La enterococosis se ha descrito en una amplia variedad de especies aviares en todo el mundo. Las especies de Enterococcus spp forman parte de la microbiota habitual del tracto intestinal de las aves de producción y de otras aves. Las infecciones por Enterococcus suelen ser secundarias a otra enfermedad. Sin embargo, en los últimos años, Enterococcus cecorum se ha convertido en un patógeno emergente en aves de producción, especialmente en pollos de engorde. Estos cambios patológicos han dado lugar a un aumento de la mortalidad, una disminución de la producción y un aumento de decomiso de las canales. Las infecciones por Enterococcus spp en avicultura se pueden presentar de forma aguda o subaguda/crónica. El diagnóstico se confirma mediante el aislamiento del microorganismo.
Etiología y epidemiología de la enterococosis en aves de producción
Los enterococos son bacterias cocoides no móviles, grampositivas y catalasa negativas que se presentan de manera individual, en pares o en cadenas cortas en los frotis teñidos. Las Enterococcus spp aisladas en aves con enfermedad clínica son: E avium, E cecorum, E durans, E faecalis, E faecium y E hirae. E faecalis afecta a aves de todas las edades, pero la infección es especialmente devastadora para los embriones y los pollitos. Además, E cecorum se ha asociado con osteomielitis, incluida la necrosis de la cabeza del fémur, la espondilitis y la artritis en pollos de engorde adultos.
Existe una serie de especies de Enterococcus dentro del tracto intestinal del pollo que parecen depender de la edad. E faecalis suele colonizar primero los intestinos, seguido de E faecium y luego de E cecorum. En los últimos años, E cecorum ha surgido como una de las principales causas de enfermedad esquelética en pollos de engorde adultos.
La transmisión de la enterococosis se produce por vía oral y/o aerosol, así como por heridas cutáneas. La infección puede dar lugar a septicemia. La endocarditis puede producirse cuando la infección evoluciona a un estado subagudo o crónico. En la enterococosis se ha descrito necrosis cerebral y encefalomalacia en pollos jóvenes. La ruta de transmisión para E cecorum no se conoce del todo, aunque se ha propuesto la vía oral y/o por medio de aerosoles, como para otras especies de enterococos. La transmisión horizontal de E cecorum es rápida en las operaciones comerciales. Aunque la enterococosis se ha descrito en las especies avícolas, también debe tenerse en cuenta que algunas cepas de Enterococcus tienen un efecto beneficioso sobre el crecimiento y la eficiencia alimentaria y se usan como probióticos.
Hallazgos clínicos de la enterococosis en aves de producción
En la forma aguda de la enterococosis, los signos clínicos se relacionan con una septicemia que incluye depresión, letargo, plumas erizadas, apatía, crestas, diarrea y reducción de la producción de huevos. En la forma subaguda/crónica puede observarse depresión, cojera y temblores de cabeza. Si no se trata, la mayoría de las aves afectadas mueren. El signo clínico más destacado de E cecorum patogénico es la parálisis debido a la inflamación de la columna vertebral, especialmente en la vértebra torácica libre. Los pollos se sientan característicamente con ambas patas extendidas cranealmente. Debido a que estos pollos afectados están cojos, a menudo se deshidratan, lo que también incrementa la tasa de mortalidad. La transmisión a través de los huevos o la contaminación fecal de los huevos puede provocar una mortalidad embrionaria tardía, e incrementar el número de crías de pollo incapaces de "picar" la cáscara en el momento de la eclosión.
Lesiones
Las lesiones agudas de enterococosis incluyen:
Esplenomegalia.
Hepatomegalia.
Riñones agrandados.
Congestión del tejido subcutáneo.
Se pueden observar áreas de necrosis multifocales de color canela blanquecino en el hígado y el bazo. En los pollos o pavipollos infectados se puede observar onfalitis o sacos vitelinos agrandados.
En la forma subaguda/crónica, las lesiones incluyen:
Pericarditis.
Perihepatitis.
Aerosaculitis.
Artritis y/o tenosinovitis.
Espondilitis.
Osteomielitis (incluida la necrosis de la cabeza del fémur).
Miocarditis.
Endocarditis valvular.
También se ha descrito un corazón agrandado y flácido con áreas que van desde pálidas a hemorrágicas en el miocardio, junto con infartos en todos los órganos internos. Se pueden encontrar granulomas focales en cualquier tejido como resultado de trombos sépticos. Las colonias bacterianas grampositivas se observan fácilmente en los vasos trombóticos y en las zonas de necrosis.
Para los lotes comerciales, las lesiones han dado lugar a un aumento de las pérdidas por decomiso.
Diagnóstico de la enterococosis en aves de producción
Cultivo bacteriano.
La historia clínica, los signos clínicos, las lesiones y la presencia de enterococos en la sangre o en los frotis son indicativos de enterococosis. El aislamiento deEnterococcusspp de las lesiones confirmarán el diagnóstico. Los enterococos se aíslan fácilmente en agar sangre.
El diagnóstico diferencial incluye enfermedades bacterianas septicémicas como:
Pasteurelosis.
Tratamiento y prevención de la enterococosis en aves de producción
Antibióticos.
La prevención de la enterococosis requiere prevenir los trastornos inmunosupresores subyacentes.
Los antibióticos, como la eritromicina y la clortetraciclina, se han usado para tratar infecciones agudas y subagudas de enterococosis. Consúltense siempre los medicamentos actuales aprobados por la FDA en avicultura al considerar el tratamiento. Las aves afectadas clínicamente responden bien al principio del curso de la enfermedad, pero la eficacia del tratamiento se reduce conforme la enfermedad progresa. Se deben realizar pruebas de sensibilidad a los antimicrobianos para asegurarse de que se utiliza el antibiótico más eficaz.
La prevención y el control requieren prevenir enfermedades y afecciones inmunosupresoras, ya que la enterococosis suele ser secundaria a otras enfermedades. Además, garantizar una limpieza y una desinfección adecuadas de las instalaciones puede reducir los reservorios ambientales de la bacteria. La higienización del agua ayuda a reducir la incidencia. Las especies enterocócicas son resistentes a la desecación, por lo que pueden sobrevivir durante periodos prolongados en el medio ambiente.
Riesgos zoonóticos de enterococosis
Un alto porcentaje de productos avícolas listos para el consumo están contaminados con Enterococcus spp; sin embargo, no se han documentado casos de intoxicación en humanos por enterococosis. Se han descrito resistencias a la vancomicina por parte de Enterococcus en avicultura.
Puntos clave
Enterococcus spp forman parte de la microbiota habitual de las aves de producción pero pueden causar infecciones secundarias, por lo que el tratamiento de las enfermedades primarias puede prevenir las infecciones por enterococos.
Los signos clínicos de la enterococosis están relacionados con la septicemia, y el tratamiento es eficaz si se administra en las primeras etapas de la enfermedad.
Si la enterococosis se vuelve crónica, se han descrito enfermedades esqueléticas, y la eficacia del tratamiento disminuye con la cronicidad.
Para más información
Más información sobre infecciones por enterococos en personas en el Manual MSD para profesionales médicos.