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Coriza infecciosa en pollos

Revisado/Modificado abr 2021

La coriza infecciosa es una enfermedad respiratoria aguda de los pollos causada por la bacteria Avibacterium paragallinarum. Los signos clínicos incluyen disminución de la actividad, secreción nasal, estornudos e hinchazón facial. El diagnóstico se basa en la prueba de PCR, el cultivo bacteriano o la producción de signos clínicos típicos en pollos vulnerables tras la inoculación con exudado nasal de un ave infectada. El tratamiento antibiótico temprano puede ayudar a las aves infectadas a recuperarse. La prevención se basa en buenas prácticas de manejo, incluyendo medidas de bioseguridad apropiadas y vacunación con serovariedades presentes en la población local.

La coriza infecciosa es una enfermedad respiratoria aguda de los pollos caracterizada por disminución de la actividad, secreción nasal, estornudos e hinchazón facial que se produce en todo el mundo. La enfermedad aparentemente solo afecta a los pollos; los informes en codornices y faisanes probablemente describen una enfermedad similar causada por una bacteria diferente.

En países desarrollados como EE. UU., la enfermedad se observa principalmente en pollitas, ponederas y, ocasionalmente, en pollos de engorde. Es más frecuente en lotes comerciales en California y los estados del sudeste, aunque los lotes en el nordeste han experimentado brotes notables. En los países de ingresos bajos y medios, la enfermedad se observa a menudo en pollitos muy jóvenes (p. ej., de 3 semanas de edad). Las prácticas de bioseguridad inadecuadas y los factores ambientales pueden contribuir. La coriza infecciosa no es una enfermedad zoonótica y, por lo tanto, carece de importancia para la salud pública.

Etiología de la coriza infecciosa en pollos

La bacteria causante del coriza infecciosa es Avibacterium paragallinarum, un bacilo gramnegativo, pleomorfo, inmóvil, catalasa negativo y microaerófilo que requiere dinucleótido de nicotinamida y adenina (factor V) para cultivo. Cuando se cultiva en agar sangre, en asociación con una colonia estafilocócica, que excreta el factor V, las colonias satélites adquieren la forma de gotas de rocío, y crecen de forma adyacente a dicha colonia. Sin embargo, en Sudáfrica y México se ha obtenido el factor V independiente de A paragallinarum. El esquema de tipificación por serología más utilizado es el de Page, que describe tres serovariedades (A, B y C) de Av paragallinarum, correlacionadas con la especificidad del inmunotipo.

Epidemiología y transmisión de coriza infecciosa en pollos

Las aves portadoras sanas o enfermas crónicas son el reservorio de la infección por A paragallinarum. Son sensibles los pollos de todas las edades, pero la sensibilidad aumenta con la edad. El periodo de incubación es de 1-3 días con una duración típica de la enfermedad de 2-3 semanas. La duración de la enfermedad puede ser mayor en presencia de enfermedades concurrentes como micoplasmosis.

Los lotes infectados son una amenaza constante para los que permanecen sanos frente a esta enfermedad. La transmisión se produce por contacto directo, gotitas transportadas por el aire y el agua de bebida contaminada. La transmisión no se produce a través de los huevos. El manejo "todo dentro/todo fuera" ha erradicado esencialmente la coriza infecciosa de muchas explotaciones avícolas comerciales en EE. UU. Estos programas mueven todos los animales de la misma edad al mismo tiempo. Este flujo permite que las aves en los mismos recintos estén expuestas a cualquier patógeno al mismo tiempo. Las instalaciones se desinfectan antes de añadir un nuevo grupo de animales nuevos. Las explotaciones comerciales sin este flujo y los lotes de varias edades pueden continuar viendo brotes de la enfermedad. Para localizar brotes de coriza infecciosa se han empleado técnicas moleculares, como el análisis de endonucleasa de restricción y la ribotipificación, que identifican las cepas.

Hallazgos clínicos en la coriza infecciosa en pollos

En la forma más leve de coriza infecciosa, los únicos signos pueden ser apatía, secreción nasal serosa y, a veces, tumefacción facial leve. Con una mayor gravedad, la tumefacción extrema de uno o ambos senos infraorbitarios con edema de los tejidos circundantes puede impedir que los ojos se abran completamente. En las aves adultas, especialmente en los machos, el edema puede extenderse al espacio intermandibular y a las carúnculas. La tumefacción suele remitir en 10-14 días; sin embargo, si se desarrolla una infección secundaria, puede persistir durante meses. Puede haber estertores de intensidad variable, según la extensión de la infección. En Argentina se ha descrito una forma de la enfermedad que implica bacteriemia, probablemente debida a infecciones concomitantes. La producción de huevos puede retrasarse en pollitas jóvenes y reducirse considerablemente en ponedoras. Las aves afectadas pueden tener diarrea, y el consumo de agua y alimentos durante las fases agudas de la enfermedad suele disminuir.

