logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Edema maligno en animales

(Gangrena gaseosa)

PorHenry R. Stämpfli, DMV, Dr Med Vet, DACVIM-LAIM;Olimpo J. Oliver-Espinosa, DVM, MSc, DVSc
Última revisión/modificación jul 2021

Clostridium septicum, la causa del edema maligno, se encuentra en el suelo y en el contenido intestinal de todas las especies de animales. La infección generalmente se produce por contaminación de las heridas. Los signos clínicos se desarrollan en 2 días, e incluyen signos sistémicos (p. ej., fiebre) y tumefacciones localizadas en los músculos y tejidos conjuntivos intermusculares. A menudo se produce una toxemia mortal. La confirmación del diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio. El tratamiento consiste en la terapia antimicrobiana y tratamiento de soporte. El control se realiza mediante inmunización usando una bacterina, a menudo en una vacuna multivalente.

El edema maligno es una toxemia aguda, por lo general fatal, que afecta a todas las especies y edades de los animales y suele estar causada por Clostridium septicum. Se han aislado otras especies de clostridios, lo que indica infecciones mixtas. Otros clostridios implicados en la infección de heridas son C chauvoei, C perfringens tipo A, C novyi tipo A y C sordellii. La enfermedad presenta distribución mundial.

Etiología y patogenia del edema maligno en animales

C septicum se encuentra en el suelo y en el contenido intestinal de los animales en todo el mundo. La infección suele producirse a través de la contaminación de heridas que contienen tejido desvitalizado, tierra o algún otro debilitante tisular o a través de la activación de esporas latentes. Pueden infectarse las heridas causadas por accidentes, castración, descolado, vacunación insalubre o parto. Las toxinas clostridiales potentes causan signos locales y sistémicos, que a menudo causan la muerte. Las exotoxinas locales causan una inflamación excesiva, dando lugar a edema grave, necrosis y gangrena. Los factores de riesgo incluyen las inyecciones IM en los caballos; esquileo, corte de cola y parto en las ovejas; y parto traumático y castración en el ganado vacuno. Los caballos, y probablemente las vacas, tienen esporas latentes en los tejidos musculares.

Hallazgos clínicos del edema maligno en animales

Los signos clínicos generales, como anorexia y fiebre alta, así como las lesiones locales, se desarrollan en 6-48 h después de producirse la herida predisponente o la activación de esporas latentes. Las lesiones locales son inflamaciones blandas que dejan marca cuando se presionan y que se extienden rápidamente debido a la formación de una gran cantidad de exudado que infiltra el tejido conectivo subcutáneo e intramuscular de las áreas afectadas. El músculo en esas zonas es de color marrón oscuro o negro. Puede haber acumulaciones de gas en el tejido subcutáneo y a lo largo de las fascias musculares. Estas infecciones musculares son extremadamente dolorosas y pueden evolucionar a una toxemia sistémica. En los estados progresivos de edema maligno se observa a menudo un desprendimiento local extenso de la piel y los tejidos. El edema intenso de la cabeza de los carneros se produce tras la infección de heridas causadas durante la lucha. El edema maligno asociado a las laceraciones de la vulva producidas durante el parto se caracteriza por un marcado edema de la vulva, toxemia grave y muerte en 24-48 h.

Diagnóstico del edema maligno en animales

  • Aspirado con aguja fina y tinción de Gram positiva (bacilos)

  • Ensayo de PCR y/o cultivo positivo

La similitud con el carbunco sintomático es marcada, por lo que la diferenciación basada en el examen de necropsia no es fiable para el diagnóstico; la confirmación de laboratorio a través de muestras es el único método seguro. El caballo y el cerdo son sensibles al edema maligno, pero no al carbunco sintomático. Un importante diagnóstico diferencial en estas especies es el ántrax.

C septicum también causa carbunco en las ovejas, una infección de alta mortalidad caracterizada por toxemia e inflamación de la pared del abomaso. Esta enfermedad parece limitarse principalmente al ganado ovino europeo alimentado con pastos "escarchados".

El diagnóstico puede confirmarse rápidamente mediante la tinción con anticuerpos fluorescentes de C septicum en un frotis de tejido. Sin embargo, una vez muerto el animal, C septicum invade los tejidos desde el intestino de forma sumamente activa y su presencia en especímenes tomados de un animal que lleva muerto ≥24 h carece de importancia. También se han utilizado pruebas inmunohistoquímicas para identificar las bacterias. La PCR se puede utilizar para la identificación directa y la diferenciación de clostridios asociados con edema maligno. La presencia de equinocitos de tipo III o esferoequinocitos en los frotis sanguíneos puede ayudar a diagnosticar la anemia hemolítica inmunomediada asociada con infecciones por clostridios en los caballos. Los aspirados con aguja fina y la tinción de Gram pueden confirmar la presencia de bacilos grampositivos antes de la confirmación por cultivo anaerobio.

Control del edema maligno (gangrena gaseosa) en animales

  • Vacunación

  • Eliminación adecuada de las canales para evitar la contaminación del suelo.

La eliminación adecuada de las canales ayuda a prevenir la contaminación del suelo; sin embargo, la vacunación es la principal herramienta para prevenir el edema maligno. La inmunización se logra por medio de bacterinas (vacunas bacterianas). C septicum se suele combinar con C chauvoei en una vacuna contra el carbunco sintomático y el edema maligno y está disponible en vacunas polivalentes. En las zonas endémicas se debe vacunar a los animales antes de castrarlos, descornarlos o descolarlos. Los terneros han de recibir la vacuna a los ~2 meses de edad. La administración de dos dosis de la vacuna con un intervalo de 2-3 semanas suele proporcionar protección. En las zonas de alto riesgo está indicada la vacunación anual, así como la revacunación después de un traumatismo grave.

El tratamiento con la administración de dosis altas de penicilina parenteral, tetraciclinas o antimicrobianos de amplio espectro está indicado al principio del curso de la enfermedad. Aunque la inyección de penicilina aplicada directamente en la periferia de la lesión puede reducir al mínimo la difusión de esta, los tejidos afectados suelen desprenderse. Se recomienda el tratamiento de apoyo con la administración de AINE (flunixino meglumina para bovinos y equinos). El tratamiento local incluye la incisión quirúrgica de la piel y la fascia para permitir el drenaje. Los animales con signos sistémicos de intoxicación necesitarán tratamientos de apoyo como la perfusión IV.

Puntos clave

  • El edema maligno es una toxemia aguda, por lo general fatal, que afecta a todas las especies y edades de los animales y suele estar causada por Clostridium septicum.

  • La infección suele producirse a través de la contaminación de heridas que contienen tejido desvitalizado, tierra o algún otro debilitante tisular o a través de la activación de esporas latentes.

  • La eliminación adecuada de las canales y la vacunación previenen el edema maligno.

Para más información