasta que se realiza la necropsia. Los nodulos varían mucho en tamaño y localización en el esófago, pero suelen ser lo suficientemente característicos como para ser diagnosticados, incluso si los nematodos ya no están presentes. Puede haber nematodos y nódulos en el pulmón, la tráquea, el mediastino, la pared del estómago u otras localizaciones anómalas.
Los aneurismas aórticos curados persisten durante toda la vida del perro y son diagnósticos de infestación previa. Cuando los sarcomas se asocian a la infestación, la lesión esofágica suele ser más grande y a menudo contiene cartílago o hueso; con frecuencia hay metástasis en los pulmones, los nódulos linfáticos, el corazón, el hígado o los riñones.
Tratamiento y control de infección S. lupi en animales pequeños
Doramectin
Monitorización de la eficacia con endoscopia o radiología.
Escisión de neoplasias no metastásicas.
El tratamiento de los casos clínicos de S lupi a menudo no es posible basándose en la extensión de la enfermedad. Se ha demostrado la eficacia frente a la espirocercosis benigna con doramectina (0,4 mg/kg, SC, seis dosis a intervalos de 2 semanas; pueden ser necesarios tratamientos adicionales). Sin embargo, la doramectina no está aprobada para su uso en perros, y con la doramectina también se produce toxicidad específica de la raza asociada con la ivermectina en los Collies y otras razas de perros de pastoreo. Como alternativa, la milbemicina oxima (0,5 mg/kg, PO, los días 0, 7, 28, después mensualmente durante al menos 2 meses) y una combinación de moxidectina al 2,5 %/imidacloprida al 10 % (2,5/10 mg/kg, respectivamente, durante al menos 12 semanas) han demostrado eficacia terapéutica, pero con menores tasas de éxito que con la doramectina.
Para todos los protocolos de tratamiento se debe utilizar la endoscopia o la radiología para evaluar la eficacia del tratamiento. La extirpación quirúrgica no suele tener éxito, debido a la extensión de las áreas del esófago afectadas. En general, el tratamiento es más eficaz si la enfermedad se diagnostica precozmente. Para perros con sarcomas inducidos por Spirocerca, se recomienda la cirugía cuando no hay evidencia de metástasis y la neoplasia está en una localización accesible. La escisión endoscópica asistida por láser de los tumores esofágicos tiene el mismo pronóstico que la escisión quirúrgica; sin embargo, tiene menos complicaciones potenciales y es menos costosa.
En las áreas endémicas se debe evitar que el perro ingiera escarabajos del estiércol, ranas, ratones, lagartos, etc., y no se le deben dar desperdicios crudos de pollo. En Europa, el tratamiento mensual con moxidectina/imidacloprid tópico está aprobado para su uso en perros como preventivo para la infestación por S lupi.
Puntos clave
Spirocerca lupi (verme esofágico) es un parásito de los perros que se suele adquirir por ingestión de escarabajos peloteros infestados.
Los parásitos adultos se suelen encontrar en la pared esofágica y provocan la formación de nódulos que pueden volverse neoplásicos.
El diagnóstico se basa en la anamnesis y los signos clínicos, las pruebas de imagen (preferiblemente endoscopia) y el examen de las heces en busca de huevos de parásitos.
La doramectina es actualmente el tratamiento más eficaz.
El tratamiento mensual con moxidectina/imidacloprid de uso tópico puede usarse para prevenir la infección.
Para más información
Oesophageal Worm. Tropical Council for Companion Animal Parasites Ltd. Accessed Oct 3, 2022. https://www.troccap.com/canine-guidelines/gastrointestinal-parasites/oesophageal-worm/
Rojas A, Dvir E, Baneth G. Insights on Spirocerca lupi, the carcinogenic dog nematode. Trends Parasitol 2020;36(1):52-63.