Lesiones

En los casos agudos, solo los senos infraorbitarios pueden estar afectados y contener un exudado copioso, grisáceo y semilíquido evidente en la inspección macroscópica y durante el examen histopatológico. Con la cronicidad, este exudado puede consolidarse. Las características histopatológicas incluyen edema, hiperplasia y erosión de la mucosa respiratoria y epitelios glandulares y edema con infiltración de heterófilos, macrófagos y mastocitos. Otras posibles lesiones son conjuntivitis, traqueítis, bronquitis y aerosaculitis, especialmente si hay otros patógenos implicados.

Diagnóstico de coriza infecciosa en pollos

  • Cultivo bacteriano o ensayo de PCR

El aislamiento de un microorganismo gramnegativo, satelital y catalasa negativo en pollos de un lote con antecedentes de una enfermedad de rápida difusión es diagnóstico de coriza infecciosa. Una prueba específica de la catalasa resulta esencial, ya que los microorganismos no patógenos hemofílicos, que son catalasa positivos, están presentes tanto en pollos sanos como en enfermos. Se ha descrito que la prueba de reacción en cadena de la polimerasa en lotes vivos proporciona resultados más precisos que el cultivo bacteriano, incluso en países con menos recursos. Está disponible una versión en tiempo real de la PCR. Además, la reproducción de los signos típicos tras la inoculación del exudado nasal de pollos infectados en pollos sensibles permite un diagnóstico fiable. No existe una prueba serológica adecuada; existe una prueba de inhibición de la hemaglutinación, pero no es preferible a otros métodos.

Los diagnósticos diferenciales importantes son:

Aunque actualmente solo se ha observado en Sudáfrica y México, también se debe considerar la presencia del factor V independiente de A paragallinarum. En caso de Av paragallinarum, la herramienta diagnóstica ideal es la PCR.

Control y tratamiento de coriza infecciosa en pollos

  • Las buenas prácticas de manejo y la vacunación pueden ayudar a prevenir la infección

  • Tratamiento antimicrobiano inmediato con cuidados de apoyo de las aves infectadas para ayudar a la recuperación

La prevención es el único método adecuado de control de la coriza infecciosa. El flujo total de animales, como parte de una buena gestión de la explotación, y las prácticas de bioseguridad, son importantes medidas de prevención de enfermedades. Los pollos de reposición deberían mantenerse en la misma explotación u obtenerse de lotes limpios. En el caso de que las pollitas de reposición tengan que alojarse en una granja con antecedentes de coriza infecciosa, existen bacterinas/vacunas disponibles que contribuyen a prevenir y controlar la enfermedad. Hay bacterinas producido comercialmente autorizadas por el USDA, y también se producen dentro de los estados para su uso intraestatal. Las bacterinas/vacunas también se producen en muchos otros países. Como las serovariedades A, B y C no presentan protección cruzada, es esencial que las bacterinas contengan las serovariedades presentes en la población objetivo.

La vacunación en granjas individuales debe completarse ~4 semanas antes de que se produzcan brotes infecciosos de coriza. Tras la administración de las bacterinas, si se detectan anticuerpos al realizar la prueba de inhibición de la hemaglutinación, estos no se correlacionan necesariamente con una inmunidad protectora. La exposición controlada a microorganismos vivos también se ha utilizado para producir inmunidad protectora en ponedoras en áreas endémicas.

Dado que el tratamiento precoz es importante, se recomienda la administración inmediata de la medicación a través del agua de bebida hasta que esté disponible el alimento medicado. En general, la eritromicina y la oxitetraciclina consiguen resultados satisfactorios. Además, varios antimicrobianos de nueva generación (p. ej., fluoroquinolonas, macrólidos) son activos contra la coriza infecciosa. Varias sulfamidas, incluyendo la trimetoprima-sulfametoxazol, y otras combinaciones de fármacos han tenido éxito en el tratamiento. El uso de antimicrobianos en pollos está sujeto a normativa nacional que varía de un país a otro, y su uso y eficacia deben ser revisados a la luz de las leyes pertinentes. En los brotes más graves, aunque puede haber mejoría con el tratamiento, la enfermedad puede reaparecer cuando se suspende la medicación.

La medicación preventiva puede combinarse con un programa de vacunación si las pollitas jóvenes se crían o alojan en instalaciones infectadas.

Puntos clave

  • La coriza infecciosa es una enfermedad de las vías respiratorias superiores causada por Avibacterium paragallinarum que afecta a los pollos.

  • El diagnóstico se realiza mediante cultivo bacteriológico o PCR.

  • Las principales estrategias preventivas son el manejo de todo dentro/todo fuera y las medidas de bioseguridad adecuadas combinadas con una vacunación apropiada.