La enfermedad de Newcastle es una enfermedad vírica grave, sistémica y mortal de las aves de producción debida a cepas virulentas del paramixovirus aviar tipo 1. Los signos clínicos en aves no vacunadas incluyen muerte súbita, letargo y dificultad respiratoria. El diagnóstico se basa en la confirmación de laboratorio. Las vacunas previenen los signos clínicos, pero no la infección, y el control de la enfermedad es complicado en las regiones enzoóticas.
La enfermedad de Newcastle es una infección de las aves de producción y otras especies de aves con el virus virulento de la enfermedad de Newcastle (NDV). La enfermedad de Newcastle no es un problema de seguridad alimentaria ni de salud pública. El NDV virulento es capaz de producir una enfermedad devastadora en las aves domésticas, con inmensas consecuencias sociales y económicas. Es un problema mundial que se presenta principalmente como una enfermedad respiratoria aguda; sin embargo, la inmunosupresión, los signos nerviosos o la diarrea pueden ser los signos clínicos predominantes.
La gravedad de la enfermedad de Newcastle depende de la virulencia y del tipo genético del virus infeccioso y de la sensibilidad del hospedador. No existe tratamiento para la enfermedad de Newcastle y, en muchos países, las aves infectadas y sensibles cercanas a un brote se sacrifican para contener la transmisión de la enfermedad.
La prevención se logra mediante la vacunación y una estricta bioseguridad. La RT-PCR a tiempo real es la prueba de elección para detectar el ARN viral típico del NDV virulento y confirmar la infección en aves con signos clínicos de la enfermedad. La aparición de la enfermedad en aves de producción es de declaración obligatoria y puede dar lugar a restricciones comerciales.
Etiología y patogenia de la enfermedad de Newcastle en aves de producción
El virus de la enfermedad de Newcastle, sinónimo de paramixovirus aviar del tipo 1 (APMV-1), es un virus de ARN y el más importante de los 22 serotipos de APMV conocidos como patógenos en avicultura.
La clasificación original de los aislados del NDV en uno de los tres grupos de patotipos en función de su patogenicidad en pollos como virulentos (velogénicos), moderadamente virulentos (mesogénicos) o de escasa virulencia (lentogénicos) se ha abreviado a efectos normativos. Los velogénicos y mesogénicos se clasifican ahora como NDV virulento (vNDV), la causa de la enfermedad de Newcastle y de la infección de declaración obligatoria; las infecciones con lentogénicos, los NDV de baja virulencia (loNDV) ampliamente utilizados como vacunas vivas, no son de declaración obligatoria.
La gravedad de la infección depende de:
Virulencia del virus.
Tropismo vírico.
Edad, estado inmunitario y sensibilidad de las especies hospedadoras.
Los factores externos como el estrés, la temperatura ambiental y la estación tienen un impacto menor en la evolución de la enfermedad.
Entre las aves domésticas, los pollos son los que presentan una mayor sensibilidad, en comparación con las aves acuáticas, que son las que menor sensibilidad tienen. Sin embargo, puede haber diferencias al respecto dependiendo de si la cepa del NDV está adaptada a una especie en particular. El virus infecta a las aves sensibles a través del tracto respiratorio o digestivo cuando inhalan polvo contaminado o virus en aerosol o ingieren materiales contaminados.
En los brotes de campo, el periodo de incubación varía de 4 a 6 días; sin embargo, los signos clínicos pueden aparecer desde los 2 días a los 15 días después de la infección.
Epidemiología de la enfermedad de Newcastle en aves de producción
Las cepas virulentas de la enfermedad de Newcastle son endémicas en aves de producción en la mayor parte de Asia, África, México y algunos países de América del Sur. Otros países, incluidos EE. UU. y Canadá, están libres de estas cepas en las aves de producción y mantienen ese estado con restricciones de importación, vigilancia activa y control y eliminación de aves de producción infectadas y aves sensibles dentro de instalaciones o zonas infectadas.
Los cormoranes, las palomas y las especies de psitácidas importadas pueden infectarse por el vNDV y, en ocasiones, también han sido fuentes de infecciones por vNDV en aves de producción. Las cepas de baja virulencia del NDV son frecuentes en aves silvestres de vida libre, mercados de aves vivas y aves de producción, especialmente aves acuáticas.
