logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Integración de la medicina del comportamiento en la práctica veterinaria

PorGary M. Landsberg, BSc, DVM, MRCVS, DACVB, DECAWBM
Revisado/Modificado may 2014

    Cada visita veterinaria debe incluir preguntas de cribado para determinar si hay algún problema de comportamiento o algún cambio con respecto a visitas anteriores. Además de permitir al veterinario evaluar la salud y el bienestar de la mascota, esto inicia un diálogo con los propietarios sobre el comportamiento y les hace saber que el comportamiento es fundamental para una buena atención veterinaria. El registro de las respuestas a las preguntas de comportamiento en cada visita permite establecer una línea de base para futuras comparaciones.

    Un cuestionario básico de evaluación del comportamiento es una forma sencilla de recopilar información. Los cuestionarios deben estar estandarizados para que no se deje ningún tema sin tratar y para que los datos puedan compararse de una visita a otra. Cuando se usan continuamente desde la primera visita de la mascota, estas herramientas permiten una detección e intervención precoces. Abordar de forma precoz las alteraciones del comportamiento proporciona la mejor alternativa para manejar el problema y evitar que un problema menor se vuelva crónico y, por lo tanto, más grave y difícil de solucionar. Si durante la visita se identifican alteraciones del comportamiento (p. ej., ladridos, gruñidos, ataques o falta de hábitos higiénicos), el veterinario tendrá que determinar si existen problemas médicos subyacentes, si los comportamientos son normales y están en contexto o si son anormales y están fuera de contexto. También habrá que valorar si son manejables en el hogar, ya sea para ofrecer pautas para un comportamiento adecuado o, cuando esté indicado, para derivar al propietario para que reciba más asesoramiento por un veterinario especializado.

    Los servicios de comportamiento deben ofrecerse utilizando un enfoque de equipo integrado. El personal puede ayudar con la detección del comportamiento (cuestionarios) y proporcionar consejos sobre la selección de mascotas y orientación preventiva para los nuevos propietarios de mascotas. Los veterinarios o el personal con suficientes habilidades y entrenamiento pueden ofrecer educación al propietario sobre cómo prevenir y manejar comportamientos indeseables y clases para ayudar a los propietarios de mascotas a socializar y entrenar a sus mascotas. Un buen conjunto de recursos materiales y enlaces a sitios web que proporcionen una guía de comportamiento apropiada y sólida pueden complementar los consejos proporcionados.

    Los educadores pueden supervisar el asesoramiento preventivo y los servicios de formación que ofrece un hospital veterinario. También desempeñan un papel integral en el servicio de medicina del comportamiento, ayudando a completar la anamnesis, enseñando a realizar técnicas de modificación de conducta y realizando un seguimiento del caso y apoyo continuo. Las fuentes de información para veterinarios, educadores y personal interesado en el comportamiento veterinario se enumeran en la .

    Tabla
    Tabla

    Los veterinarios también deben tener un gran interés en cómo los propietarios entrenan a sus mascotas. Los educadores deben tener una sólida formación en los comportamientos típicos de las especies, así como en cómo los comportamientos pueden moldearse y modificarse a través de los principios del aprendizaje que se aplican a todas las especies. La Association of Pet Dog Trainers, la American Humane Association y la American Veterinary Society of Animal Behavior han publicado guías y materiales para el entrenamiento apropiado y la modificación del comportamiento. Los instructores certificados se pueden encontrar en ccpdt.org www.ccpdt.org y karenpryoracademy.com www.karenpryoracademy.com, y los defensores del entrenamiento del perro libre de fuerza en petprofessionalguild.com www.petprofessionalguild.com. Sin embargo, incluso con un adiestrador certificado, los veterinarios deben observar y hablar con este para asegurarse de que las metodologías utilizadas son humanas, eficaces y apropiadas para los propietarios y sus mascotas. Tener una discusión activa sobre el entrenamiento con cada propietario de perro puede ayudarle a comprender los principios del aprendizaje y a diferenciar a los entrenadores que usan técnicas indeseables de aquellos que usan técnicas humanas basadas en el refuerzo positivo.