Remanente del uraco:
Cortesía del Dr. Sameeh M. Abutarbush.
Las anomalías congénitas que producen un cierre incompleto del uraco son el uraco persistente, el divertículo uracal, el seno uracoumbilical y el quiste uracal intraabdominal. Estas afecciones pueden observarse en cualquier especie doméstica, pero son más frecuentes en gatos, perros y caballos. Los signos clínicos y el tratamiento apropiado dependen del tipo de anomalía. El uraco persistente se suele asociar a incontinencia urinaria continua, irritación del abdomen ventral provocada por la orina y desarrollo de infecciones bacterianas de las vías urinarias. El divertículo uracal también predispone a la infección de las vías urinarias, al servir como nido para las bacterias. El diagnóstico definitivo de ambos trastornos se basa en un contraste cistográfico positivo. El tratamiento consiste en la resección quirúrgica y en la administración de un tratamiento antibiótico adecuado, durante 2-4 semanas, cuando esté indicado. La resección quirúrgica es el tratamiento estándar para los senos uracoumbilicales y para los quistes uracales intraabdominales.
Miscelánea de anomalías de la vejiga urinaria:
Se ha descrito la duplicación de la vejiga, la displasia, la hipoplasia, la agenesia y la extrofia (eversión congénita), asociándose frecuentemente a otros defectos de las vías urinarias. El diagnóstico se basa en la exploración física, la observación de la micción y la radiografía de contraste. Los signos clínicos y el tratamiento dependen del tipo de anomalía.