Las aves acuáticas migratorias y los Charadriiformes (aves de costa) pueden infectarse con el loNDV y el vNDV y pueden eliminar el NDV sin ningún signo clínico aparente de enfermedad. La infección de las aves de producción con el loNDV circulante de forma natural puede contribuir a la dificultad respiratoria en las aves jóvenes sin exposición previa y a una menor productividad en las aves adultas.
Transmisión de la enfermedad de Newcastle en aves de producción
Las aves infectadas diseminan el virus a través del aire exhalado, las secreciones respiratorias y las heces. El virus se excreta durante el periodo de incubación, la etapa clínica y un periodo variable, pero limitado, de la convalecencia. El virus también puede estar presente en todas las partes de la canal y en los huevos puestos durante las infecciones agudas por el vNDV.
El papel de la transmisión vertical del NDV no está claro y es discutible porque las crías pueden infectarse con heces y cáscaras de huevo contaminadas o el medio ambiente. Los pollos se infectan fácilmente mediante aerosoles y la ingestión de agua o alimentos contaminados. Además, estos pollos infectados y otras aves domésticas y silvestres pueden ser una fuente de NDV.
Los principales modos de transmisión son:
Movimiento de aves infectadas: aves de producción; aves silvestres, exóticas y de compañía; aves de carreras y de exhibición.
Movimiento de productos avícolas.
Movimiento de personas y equipo o cama contaminados (modo principal de transmisión del virus entre lotes de aves de producción y explotaciones).
La transmisión a través del movimiento de alimentos y vehículos contaminados y a través de vacunas mal inactivadas tiene un papel menor en la transmisión del virus, pero se ha documentado.
Signos clínicos de la enfermedad de Newcastle en aves de producción
No hay signos clínicos patognomónicos de la enfermedad de Newcastle. El inicio es rápido y los signos aparecen en todo el lote tan solo a los 2 días (promedio de 4-6) después de la exposición al aerosol. La transmisión es más lenta si la ruta fecal-oral es la primera fuente de transmisión, en particular para aves en jaula. Las aves jóvenes son las más sensibles.
Los signos clínicos observados dependen de si el virus infeccioso tiene predilección por los aparatos respiratorio y digestivo (viscerotrópico) o el sistema nervioso (neurotrópico).
Los signos clínicos de infección por el NDV viscerotrópico velogénico en pollos incluyen:
Letargo.
Inapetencia (anorexia).
Dificultad respiratoria (a veces las aves emiten un sonido sibilante).
Secreción mucosa transparente de la boca.
Postración.
Muerte súbita (a veces el único hallazgo).
Hasta el 100 % de morbilidad y mortalidad, especialmente en poblaciones sin experiencia inmunitaria previa.
En algunos casos se desarrolla edema periorbitario y de la cabeza. La cresta puede volverse azul debido a la hipoxia, y algunas cepas causan hemorragia. Las aves que no mueren varios días después de la infección pueden tener diarrea acuosa verdosa y mostrar signos nerviosos que incluyen temblores, tortícolis y opistótonos (especialmente en aves de producción vacunadas).
La producción de huevos puede interrumpirse o detenerse por completo. Estos pueden ser anómalos respecto a la coloración, forma o superficie y con una albúmina acuosa (puede ser el único signo en gallinas completamente vacunadas). Las aves bien vacunadas pueden parecer clínicamente normales aparte de una disminución en la producción de huevos; sin embargo, estas aves eliminarán el virus en la saliva y las heces. Las aves vacunadas mal o subóptimamente pueden desarrollar signos neurológicos 10-14 días después de la infección y pueden recuperarse.
Cortesía del Dr. Kiril Dimitrov.
Cortesía del Southeast Poultry Research Laboratory of the USDA Agricultural Research Service.
Cortesía del Southeast Poultry Research Laboratory of the USDA Agricultural Research Service. Imágenes de Kiril Dimitrov.
Los hallazgos clínicos de la infección por el NDV velogénico neurotrópico en pollos incluyen dificultad respiratoria con estornudos, tos y secreción nasal. Los signos respiratorios pueden acompañar a los signos neurológicos, pero suelen presentarse después:
Temblores y convulsiones.
