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Peste en animales

PorJennifer A. House, DVM, MPH, DACVPM
Última revisión/modificación abr 2023

La peste es una enfermedad grave y potencialmente mortal causada por la infección por la bacteria Yersinia pestis. En el oeste de EE. UU. existen focos enzoóticos de peste. Los casos se declaran con mayor frecuencia en Arizona, California, Colorado y Nuevo México, y están presentes en otros estados del oeste. La enfermedad también se puede encontrar en otras partes de América, África y Asia. La peste está catalogada como un agente bioterrorista de categoría A.

La bacteria que causa la peste se mantiene en un ciclo de transmisión roedor-pulga en el que intervienen numerosas especies de roedores silvestres. Además de los roedores, muchas especies de mamíferos pueden infectarse por Yersinia pestis, incluidos cánidos, félidos, lagomorfos, mustélidos y ocasionalmente ungulados. Las aves y los vertebrados no mamíferos no parecen ser sensibles a la infección.

Etiología de la peste en animales

La bacteria causante de la peste, Y pestis, es un cocobacilo gramnegativo, facultativo y no formador de esporas que pertenece a la familia Enterobacteriaceae. En las tinciones de Wright, Giemsa o Wayson puede mostrar una tinción bipolar con apariencia de "imperdible". La bacteria puede cultivarse en varios tipos de medios, como agar sangre, caldo nutritivo y agar no enriquecido; sin embargo, crece lentamente incluso a temperaturas óptimas.

Epidemiología y transmisión de la peste en animales

En la naturaleza, la bacteria que causa la peste, Y pestis, se mantiene entre varias especies de roedores (incluidas las ardillas listadas, las ardillas y los perritos de las praderas) y sus pulgas asociadas. La vía de infección más común para los animales de compañía es la ingestión de roedores y lagomorfos infectados o la picadura de una pulga infectada.

La transmisión de los animales domésticos a los humanos se ha producido de varias formas: transporte de pulgas infectadas al hogar, mordeduras y arañazos, transmisión por gotículas de aerosol y contacto con tejidos y líquidos infecciosos. El periodo de incubación suele ser de 1-7 días.

Los factores de riesgo para los animales de compañía incluyen vagar en áreas enzoóticas, cazar o ingerir roedores silvestres y lagomorfos y la exposición a pulgas infectadas. Algunas especies de roedores y lagomorfos pueden experimentar episodios de alta mortalidad por exposición a Y pestis, lo que da lugar a que sus pulgas busquen hospedadores alternativos, como gatos, perros y humanos.

Hallazgos clínicos y lesiones de la peste en animales

Los gatos presentan tres manifestaciones clínicas de la peste:

  • Los gatos con peste bubónica, la forma más frecuentemente observada en gatos, suelen presentar fiebre alta, letargo, anorexia y linfadenopatía regional (bubones) que pueden ser unilaterales o bilaterales. Los nódulos linfáticos abscesados son frecuentemente submandibulares; sin embargo, también se ha producido una tumefacción de la región retrofaríngea medial, sublingual o amigdalina. Los nódulos linfáticos abscesados pueden tener un aspecto similar a los abscesos por heridas de mordedura u otras causas. También se han observado lesiones orales, abscesos cutáneos, descarga ocular, diarrea, vómitos y celulitis.

  • Los gatos con peste septicémica presentan fiebre alta, letargo y anorexia, progresando a signos evidentes de sepsis, que incluyen vómitos, diarrea, taquicardia, tiempo de relleno capilar prolongado, extremidades frías, membranas mucosas pálidas, coagulopatía intravascular diseminada (CID), insuficiencia multiorgánica y síndrome de dificultad respiratoria aguda. Los pacientes no necesariamente tienen nódulos linfáticos aumentados de tamaño.

  • La peste neumónica puede desarrollarse de forma secundaria a las otras formas y se caracteriza por fiebre, disnea, secreción oral o nasal y tos o estornudos. Puede transmitirse a los propietarios de gatos y al personal de la clínica veterinaria a través de gotículas respiratorias.

Todos los casos sospechosos de peste requieren la auscultación del tórax, y se deben utilizar radiografías torácicas para valorar la afectación pulmonar. Los hallazgos radiográficos típicos incluyen cambios sugestivos de neumonía intersticial difusa o áreas coalescentes de necrosis que forman un absceso.

Los perros son menos propensos que los gatos a desarrollar enfermedad clínica por infección por Y pestis; sin embargo, se ha documentado en varias ocasiones. Pueden observarse fiebre transitoria y anorexia de corta duración (<72 horas), acompañadas rara vez de linfadenopatía. La enfermedad grave, incluida la afectación respiratoria, es posible en perros (pero infrecuente) y puede causar una enfermedad mortal.

Ha habido al menos dos perros documentados en la literatura que murieron de peste en EE. UU. Ambos perros presentaron fiebre alta, malestar y neumonía lobulillar que progresó a hemoptisis en las 24 horas siguientes al inicio de la enfermedad.

Rara vez se han descrito animales domésticos de producción infectados por Y pestis. No se conoce que el ganado vacuno, los caballos, las ovejas y los cerdos desarrollen enfermedad clínica. Hay informes poco frecuentes de enfermedad clínica en camellos, camélidos y cabras.

La peste clínica está presente en especies silvestres como antílopes, ciervos y felinos (gato montés, lince). Los cánidos silvestres (coyote, zorro) suelen ser resistentes a la enfermedad, pero frecuentemente son seropositivos en áreas endémicas de peste.

Diagnóstico de la peste en animales

  • Cultivo: prueba de referencia, pero lleva más tiempo.

