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Microorganismos transmitidos por la sangre en aves de producción

PorArnaud J. Van Wettere, DVM, PhD, DACVP
Última revisión/modificación feb 2020

    La sangre aviar puede contener varios agentes patógenos, como virus, bacterias, rickettsias, protozoos, microfilarias y, en raras ocasiones, hongos. Estos organismos se pueden identificar mediante examen microscópico de preparaciones en fresco, capa leucocitaria o frotis de sangre, o mediante técnicas moleculares y de cultivo adecuadas. Microscópicamente, algunos están dentro de las células sanguíneas (Plasmodium, , Leucocytozoon, Isospora, Hepatozoon, Babesia, Aegyptianella), mientras que otros se encuentran libres en el plasma (Trypanosoma, microfilarias, bacterias, espiroquetas). No viven exclusivamente en la sangre; la mayoría se encuentran en los tejidos, pero están presentes en la sangre durante una parte de su ciclo biológico. Algunos, como las microfilarias y Plasmodium, tienen un número o etapas de parásitos que varían con el tiempo.

    Tabla
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    En esos casos, la probabilidad de un diagnóstico correcto aumentará si se realizan múltiples frotis a intervalos determinados. Las variaciones estacionales en la tasa de infección se relacionan con la actividad de los artrópodos vectores. La mayoría de los microorganismos transmitidos por la sangre son poco frecuentes o no están asociados con la enfermedad clínica. Las aves muy jóvenes, debilitadas o lesionadas infectadas con hemoprotozoos pueden tener una mayor mortalidad y una recuperación más lenta que las aves no infectadas. El examen de microorganismos transmitidos por la sangre debe incluirse en los procedimientos clínicos y de diagnóstico de las aves enfermas.

    Si es posible, se deben hacer frotis de sangre delgados con sangre directamente del ave. Los anticoagulantes, el almacenamiento y el enfriamiento de la sangre pueden distorsionar la morfología de los protozoos e introducir artefactos. Se debe utilizar una tinción tipo Romanowsky que proporcione una buena coloración policromática (p. ej., tinción de Giemsa).

    Los organismos que se transmiten por la sangre presentes en plasma o leucocitos se concentran en la capa leucocitaria. Se recomiendan frotis teñidos de la capa leucocitaria para detectar bacterias, espiroquetas e infecciones por Leucocytozoon, Trypanosoma o Isospora. El examen directo de la capa leucocitaria mediante microscopía de campo oscuro o de contraste de fase es una técnica excelente para identificar un número reducido de organismos móviles, como espiroquetas y microfilarias. La capa leucocitaria y el plasma debe colocarse en un portaobjetos y cubrirse con un cubreobjetos, presionando ligeramente para extender la capa leucocitaria. La detección de microorganismos móviles debe llevarse a cabo mediante microscopía de campo oscuro o microscopía con reducción de luz.

    Para establecer un diagnóstico de infección por protozoos sanguíneos intracelulares mediante una extensión sanguínea fina, en primer lugar es necesario determinar que los organismos visualizados no son normales ni artefactos. Entonces debe comprobarse si la célula hospedadora es normal o deforme mas allá del límite de identificación, si presenta o no gránulos pigmentados (hemozoína) y si hay merogonia ( ver la Tabla: Características de los protozoos hallados en la sangre de las aves). La identificación de un organismo más allá del género es difícil y por lo general innecesaria para fines clínicos.

    Tabla
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    La citología de órganos (frotis por impresión) y los frotis sanguíneos son complementarios a la histopatología para el examen post mortem.

    Se han desarrollado métodos de diagnóstico serológico y molecular para hemoparásitos aviares. Los métodos moleculares son muy sensibles y pueden detectar infecciones cuando el número de parásitos es demasiado bajo como para que se puedan detectar en frotis de sangre o tejidos o por histología. Los hemoparásitos también se pueden estudiar mediante la subinoculación de sangre infecciosa en aves de la misma especie o de una especie aviar sensible conocida. Las bacterias por lo general se pueden identificar mediante hemocultivo y métodos moleculares.