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Vasculopatía hemorrágica de los pavos

(Angiopatía hipertensiva, síndrome de muerte súbita de los pavos, rotura aórtica, síndrome de hemorragia perirrenal, aneurisma disecante)

PorRobert E. Porter, DVM, PhD, DACVP, DACPV
Última revisión/modificación may 2020

La vasculopatía hemorrágica es un trastorno cardiovascular no infeccioso de los pavos machos de crecimiento rápido, aunque ocasionalmente afecta a otras especies. El signo clínico predominante es la muerte súbita. El diagnóstico se basa en la historia y en el hallazgo de lesiones típicas en la necropsia. No existe un tratamiento específico, pero reducir el estrés y limitar el consumo de alimento durante la fase de crecimiento rápido puede disminuir la incidencia.

La muerte por hemorragia interna aguda es una afección común en pavos machos comerciales y se suele presentar como síndrome de hemorragia perirrenal (SHP) o rotura aórtica, dos afecciones distintas. El SHP es un trastorno cardiovascular no infeccioso que suele afectar a pavos machos de crecimiento rápido de 8-19 semanas de edad y que se caracteriza por muerte súbita, hemorragia perirrenal y cardiomiopatía hipertrófica. La mortalidad suele ser del 0,5-2 %, pero puede ser mayor; las aves a menudo mueren sin signos previos. La muerte súbita e inesperada en pavos machos sanos de crecimiento rápido también puede estar causada por la rotura de la aorta abdominal.

Los grupos de animales sanos en crecimiento son probablemente los más afectados. Se desconoce la patogenia del SHP, pero aparentemente no está relacionada con la función pulmonar o la hipertensión. La respuesta cardiaca inadecuada o inapropiada al ejercicio, que da lugar a hipotensión sistémica, vasodilatación y arritmia ventricular, son factores que probablemente contribuyen a la muerte del pavo. La insuficiencia cardiaca congestiva aguda secundaria a hipertrofia cardiaca a menudo se asocia con el SHP. La hemorragia renal es probablemente el resultado de una congestión pasiva grave y de la extravasación de sangre a través del frágil parénquima renal; la pérdida aguda de sangre no es siempre la causa primaria de muerte porque la extensión de la hemorragia perirrenal es variable y a menudo leve. No suele identificarse una rotura física en la arteria renal o en los vasos adyacentes.

Existe una fuerte sospecha de una predisposición genética a la rotura aórtica, porque la enfermedad se produce con mayor frecuencia en determinadas razas de pavos comerciales. La afección también se ha descrito en pollos, avestruces y aves acuáticas, pero se considera una enfermedad típica de los pavos. La muerte por rotura aórtica es consecuencia de una hemorragia aguda masiva dentro de la cavidad celómica. Las pérdidas en los lotes afectados suele ser del 1-2 %, pero pueden alcanzar el 10 %.

Signos clínicos de la vasculopatía hemorrágica en pavos

Tanto el SHP como la rotura aórtica son trastornos cardiovasculares no infecciosos similares que suelen afectar a pavos machos de rápido crecimiento de 8-19 semanas de edad y que se caracterizan por muerte súbita y hemorragia interna aguda. La mortalidad suele ser del 1-2 %, pero puede ser mayor, y a veces aumenta durante varios días. Las aves suelen tener una excelente condición corporal y a menudo mueren sin signos previos. El SHP aparentemente no está relacionado con la función pulmonar o la hipertensión. La respuesta cardiaca inadecuada o inapropiada al ejercicio, que da lugar a hipotensión sistémica, vasodilatación y arritmia ventricular que se produce en el SHP, son factores que probablemente contribuyen a la muerte del pavo. La rotura aórtica también se ha descrito en pollos, avestruces y aves acuáticas, pero se considera una enfermedad típica de los pavos. La rotura aórtica probablemente tiene una predisposición genética porque la afección se produce con mayor frecuencia en determinadas razas de pavos comerciales y se asocia con hipertensión.