Parálisis de alas y patas.
Tortícolis.
Marcha en círculos con espasmos clónicos.
Parálisis total.
Hasta un 100 % de morbilidad y un 50 % de mortalidad (hasta un 90 % en aves jóvenes).
Los signos clínicos de la infección de los pollos con NDV mesogénica incluyen:
Signos respiratorios con jadeo, tos, estornudos y estertores en aves jóvenes.
Disminución de la producción de huevos, que vuelve a la normalidad en unas pocas semanas.
Signos neurológicos en casos prolongados.
Baja mortalidad (puede ser mayor en aves jóvenes).
Las infecciones por loNDV varían desde inaparentes hasta un inicio con signos respiratorios leves, pero las infecciones secundarias pueden exacerbar la presentación clínica. Mientras que las aves adultas suelen tener una infección subclínica, las aves jóvenes pueden mostrar jadeo, tos, estornudos y estertores. En los pavos, los signos clínicos se parecen mucho a los de los pollos, pero a menudo son más leves. La disminución en la producción de huevos es típica, y los huevos tienen cáscaras blandas y forma anormal.
La conjuntivitis, la rinitis, la dificultad respiratoria (disnea), la diarrea y los signos neurológicos (temblores, ataxia y tortícolis) son típicos de las palomas. La tasa de mortalidad puede alcanzar el 50 %. La infección en cormoranes y aves exóticas (particularmente psitácidas) se caracteriza por incapacidad para volar y parálisis de patas y alas. La infección de los pollos con algunas cepas del NDV adaptadas a palomas o cormoranes puede provocar signos clínicos neurológicos, pero en la mayoría de los casos es inaparente.
Lesiones
Las lesiones macroscópicas notables suelen estar presentes solo en la infección por los virus de la enfermedad de Newcastle viscerotrópicos velogénicos. Pueden verse petequias en las membranas serosas; las hemorragias de la mucosa proventricular y de la serosa intestinal se acompañan de áreas necróticas hemorrágicas, multifocales, en la superficie mucosa del intestino, especialmente en focos linfoides, como las amígdalas cecales y las placas de Peyer. También puede haber necrosis esplénica y del timo, hemorragias y edema.
Cortesía del Southeast Poultry Research Laboratory of the USDA Agricultural Research Service.
En los pollos se puede observar congestión y hemorragia de la tráquea y el pulmón con el virus de la enfermedad de Newcastle velogénica viscerotrópica. Se puede encontrar peritonitis por yema de huevo con folículos atrofiados en aves ponedoras. Por el contrario, las lesiones en las aves infectadas con el loNDV pueden estar limitadas a congestión y exudados mucoides en el tracto respiratorio con opacidad y engrosamiento de los sacos aéreos. Las infecciones bacterianas secundarias aumentan la gravedad de las lesiones respiratorias.
Se pueden observar hiperemia y petequias multifocales leves en las meninges del encéfalo en la infección de pollos con cepas del NDV adaptadas al cormorán.
Diagnóstico de la enfermedad de Newcastle en aves de producción
Aislamiento del virus de la enfermedad de Newcastle.
Detección del ARN del vNDV
Detección de anticuerpos específicos del NDV
Los signos clínicos y las lesiones macroscópicas debidos a la infección por el virus virulento de la enfermedad de Newcastle no son patognomónicos y, por tanto, no pueden utilizarse por sí solos para el diagnóstico de la enfermedad de Newcastle. La confirmación de laboratorio es necesaria para el diagnóstico de la enfermedad de Newcastle.
El virus puede aislarse a partir de hisopos orofaríngeos o cloacales o de tejidos de aves infectadas mediante la inoculación de la cavidad alantoidea de huevos de gallina embrionados SPF de 9 a 11 días de edad. La infección se confirma mediante la recuperación de un virus hemaglutinante que se inhibe con el antisuero del NDV o por detección de ARN del NDV por RT-PCR en tiempo real. La RT-PCR en tiempo real se puede utilizar para la detección de ARN vírico directamente a partir de muestras clínicas (hisopos, tejidos, heces y secreciones), y el ensayo puede discriminar el vNDV del loNDV.
