Las ovejas son una especie de presa y su única defensa es la huida. Las ovejas muestran un instinto social intensamente gregario que les permite vincularse estrechamente con otras ovejas y preferentemente con miembros relacionados del rebaño. Los movimientos con mentalidad de rebaño protegen a los individuos de los depredadores. Los rebaños incluyen varias hembras, su descendencia y uno o más machos. Las ovejas tienden a permanecer en sus grupos maternos durante toda la vida, mientras que los carneros pueden formar rebaños de grupos juveniles inestables que se desbandan fácilmente. Si la mayoría de los carneros de un grupo mueren a causa de peleas o enfermedades, los que quedan se unen a otro grupo. En las situaciones de pastoreo estándar, las ovejas pastan juntas en afiliaciones casuales; las jerarquías sociales no son tan evidentes como en el caso del ganado vacuno.
La dinámica del rebaño es evidente en grupos de cuatro o más, como lo demuestra la voluntad de seguir a un líder o huir al unísono. Cuando se impide el escape, incluso una oveja puede atacar o amenazar con el pisotón. La separación del rebaño puede causar estrés y pánico. El aislamiento en las ovejas puede provocar problemas graves asociados con el estrés y debería evitarse. Los espejos se pueden utilizar en ausencia de otras ovejas.
Los machos en celo se desafiarán físicamente entre sí por el rango social y los privilegios reproductivos. El rango social depende de la presencia y del tamaño de los cuernos, la masa corporal y la altura en la cruz y los corvejones. La edad también puede desempeñar un papel, porque la mortalidad de los corderos de las primíparas es extremadamente alta. Los moruecos de mayor rango social se concentran en el cortejo de las hembras cuando están en celo y no pastan tanto como los carneros de menor rango. Los grupos de 40-50 ovejas/moruecos adultos y de 25-30 ovejas/moruecos jóvenes son elecciones frecuentes de manejo. La mortalidad del carnero es cinco veces mayor que en las hembras. Los subordinados y los carneros de rango inferior suelen estar excluidos de la cría, a menos que los animales de rango inferior superen en número al macho de rango superior y lo usen para distraerlo u ocuparlo de alguna manera (no es necesario que esto sea cooperativo). Aunque el macho de mayor rango suele tener cuernos más grandes, el papel del entorno demográfico (es decir, el número de machos de menor rango en el grupo) impide una respuesta de selección extrema para estas características sexuales secundarias.
En grandes grupos de ovejas, o en ovejas en grandes pastos, es probable que se apareen más subordinados. En los grupos muy confinados, relativamente pequeños, es crucial el papel que desempeña el orden social en el apareamiento. Los propietarios deberían comprender que los moruecos de menor rango social quizá no se apareen en tales condiciones.
Las ovejas tienen diversos estros estacionales y alcanzan la pubertad a los 7-12 meses de edad. La conducta de apareamiento incluye codazos, coces o escarbado con las extremidades anteriores, estiramiento en posición agachada y empujones. Estas mismas conductas y las embestidas, haciendo chocar los cuernos, se dan en los conflictos entre machos.
El destete artificial se produce hacia las 10 semanas de edad, pero estos corderos reconocen y volverán al lado de las ovejas al cabo de 2 meses de separación. Los ovinos se destetan de forma natural a los 6 meses de edad, por lo general cuando su madre vuelve a estar en celo. Las corderas continúan al lado de la madre, en tanto que los corderos no lo hacen.
Es probable que las ovejas sean más inteligentes de lo que se suele considerar. Responden fácilmente a las llamadas de comida, pueden resolver problemas, aprender sus nombres, portar mochilas e incluso se las puede entrenar con clicker. Las ovejas pueden pastar en áreas abiertas y no cercadas y pueden permanecer en el campo conocido en un área limitada como un comportamiento aprendido por los corderos de sus madres. Las ovejas poseen mecanismos neurales especializados en los lóbulos frontal y temporal derecho del cerebro y pueden reconocer rostros humanos u ovinos familiares durante un periodo de hasta 2 años.