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Laringitis necrótica en el ganado vacuno

(Difteria del ternero, necrobacilosis laríngea)

PorJohn Campbell, DVM, DVSc
Revisado/Modificado dic 2022

La laringitis necrótica es una enfermedad aguda o crónica del ganado vacuno joven producida por Fusobacterium necrophorum, caracterizada por fiebre, tos, disnea inspiratoria y estridor. Se da principalmente en el ganado de cebadero de 3-18 meses de edad; sin embargo, se han documentado casos en terneros muy jóvenes, de 5 semanas, y en bovinos de hasta 24 meses. Los casos se observan en todo el mundo y durante todo el año, pero parecen ser más frecuentes en otoño e invierno.

F necrophorum, un anaerobio gramnegativo que no forma esporas, es un habitante normal del tracto gastrointestinal, respiratorio y urogenital de los animales. El microorganismo es un patógeno oportunista que causa varias afecciones necróticas en los animales (es decir, necrobacilosis), incluida la laringitis necrótica.

Etiología de la laringitis necrótica en el ganado vacuno

Los factores predisponentes para la laringitis necrótica no se conocen completamente. F necrophorum, con frecuencia aislado de las lesiones laríngeas del ganado vacuno afectado, es incapaz de penetrar en las membranas mucosas intactas. Las úlceras laríngeas por contacto, un hallazgo común en el ganado sacrificado, constituyen una posible vía de entrada para F necrophorum.

Transmisión, epidemiología y patogenia de la laringitis necrótica en el ganado vacuno

La laringitis necrótica es más frecuente cuando el ganado vacuno está hacinado en condiciones insalubres o en los cebaderos. La prevalencia en los terneros de cebadero se estima entre el 1-2 %. La mayoría de los casos son esporádicos y se producen durante todo el año; sin embargo, el punto álgido de la enfermedad se manifiesta en otoño e invierno. Las infecciones mixtas de las vías respiratorias superiores (causadas por el virus de la rinotraqueítis infecciosa bovina y el virus de la parainfluenza 3; Mycoplasma spp; y bacterias, como Pasteurella y Haemophilus), y la tos y la deglución asociadas con estas infecciones, pueden predisponer al ganado de cebadero a desarrollar úlceras laríngeas de contacto. Estas úlceras en los procesos vocales y de los ángulos mediales de los cartílagos aritenoides suponen una vía de entrada para F necrophorum.

F necrophorum causa inflamación, necrosis y edema de la mucosa laríngea, lo que da lugar a un estrechamiento variable de la glotis y disnea inspiratoria y estridor. Si la infección se extiende dentro del cartílago laríngeo, se desarrolla condritis laríngea, lo que puede derivar en una deformación crónica laríngea. La invasión faríngea por organismos causa malestar y se caracteriza por movimientos de deglución dolorosos. Los signos clínicos sistémicos de enfermedad se han atribuido a la exotoxina producida por F necrophorum. Las razas de ganado vacuno como el Azul Belga pueden tener predisposición a esta afección debido a una laringe estrecha y un volumen pulmonar más pequeño.

Hallazgos clínicos de la laringitis necrótica en el ganado vacuno

  • Tos húmeda y dolorosa.

  • Disnea con estridor

  • Secreción nasal purulenta

  • Salivación excesiva.

  • Olor fétido en el aliento.

  • Movimientos dolorosos de deglución.

Inicialmente, en la laringitis necrótica se observa una tos húmeda y dolorosa. Son hallazgos frecuentes una disnea inspiratoria grave, caracterizada por respiración con la boca abierta, con cabeza y cuello extendidos, y un ruidoso estridor inspiratorio. También pueden estar presentes ptialismo, frecuentes movimientos dolorosos de deglución, descarga nasal purulenta bilateral y un aliento de olor fétido. Los signos clínicos sistémicos de la laringitis necrótica pueden incluir fiebre (41,1 °C), anorexia, depresión e hiperemia de las membranas mucosas.

Los terneros no tratados pueden morir a los 2-7 días de endotoxemia y obstrucción de la vía aérea superior. Las secuelas a largo plazo consisten en neumonía por aspiración y distorsión permanente de la laringe, lo que da lugar a tos áspera y disnea inspiratoria.