En ausencia de vacunación reciente, la presencia de un incremento de los anticuerpos de hemaglutinación-inhibición o ELISA en muestras de suero permite confirmar la infección por el NDV. Para confirmar el diagnóstico, la identificación de una cepa aislada como el vNDV se establece a partir de la rapidez con que la cepa mata a los pollitos SPF de unos pocos días de edad mediante una ruta de infección intracerebral, el índice de patogenicidad intracerebral o la presencia de un aminoácido específico en el lugar de adherencia del precursor (F0) de la proteína de fusión (F).
Los laboratorios de referencia emplean el análisis de la secuencia de nucleótidos para detectar las diferencias genéticas para la comparación de aislados de los diferentes tipos y para identificar la fuente de las infecciones.
Diagnóstico diferencial de la enfermedad de Newcastle en aves de producción
La forma aguda de la enfermedad de Newcastle debe diferenciarse de otras enfermedades que se sabe que causan una alta mortalidad con muerte súbita o letargo y signos respiratorios, como la influenza aviar altamente patógena.
Entre las aves vacunadas de forma subóptima en las que el inicio de los signos clínicos no es rápido y la mortalidad no es tan alta, las formas leves de NDV y las infecciones deben diferenciarse de:
Prevención de la enfermedad de Newcastle en aves de producción
No se ha demostrado que ningún medicamento afecte a la evolución de la infección virulenta por el virus de la enfermedad de Newcastle y no se recomienda el tratamiento con antivirales. En los casos de explotaciones afectadas por el loNDV, el tratamiento de apoyo con antimicrobianos frente a las infecciones secundarias puede aliviar los signos clínicos y disminuir la morbilidad y la mortalidad. La prevención de la enfermedad de Newcastle se consigue mediante bioseguridad y vacunación.
Bioseguridad
La práctica de una bioseguridad estricta y la implementación de estrategias para prevenir la introducción (o transmisión) del vNDV en las instalaciones de las aves de producción son medidas eficaces de prevención y de intervención. Deben controlarse adecuadamente los procedimientos rutinarios de desinfección, la calidad de los alimentos y el agua y el manejo de plagas y camas.
Muchos países practican la contención de los brotes mediante la eliminación de las aves infectadas y sensibles en una zona controlada para evitar una mayor transmisión de la enfermedad. En caso de sospecha de infección por el vNDV, se debe informar inmediatamente a las autoridades competentes. La normativa sobre la importación de aves vivas y productos avícolas, especialmente de regiones endémicas, facilitan el control de la transmisión internacional del vNDV.
Vacunación
Las vacunas están disponibles para pollos, pavos y palomas y se utilizan para inducir una respuesta de anticuerpos, por lo que las aves vacunadas deben exponerse a una dosis mayor del vNDV para infectarse. Desafortunadamente, las vacunas de la enfermedad de Newcastle no proporcionan inmunidad estéril, y en muchas áreas del mundo las vacunas se usan para prevenir pérdidas por enfermedad y muerte.
Aunque hay un número creciente de informes de brotes de enfermedad de Newcastle en aves de producción vacunadas, las vacunas aprobadas previenen los signos clínicos de la enfermedad en condiciones experimentales. Los anticuerpos maternos transferidos de forma pasiva y los anticuerpos de inmunizaciones previas afectan a la vacunación frente al NDV, por lo que los protocolos de vacunación con múltiples partos (refuerzos) deben diseñarse cuidadosa y adecuadamente. Las condiciones ambientales y de campo, así como las infecciones simultáneas, también pueden afectar negativamente a la respuesta inmunitaria a la vacunación.
Vacunas de virus vivos
Las vacunas vivas lentogénicas, principalmente las cepas B1 y LaSota, se utilizan mucho y se suelen administrar en aves de granja mediante una aplicación en masa a través del agua de bebida o mediante pulverizador. La inmunidad de la mucosa inducida en aves vacunadas con vacunas de virus vivas aplicadas por estas vías disminuye la cantidad de vNDV que las aves vacunadas excretarán si se infectan con el vNDV, en comparación con la respuesta inmunitaria inducida por una vacuna de virus inactivada.
