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Influenza equina

PorBonnie R. Rush, DVM, MS, DACVIM
Última revisión/modificación ene 2014

Etiología y epidemiología:

La influenza equina es altamente contagiosa y se transmite rápidamente entre los caballos nunca infectados. Los caballos de 1-5 años de edad son los más sensibles a la infección. El ortomixovirus A/equino-2 se describió por primera vez en 1963 como una causa extendida de epidemias y posteriormente se ha hecho endémico en muchos países, excepto Nueva Zelanda e Islandia. China, Japón y Australia experimentaron epidemias devastadoras de influenza equina que afectaron a decenas de miles de caballos en 2007. La gripe equina no se ha descrito en China desde 1993, en Japón desde 1972 y nunca se ha descrito en Australia.

La endemicidad se mantiene por los casos clínicos esporádicos y por la infección inaparente en los caballos sensibles, que se introducen en la población en el nacimiento, debido a inmunidad debilitada o después del desplazamiento desde otras regiones o países. El estado de portador no se reconoce para la influenza equina. El resultado clínico después de una exposición viral depende en gran medida del estado inmunitario; la enfermedad clínica varía desde una leve infección inaparente hasta enfermedad grave en los animales sensibles. La gripe rara vez resulta mortal excepto en los asnos, cebras y caballos debilitados. La transmisión se produce por inhalación de secreciones respiratorias. Las epidemias surgen cuando uno o más caballos gravemente infectados se introducen en un grupo sensible. El resultado epidemiológico depende de las características antigénicas del virus circulante y del estado inmunitario de una población dada de caballos en el momento de la exposición. La exposición natural frecuente o la vacunación regular pueden contribuir al grado de desplazamiento antigénico observado con cepas concretas de virus A/equino-2 en algunas partes del mundo.

Hallazgos clínicos y lesiones:

El periodo de incubación de la influenza es de ~1-3 días. Los signos clínicos comienzan abruptamente e incluyen fiebre alta (hasta 41,1 °C), secreción nasal serosa, linfadenopatía submandibular y tos, que es seca, grave y no productiva. Es frecuente que se observen depresión, anorexia y debilidad. Los signos clínicos suelen durar <3 días en los casos que no se complican. El virus de la gripe se replica dentro de las células epiteliales de las vías respiratorias, dando lugar a la destrucción de epitelio bronquial y de los cilios. La tos se produce precozmente en el curso de la infección y puede persistir durante varias semanas. La secreción nasal, aunque escasa y serosa inicialmente, puede tornarse mucopurulenta debido a una infección bacteriana secundaria. Los caballos afectados levemente se recuperan sin problemas en 2-3 semanas; los caballos gravemente afectados pueden permanecer convalecientes hasta 6 meses. La recuperación se puede acelerar con una restricción completa de la actividad física extenuante. El epitelio del tracto respiratorio tarda en regenerarse ~21 días; durante ese tiempo, los caballos son sensibles al desarrollo de complicaciones bacterianas secundarias como neumonía, pleuroneumonía y bronquitis crónica. Las complicaciones se minimizan al restringir el ejercicio, controlar el polvo, proporcionar una mayor ventilación y practicar una buena higiene en los establos. Las complicaciones primarias como la vasculitis, la miositis y la miocarditis no se suelen observar.

Diagnóstico:

La presencia de una infección respiratoria de difusión rápida en un grupo de caballos, caracterizada por un inicio rápido, fiebre elevada, depresión y tos es una evidencia presuntiva de influenza equina. El diagnóstico definitivo puede determinarse mediante el aislamiento viral, la detección del antígeno A del virus influenza (kit "patient-side") o por serología pareada (pruebas de inhibición de la hemaglutinación). Se obtienen frotis de la nasofaringe para el aislamiento del virus y la detección del antígeno. Estas muestras deben tomarse tan pronto como sea posible tras el comienzo de la enfermedad. El aislamiento del virus en embriones de pollo es altamente específico, pero menos sensible para la detección de la gripe debido a la contaminación bacteriana de la muestra. La detección del antígeno se realiza mediante el kit de la influenza A de humanos, el cual proporciona resultados inmediatos no afectados por la contaminación bacteriana.

Tratamiento y prevención:

Los caballos que no desarrollan complicaciones necesitan descanso y cuidados de apoyo. Los caballos deben descansar 1 semana por cada día de fiebre, con un mínimo de 3 semanas de descanso (para permitir la regeneración del aparato mucociliar). Se recomienda la administración de AINE para los caballos con fiebre >40 °C. La utilización de antibióticos está indicada cuando la fiebre persiste durante más de 3-4 días, o cuando hay secreción nasal purulenta o neumonía.

La prevención de la gripe requiere prácticas higiénicas de manejo y vacunación. La exposición puede reducirse mediante el aislamiento durante 2 semanas de los caballos recién introducidos. Existen numerosas vacunas disponibles para la prevención de influenza equina. Una vacuna intranasal viva modificada de la gripe, diseñada para inducir protección por anticuerpos de la mucosa (local), ha demostrado protección contra desafíos naturales. Esta vacuna es sensible a la temperatura y no es capaz de replicarse más allá de las vías nasales (es decir, se inactiva por la temperatura corporal interna). La mayoría de las vacunas de la gripe disponibles comercialmente están inactivadas, las vacunas con adyuvantes se recomiendan principalmente para la administración IM. También se ha demostrado que una vacuna recombinante contra la influenza vectorizada en el virus de la viruela de los canarios es eficaz contra la infección por influenza. Dado que la duración de la protección proporcionada por las vacunas actuales es limitada, las revacunaciones de los caballos expuestos a alto riesgo, deberían administrarse cada 6 meses. Los caballos sedentarios se pueden vacunar anualmente. Los potros deben vacunarse con una única vacuna intranasal viva modificada o una serie de tres vacunas inactivadas comenzando a los 6 meses, con una vacunación de recuerdo en 3-6 semanas y nuevamente entre los 10 y 12 meses de edad. Las yeguas deben vacunarse 4-6 semanas antes del parto.