  • PCR

  • Prueba de anticuerpos fluorescentes directos.

  • Pruebas serológicas: puede dar falsos negativos.

La recogida de muestras para el diagnóstico de peste se debe realizar utilizando el equipo de protección personal (EPP) apropiado, incluyendo guantes, mascarillas y protección ocular, y las muestras han de estar claramente etiquetadas como sospechosas de peste para que el personal de laboratorio que recibe la muestra pueda tomar las mismas precauciones cuando las manejan. Las muestras deben recogerse antes de iniciar el tratamiento antimicrobiano; sin embargo, se pueden tomar muestras y enviarlas para su análisis incluso si se han administrado antimicrobianos. Las muestras preferidas para diagnosticar la infección por Y pestis son aspirados de nódulos linfáticos, sangre completa o tejido fresco para la prueba de PCR, o pruebas de anticuerpos fluorescentes directos (AFD) en un laboratorio autorizado.

El cultivo es la prueba de referencia, pero se necesitará más tiempo para obtener resultados. Las pruebas serológicas pueden dar lugar a falsos negativos si el suero se recoge demasiado pronto en la evolución de la enfermedad; los anticuerpos pueden tardar hasta 17 días en desarrollarse. Si se recoge suero, se confirma un aumento de cuatro veces en los títulos de anticuerpos frente a la peste en sueros pareados agudos y convalecientes, recogidos con un intervalo de 3 a 4 semanas. Sin embargo, un diagnóstico presuntivo puede basarse en un único título de anticuerpos elevado de 1:32 o más. El recuento de leucocitos suele estar elevado con una neutrofilia marcada.

La forma neumónica puede mostrar evidencia de lesiones neumónicas en las radiografías torácicas. Los bubones son muy sugestivos cuando están presentes, pero la adenopatía puede estar ausente en la peste septicémica y neumónica.

Tratamiento de la peste en animales

  • Antibióticos según gravedad y especie.

  • El tratamiento rápido mejora los resultados.

No se debe retrasar el tratamiento de la peste mientras se esperan los resultados del diagnóstico. El tratamiento antimicrobiano precoz mejorará las posibilidades de supervivencia. El paciente debe ser hospitalizado y tratado de forma aislada por personal que utilice el EPP apropiado. Se recomienda continuar el tratamiento durante 10-21 días. Las opciones antibióticas incluyen fluoroquinolonas, doxiciclina, trimetoprima-sulfamida, gentamicina y cloranfenicol.

Se debe considerar la gravedad de la enfermedad y las especies animales al elegir un antibiótico. La respuesta clínica al tratamiento antimicrobiano suele ser rápida, excepto en los casos moribundos, y el pronóstico de recuperación es bueno. Los animales se suelen considerar no infecciosos después de 48-72 horas de tratamiento antibiótico; sin embargo, la duración de la infectividad en animales de compañía no se conoce completamente.

El tratamiento parenteral es preferible durante las primeras 48-72 horas para prevenir la exposición humana durante la administración de antibióticos orales. Los pacientes que reciben antibióticos parenterales pueden cambiar a tratamiento oral después de 48-72 horas. Los antimicrobianos betalactámicos no son eficaces y no deben administrarse para tratar casos en los que se sospeche peste.

Control y respuesta de salud pública a la peste en animales

Cada caso de peste veterinaria representa un riesgo potencial de exposición humana y enfermedad. El personal de la clínica veterinaria y los propietarios deben ser advertidos de estos riesgos. Los pacientes sospechosos de peste han de aislarse inmediatamente y someterse a control de pulgas.

Se deben utilizar procedimientos de control de infecciones que incluyan guantes, mascarillas, protección ocular y procedimientos estándar de desinfección cuando se manipule al animal o los materiales infecciosos. El periodo de incubación habitual de la peste en humanos es de 1-7 días.

Se debe informar a los funcionarios de salud pública, comenzando por el veterinario estatal, tan pronto como se sospeche la presencia de peste. Pueden ayudar con diagnósticos rápidos, controles ambientales para prevenir casos adicionales y evaluación de exposiciones. Se recomendará a las personas potencialmente expuestas que inicien una vigilancia activa de la fiebre de 7 días o que comiencen la profilaxis antibiótica, según el tipo y el momento de la exposición al animal infectado.

Se aconseja a los propietarios de animales en zonas endémicas de peste que eviten la deambulación y la caza de sus mascotas, que eviten la exposición a cadáveres de roedores y lagomorfos, que mantengan a las mascotas en un programa de control de pulgas recomendado por veterinarios y que se aseguren de que cualquier animal enfermo sea examinado rápidamente por un veterinario. Se debe advertir a los clientes que las mascotas enfermas no han de compartir las zonas para dormir con los miembros de la familia. Hay información adicional disponible en CDC: Peste.

Puntos clave

  • La transmisión se produce a menudo por la ingestión de animales de presa infectados o por la picadura de una pulga infectada.

  • El diagnóstico se realiza mediante PCR, AFD o cultivo. Los anticuerpos frente a Y pestis pueden tardar hasta 17 días en desarrollarse, lo que puede causar resultados falsos negativos en las pruebas serológicas al principio de la evolución de la enfermedad.

  • La elección del tratamiento son los antimicrobianos eficaces frente a bacterias gramnegativas, como las fluoroquinolonas, la doxiciclina, la trimetoprima-sulfamida, la gentamicina y el cloranfenicol, con los cuidados de apoyo apropiados y la monitorización según sea necesario.

  • Las infecciones zoonóticas son posibles y la exposición ocupacional es un factor de riesgo. La principal vía de transmisión en el ámbito veterinario es la inhalación de gotículas de animales neumónicos.