Lesiones

Las lesiones se localizan típicamente sobre las cuerdas vocales y los ángulos mediales de los cartílagos aritenoides. Las lesiones agudas se caracterizan por el edema y la hiperemia que rodea una úlcera necrótica en la mucosa laríngea; las lesiones se pueden expandir alrededor de los pliegues y cuerdas vocales hasta el músculo cricoaritenoideo dorsal. En los casos crónicos, las lesiones consisten en cartílago necrótico asociado con una vía de drenaje rodeada de tejido de granulación.

Diagnóstico de la laringitis necrótica en el ganado vacuno

  • Valoración clínica

  • Inspección visual de la laringe.

Los signos clínicos suelen ser suficientes para establecer el diagnóstico de laringitis necrótica. Sin embargo, dado que muchos otros trastornos pueden causar signos clínicos de obstrucción de la vía aérea superior, se debe practicar un examen visual de la laringe para confirmar el diagnóstico. Esto puede realizarse por medio de un espéculo insertado oralmente, por laringoscopia, endoscopia o radiografía; sin embargo, debe procederse con cuidado para evitar una afectación respiratoria adicional. En el ganado vacuno con disnea grave inspiratoria, se debe realizar una traqueotomía antes del examen laringoscópico o endoscópico. El diagnóstico diferencial incluye traumatismo faríngeo, laringitis viral grave (p. ej., rinotraqueítis infecciosa bovina), actinobacilosis, abscesos, traumatismos, parálisis o neoplasias.

Tratamiento y control de la laringitis necrótica en el ganado vacuno

  • Antimicrobianos

  • AINE o dexametasona

  • Traqueotomía

  • Intervención quirúrgica

La oxitetraciclina (11 mg/kg, IV o SC, cada 12 horas, o 20 mg/kg de tetraciclina de acción prolongada, SC, cada 72 horas), la penicilina procaína (22 000 UI/kg, IM, cada 12 horas) o el florfenicol (40 mg/kg, SC) se usan con frecuencia para el tratamiento antimicrobiano en casos de laringitis necrótica. En los casos de laringitis grave puede ser necesario un tratamiento antimicrobiano prolongado de hasta 2-3 semanas.

Los AINE (aspirina, 100 mg/kg, PO, cada 12 horas; flunixino, 1,1-2,2 mg/kg, IV, una vez al día o cada 12 horas; o ketoprofeno, 3 mg/kg, IM o IV, hasta 3 días) se pueden administrar para disminuir la fiebre y el grado de inflamación laríngea y el edema. Se puede utilizar una dosis única de dexametasona (0,2-0,5 mg/kg, IV o IM) para reducir el edema laríngeo en animales con dificultad respiratoria grave. La traqueotomía está indicada en el ganado con disnea inspiratoria grave. Se debe proporcionar un buen cuidado intensivo. Puede requerirse fluidoterapia intravenosa en animales muy deshidratados.

El pronóstico es favorable para los casos tempranos tratados agresivamente; se ha estimado una tasa de supervivencia global de aproximadamente el 58-65 % para los casos de laringitis necrótica que sobreviven hasta la edad de sacrificio. Los animales diagnosticados con menos de 6 meses de edad tenían tasas de mortalidad más altas. Los casos crónicos requieren cirugía bajo anestesia general para eliminar el tejido necrótico o de granulación y para drenar los abscesos laríngeos. Se ha descrito una tasa de éxito del 60 % en las intervenciones quirúrgicas de los casos avanzados.

No hay medidas de control específicas para la laringitis necrótica; sin embargo, la patogenia propuesta sugiere que pueden ser beneficiosas las medidas de control para los microorganismos respiratorios frecuentes.

Puntos clave

  • La infección bacteriana de la laringe se debe a Fusobacterium necrophorum.

  • El tratamiento antimicrobiano con antimicrobianos de amplio espectro es necesario durante 2-3 semanas.

  • Se pueden usar AINE o dexametasona para ayudar a disminuir la inflamación laríngea.

  • Los casos crónicos pueden necesitar una intervención quirúrgica.