Lesiones

El SHP a menudo se asocia con insuficiencia cardiaca congestiva aguda secundaria a agrandamiento/hipertrofia cardiaca. Los cambios microscópicos del SHP son compatibles con los hallazgos macroscópicos e incluyen congestión pulmonar y edema con hemorragia renal perivenosa y parenquimatosa. La vacuolización de la capa íntima y la hiperplasia medial de las arterias y las arteriolas se han descrito en múltiples órganos (en particular en el riñón, el bazo y el pulmón) de los pavos con SHP; sin embargo, se pueden observar lesiones similares en menor grado en los tejidos de pavos sanos. Los cambios microscópicos de la rotura aórtica a menudo son una laceración cerca de la rama de la arteria mesentérica craneal, e incluyen engrosamiento de la capa íntima o grandes placas escleróticas acompañadas de fragmentación de las fibras elásticas y cambios degenerativos de las células del músculo liso, en el lugar de la lesión macroscópica en los casos de rotura aortica. Las capas aórticas íntima y media presentan profundos pliegues y están separadas de la adventicia. La acumulación de lípidos en la capa íntima engrosada y en las placas fibrosas se puede identificar mediante tinciones especiales. Las fibras de la túnica media pueden mostrar degeneración e infiltración con heterófilos y macrófagos.

Diagnóstico de la vasculopatía hemorrágica en pavos

  • El diagnóstico se basa en la historia, las lesiones macroscópicas típicas y la ausencia de agentes infecciosos.

Estas dos formas de rotura vascular y hemorragia pueden producirse simultáneamente en el mismo lote. El diagnóstico del SHP y de la rotura aórtica se basa en la historia, las lesiones macroscópicas típicas y la ausencia de agentes infecciosos. En ocasiones, el SHP puede incluir una hemorragia abdominal extensa que se asemeja a los signos clínicos de la rotura aórtica. Sin embargo, el SHP se suele acompañar de agrandamiento/hipertrofia cardiaca, y en los pavos con desgarro aórtico se puede detectar una rotura aórtica distintiva.

Tratamiento de la vasculopatía hemorrágica de los pavos

  • No existe un tratamiento específico.

  • Reducir el estrés y limitar la ingesta de alimentos puede disminuir la incidencia.

Aunque no existe un tratamiento específico para el SHP, los factores que reducen la tasa de crecimiento y la actividad también tienden a disminuir el SHP. La reserpina (0,5 ppm de alimento) reduce el SHP, pero la aspirina (0,005 %) o el aumento de calcio no tienen ningún efecto. La reserpina ya no figura en el Compendio de Aditivos para Piensos como aprobada para su uso en piensos para pavos, por lo que no se puede utilizar en lotes comerciales. El aumento de la temperatura ambiente y los programas de iluminación de aumento/disminución también han reducido el SHP. Se deben minimizar las actividades que aumentan el estrés cardiovascular (p. ej., mover a las aves, voltear la yacija, ruidos), especialmente entre las 7 y las 15 semanas de edad. Las temperaturas ambientales más bajas (13 °C), la iluminación intermitente y el hecho de dejar los dedos de los pies sin cortar aumentan la mortalidad por el SHP.

La deficiencia de cobre, la hipertensión, las influencias hormonales, la dieta, la deficiencia de zinc, los fármacos y los parásitos son factores desencadenantes de la rotura aórtica, pero al igual que con el SHP, no existe un tratamiento específico recomendado. Para reducir la incidencia de la rotura aórtica, las raciones pueden suplementarse con cobre en dosis de 125-250 ppm desde al menos las 4 semanas de vida hasta la salida al mercado, pero esta no es una medida preventiva fiable. Limitar la ingesta de alimentos o proteínas durante el periodo de crecimiento para disminuir la tasa de crecimiento puede ayudar a reducir la aparición de rotura aórtica. Al igual que con el SHP, se deben minimizar las actividades que aumentan el estrés cardiovascular.

Puntos clave

  • El síndrome de hemorragia perirrenal y la rotura aórtica son dos formas de un síndrome cardiovascular mortal que se observa en pavos machos de crecimiento rápido.

  • El diagnóstico se basa en la historia y el hallazgo de lesiones macroscópicas características en ausencia de agentes infecciosos.

  • No existe un tratamiento eficaz, pero garantizar una dieta adecuada de cobre, minimizar el estrés y limitar la ingesta de alimento durante la fase de crecimiento rápido de las 7-15 semanas de edad puede reducir la incidencia.