La hernia diafragmática es la protrusión de órganos o tejidos abdominales a través de una abertura congénita o rotura traumática en el diafragma. Esto puede causar síntomas respiratorios o puede ser subclínico. La radiografía torácica es altamente diagnóstica, y el tratamiento se centra en la estabilización y la reparación quirúrgica.
La hernia diafragmática es una alteración de la continuidad del diafragma con el consiguiente desplazamiento de las vísceras abdominales hacia el tórax. Las causas son traumatismos (más frecuentes en perros), aumento sustancial de la presión abdominal (p. ej., distocia; más común en caballos) o congénitas (más frecuentes en gatos). Los signos clínicos varían desde leves y vagos en los casos crónicos o congénitos hasta dificultad respiratoria grave en los casos traumáticos agudos. Las radiografías torácicas suelen ser diagnósticas. Es necesaria la corrección quirúrgica para el tratamiento definitivo. (Véase también hernias.)
Etiología de la hernia diafragmática en animales
En pequeños animales, el traumatismo relacionado con automóviles es una causa frecuente de hernia diafragmática, aunque los defectos congénitos del diafragma también pueden producir herniación (p. ej., hernia peritoneopericárdica diafragmática).
En los caballos, la hernia diafragmática se puede producir con menos frecuencia tras un traumatismo, una distocia o después de una actividad vigorosa.
Las hernias diafragmáticas son extremadamente raras en el ganado vacuno.
Hallazgos clínicos de la hernia diafragmática en animales
Cortesía del Dr. Joe Hauptman.
Los signos clínicos de la hernia diafragmática varían según la extensión, la duración, los episodios desencadenantes y la especie afectada. Los perros y los gatos están típicamente disneicos en los casos agudos. El grado de disnea puede variar de subclínico a potencialmente mortal, según la cantidad de vísceras herniadas. Si el estómago está herniado, se puede hinchar y el estado del animal se puede deteriorar rápidamente. En los casos crónicos, los signos clínicos sistémicos, como la pérdida de peso, pueden ser más prominentes que los signos respiratorios.
Los hallazgos de la exploración física pueden incluir la ausencia de sonidos pulmonares o la presencia de sonidos gastrointestinales en la auscultación torácica. La hernia peritoneopericárdica diafragmática congénita es, con mayor frecuencia, un hallazgo incidental, aunque los síntomas clínicos pueden relacionarse con los sistemas respiratorio o gastrointestinal o deberse a una afectación en el retorno venoso hacia el corazón.
Los caballos se presentan con mayor frecuencia para su evaluación con cólico agudo y grave secundario a intestinos desplazados o con signos respiratorios y disnea.
En el ganado vacuno y el búfalo silvestre, las hernias diafragmáticas pueden estar asociadas especialmente con la reticulitis traumática y la herniación del retículo.
Diagnóstico de la hernia diafragmática en los animales
Cortesía del Dr. Nicholas Roman.
Valoración clínica
Radiografía torácica
Una exploración física cuidadosa, que incluya auscultación y percusión, suele sugerir la presencia de enfermedad torácica. La taquipnea puede ir acompañada de signos de dificultad respiratoria grave, como membranas mucosas cianóticas, frecuencia respiratoria rápida o sonidos cardiacos y pulmonares apagados. Un animal que se deteriora rápidamente puede tener el estómago en el tórax con la consiguiente hinchazón o torsión.
En muchos gatos con hernias diafragmáticas congénitas (especialmente la hernia diafragmática peritoneopericárdica), la hernia se diagnostica como un hallazgo accidental.
Las radiografías torácicas suelen ser diagnósticas. Pueden ser evidentes la pérdida del contorno diafragmático, las vísceras abdominales en el tórax y el desplazamiento de las vísceras desde el abdomen. La radiografía de contraste rara vez puede ser necesaria para establecer el diagnóstico. El bario puede administrarse por vía oral (serie gastrointestinal) o el contraste hidrosoluble puede inyectarse por vía intraperitoneal (celiograma). Si está disponible, la ecografía suele ser útil. Las radiografías pueden ser difíciles de interpretar en pacientes con derrame pleural. En los caballos y el ganado vacuno, las radiografías pueden ser más difíciles de obtener.
Si están disponibles, las imágenes avanzadas (p. ej., TC o RM) pueden estar indicadas en algunos casos.
Las pruebas de laboratorio (p. ej., hemograma completo, análisis bioquímico sérico, análisis de orina y gasometría) y el ECG pueden proporcionar información sobre el grado de afectación del paciente. La toracocentesis puede estar indicada en casos de derrame pleural o neumotórax y puede proporcionar muestras para el análisis de laboratorio. La exploración quirúrgica de la cavidad abdominal puede ser necesaria para el diagnóstico definitivo.
Tratamiento de la hernia diafragmática en animales
Estabilización
Cuidados de apoyo
Cirugía
La estabilización del paciente de urgencias, especialmente si presenta dificultad respiratoria, es la primera prioridad. Primero se deben administrar suplementos de oxígeno, analgesia y apoyo cardiovascular (p. ej., líquidos intravenosos). La cirugía para reponer el contenido abdominal y reparar el diafragma es el tratamiento preferido. Si el desgarro diafragmático es crónico, es necesario tener especial cuidado con la anestesia, porque es más probable la reexpansión del edema pulmonar.
Para las hernias diafragmáticas peritoneopericárdicas, los pacientes sin signos clínicos o que son malos candidatos quirúrgicos pueden tratarse médicamente. Sin embargo, el tratamiento quirúrgico no debe retrasarse indebidamente cuando esté indicado.
Puntos clave
La hernia diafragmática puede ser aguda (p. ej., traumática) o crónica (generalmente congénita).
Los síntomas clínicos pueden variar desde inexistentes (p. ej., un hallazgo accidental) hasta una dificultad respiratoria grave.
Las radiografías torácicas suelen ser diagnósticas y la reparación quirúrgica es el tratamiento definitivo.
El edema pulmonar de reexpansión es más común después de la reparación de una hernia diafragmática crónica.