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Neumonía broncointersticial aguda en potros

PorBonnie R. Rush, DVM, MS, DACVIM
Última revisión/modificación ene 2014

La neumonía broncointersticial aguda es una enfermedad esporádica de los potros, rápidamente progresiva, que se caracteriza por dificultad respiratoria aguda y una alta mortalidad.

Etiología, epizootiología y patogenia:

La etiología de la neumonía broncointersticial aguda en potros no está clara. Es probable que diferentes causas, en vez de un único factor, inicien una cascada de procesos que den como resultado una respuesta final común de daño pulmonar grave y dolor respiratorio agudo. El tiempo caluroso (>29,4 °C) es un factor epidemiológico común. Muchos potros tienen una historia de tratamiento antimicrobiano cuando se desarrollan los signos clínicos. Ningún virus ni bacteria se ha aislado de forma consistente. Se han cultivado microorganismos entéricos gramnegativos, Rhodococcus equi, Pseudomonas aeruginosa y Pneumocystis carinii a partir de los pulmones de los potros afectados.

Hallazgos clínicos y lesiones:

La edad de los potros afectados varía desde 1 semana a 8 meses. La neumonía broncointersticial aguda tiene un comienzo agudo o peragudo y se acompaña de fiebre alta. La enfermedad es rápidamente progresiva y puede dar lugar a la muerte súbita debida a la insuficiencia respiratoria fulminante. Los potros son incapaces o reacios a moverse y suelen estar cianóticos. El signo clínico más llamativo es la dificultad respiratoria grave. En la evaluación clinicopatológica de los potros con dolor respiratorio agudo se deben incluir gases de sangre arterial, hemograma completo, bioquímica sérica y radiografías torácicas. La hipoxemia, hipercapnia y acidosis respiratoria son hallazgos constantes. Estos hallazgos en los gases de sangre arterial cuantifican la gravedad de la afectación respiratoria y se utilizan para monitorizar la respuesta al tratamiento. La hipoxemia de la neumonía broncointersticial es relativamente resistente a la administración de terapia con oxígeno. La neumonía broncointersticial es similar a la neumonía bacteriana en que se observan hiperfibrinogenemia y leucocitosis neutrofílica en la mayoría de los potros afectados.

Diagnóstico:

La exploración clínica y los hallazgos clinicopatológicos pueden aparentar ser muy similares a los de los potros con una neumonía grave por R equi ( ver Neumonía por Rhodococcus equi en potros), y el examen de las radiografías torácicas puede ser la prueba diagnóstica más valiosa para diferenciar la neumonía causada por R equi de la neumonía broncointersticial. La neumonía intersticial aparece como opacidades pulmonares intersticiales y broncointersticiales con una distribución de difusa a caudodorsal. En fases avanzadas de la enfermedad, el patrón radiográfico progresa hasta incluir placas de un patrón alveolar nodular confluente con broncogramas aéreos. La aspiración transtraqueal puede ser demasiado peligrosa en un potro disneico, pero debe hacerse cuando el potro está más estable para obtener muestras para cultivo/sensibilidad bacterianas, evaluación citológica y aislamiento vírico. La evaluación de aspirados traqueales revela inflamación aguda neutrofílica con o sin evidencia de septicemia. A menudo se recuperan microorganismos bacterianos de las muestras de aspirado transtraqueal o de la necropsia de los potros con neumonía broncointersticial; sin embargo, no se aísla de forma constante un único microorganismo.

La necropsia revela unos pulmones difusamente agrandados que no llegan a desinflarse al abrirse la cavidad torácica y con impresiones costales en la superficie de la pleura visceral. Al corte, la superficie del pulmón es moteada con zonas de pulmón rojo oscuro combinadas con tejido pulmonar de apariencia normal y una separación edematosa de los lóbulos. Los hallazgos histopatológicos más prominentes son graves bronquiolitis necrotizantes y difusas, necrosis alveolares septales y alveolitis neutrofílica. Los potros que sobreviven, desarrollan una respuesta proliferativa epitelial e intersticial, incluyendo una hiperplasia epitelial bronquiolar y alveolar, hiperplasia celular de tipo II y formación de membrana hialina.

Tratamiento:

Dado que la causa de la neumonía broncointersticial es desconocida, la terapia es sintomática. El tratamiento incluye terapia antiinflamatoria, antibióticos de amplio espectro, control de la termorregulación, broncodilatación, suplementos de oxígeno y cuidados de apoyo. El tratamiento antiinflamatorio con corticoesteroides (p. ej., dexametasona 0,1 mg/kg/día, IV) parece mejorar la supervivencia. Un baño de alcohol, un establo con aire acondicionado y/o con ventiladores se usan en la actualidad conjuntamente con los AINE para mantener la temperatura rectal <39,7 °C. La idoneidad de un régimen antibiótico parece tener poca relación con el desenlace de la neumonía broncointersticial. No obstante, el tratamiento con un antibiótico de amplio espectro debe instituirse para tratar infecciones bacterianas secundarias existentes o inminentes. El tratamiento adicional de soporte incluye la provisión de un ambiente limpio y confortable, alimentos muy palatables y libres de polvo, y profilaxis para úlceras.

Pronóstico:

Aunque la mortalidad es elevada, los potros afectados que reciben atención médica agresiva tienen un pronóstico razonablemente favorable de supervivencia (70 %). Las consecuencias pulmonares a largo plazo después de la recuperación de la neumonía broncointersticial son variables, y comprenden intolerancia al ejercicio de indetectable a persistente.