Los métodos de vacunación masiva son menos laboriosos; sin embargo, si no se aplican correctamente pueden llevar a que se inmunice a <85 % del lote, el límite para la inmunidad de rebaño. Como alternativa, la administración individual de las vacunas víricas vivas se realiza por vía nasal o por el saco conjuntival. Los pollitos sanos se vacunan el día 1 de vida. Sin embargo, la demora en la vacunación hasta la semana 2-3 evita interferencias de los anticuerpos maternos con la repuesta inmunitaria activa.
Vacunas de virus inactivados
Las vacunas de virus inactivados con adyuvante oleoso también se usan después de la vacuna de virus vivos en reproductoras y ponedoras. Pueden usarse solos en situaciones en las que el virus vivo puede estar contraindicado (p. ej., en palomas). En los países en los que el vNDV es endémico, se puede utilizar una combinación de virus vivo y vacuna inactivada; o bien, si lo permite la ley, se puede usar una vacuna viva mesogénica en aves de más edad.
La frecuencia de la revacunación para proteger a los pollos durante toda su vida depende fundamentalmente del riesgo de exposición y de la virulencia del virus de campo. La administración de vacunas virus inactivadas es más laboriosa, porque cada ave debe manipularse individualmente. La inoculación accidental de tejidos humanos con vacunas a base de aceite requiere un tratamiento médico inmediato.
Vacunas recombinantes vectorizadas
Se comercializan vacunas recombinantes con el virus de la viruela aviar o el herpesvirus del pavo contra el NDV en pollos, que tienen la ventaja de poder administrarse in ovo en la incubadora. Estas vacunas deben reconstituirse según las indicaciones del fabricante. Debido a que tardan 3-4 semanas en producir un nivel protector de inmunidad, se produce una ventana de exposición durante la que los pollos son vulnerables a la infección por el vNDV y la bioseguridad se vuelve aún más importante.
Riesgo zoonótico de la enfermedad de Newcastle en aves de producción
Todas las cepas de la enfermedad de Newcastle pueden producir una conjuntivitis transitoria en las personas; sin embargo, la afección se ha limitado principalmente a los trabajadores de laboratorio y a los equipos de vacunación expuestos a grandes cantidades de virus. Antes de que las vacunas fueran ampliamente utilizadas en aves de producción, la conjuntivitis por el NDV aparecía en los trabajadores que evisceraban las aves en las plantas procesadoras. La enfermedad no se ha descrito en criadores o consumidores de aves de producción o sus productos.
Puntos clave
La enfermedad de Newcastle está causada por cepas virulentas de paramixovirus aviar tipo 1 (también conocido como virus de la enfermedad de Newcastle).
La enfermedad no presenta signos clínicos ni lesiones patognomónicas; es necesaria la confirmación de laboratorio para el diagnóstico.
Las lesiones macroscópicas incluyen petequias en el tracto GI y edema de la cabeza.
Los signos clínicos afectan al aparato respiratorio y a menudo al sistema nervioso, provocando también la producción de huevos deformados.
La enfermedad de Newcastle se controla con éxito mediante la vacunación en aves comerciales, pero no hay tratamiento disponible.
Para más información
Animal disease information: Virulent Newcastle disease (vND). USDA Animal and Plant Health Inspection Service. January 9, 2023. https://www.aphis.usda.gov/aphis/ourfocus/animalhealth/animal-disease-information/avian/virulent-newcastle/vnd
Emergency management: Virulent Newcastle disease (vND). USDA Animal and Plant Health Inspection Service. December 7, 2022. https://www.aphis.usda.gov/aphis/ourfocus/animalhealth/emergency-management/vnewcastle-disease
Suarez DL, Miller PJ, Koch G, Mundt E, Rautenschlein S. Newcastle disease, other avian paramyxoviruses, and avian metapneumovirus infections. In: Swayne DE, Boulianne M, Logue CM, McDougald CR, Nair V, Suarez DL, et al, eds. Diseases of Poultry. 14th ed. Wiley-Blackwell; 2020;111–166. doi:10.1002/9781119371199.ch3
Dimitrov KM, Afonso CL, Yu Q, Miller PJ. Newcastle disease vaccines—A solved problem or a continuous challenge? Vet Microbiol. 2017;206:126–136. doi:10.1016/j.vetmic.2016.12.019