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Hialohifomicosis en animales

PorTamara Gull, DVM, PhD, DACVM, DACVIM (LA), DACVPM
Revisado/Modificado abr 2023

La hialohifomicosis es una infección debida a hongos septados no pigmentados (hialinos) que forman hifas en el tejido. Estos microorganismos se encuentran en todo el mundo y afectan predominantemente a humanos, perros, gatos y caballos. El modo de transmisión suele ser la inoculación cutánea de microorganismos ambientales, o posiblemente la inhalación.

Ejemplos de géneros que causan hialohifomicosis en laspersonas y otros animales incluyen Acremonium, Chrysosporium, Fusarium, Oxyporus, Paecilomyces, Scedosporium, Sagenomella, Phialosimplex, Rasamsonia, Geomyces, Pupureocillium, y Scopulariopsis, entre otros. (La hialohifomicosis no incluye los géneros Aspergillus o Penicillium o los microorganismos que causan entomoftoromicosis y mucormicosis, anteriormente denominados cigomicetos.)

La hialohifomicosis es menos común que la feohifomicosis, que se analiza en su propia sección a continuación.

Hallazgos clínicos de la hialohifomicosis en animales

En la hialohifomicosis, las lesiones varían desde la enfermedad local cutánea, subcutánea, corneal o de la mucosa nasal hasta la enfermedad diseminada que afecta a los pulmones y a otros órganos, como osteomielitis/discoespondilitis, afectación de la médula ósea y enfermedad del SNC.

Se debe evaluar a los pacientes que presentan lesiones cutáneas en busca de enfermedad sistémica e inmunosupresión. Los pacientes tratados con fármacos inmunosupresores pueden desarrollar hialohifomicosis cutánea y no presentar lesiones en otras localizaciones, mientras que los pacientes inmunocompetentes que desarrollan hialohifomicosis con mayor frecuencia presentan una enfermedad diseminada, o al menos una enfermedad que no se limita a la piel.

Los caballos frecuentemente contraen queratitis fúngica secundaria a una lesión corneal superficial; la enfermedad suele permanecer limitada a la córnea. Las lesiones histológicas de la hialohifomicosis consisten en una inflamación piogranulomatosa con hifas septadas no pigmentadas intralesionales que se ramifican en ángulos agudos, aunque algunos hongos pueden producir formas levaduriformes.

Diagnóstico de la hialohifomicosis en animales

  • Se necesitan indicios citológicos.

  • Identificación molecular superior al diagnóstico morfológico.

Los hongos causantes no pueden identificarse por sus características histológicas en los tejidos; el aislamiento del cultivo o la prueba de PCR son necesarios para el diagnóstico de hialohifomicosis. El aislamiento de un hongo en la piel, un frotis nasal o un exudado debe impulsar la evaluación histológica o citológica, ya que todos estos hongos son microorganismos ambientales comunes y a menudo se consideran contaminantes.

Tratamiento de la hialohifomicosis en animales

  • Identificación de especies para seleccionar el tratamiento más adecuado.

  • Se puede intentar con anfotericina B o azoles, pero muchas especies de hialohifomicetos son resistentes.

Los hialohifomicetos tienen una sensibilidad variable a muchos fármacos antifúngicos, como la anfotericina B y los azoles; la identificación molecular de las especies permite la selección del tratamiento empírico más apropiado. Los pacientes que toman fármacos inmunosupresores deben dejar de tomarlos, si es posible.

La extirpación quirúrgica, con o sin tratamiento con antifúngicos azólicos, es el tratamiento de elección para la enfermedad local. La enfermedad diseminada suele tener un pronóstico reservado o malo. Si no se persigue la especiación, se puede intentar el tratamiento con nuevos antifúngicos azólicos o complejo lipídico de anfotericina B. A menudo se requieren tiempos de tratamiento prolongados (>6 meses).

En los caballos con queratitis fúngica, se recomienda el tratamiento tópico frecuente con voriconazol o natamicina combinado con un desbridamiento apropiado, aunque el pronóstico es todavía reservado.