Cortesía de K. Gelatt.
Cortesía de K. Gelatt.
En la proptosis aguda, el ojo ha sido expulsado de la órbita como resultado de un traumatismo; los espasmos del párpado y la inversión del borde del párpado impiden su retracción. La proptosis es común en el perro e infrecuente en el gato. El pronóstico depende de la extensión del traumatismo, la raza del perro, la profundidad de la órbita, la duración de la proptosis, el tamaño de la pupila en reposo, el estado de la queratitis por exposición y de otras lesiones perioculares. En el gato, la proptosis suele ser el resultado de un traumatismo grave en la cabeza; a menudo se fracturan otros huesos faciales. El globo ocular debe reponerse lo antes posible si el estado físico del animal permite la inducción de anestesia general. Antes del reemplazo, se requiere una cantotomía lateral para permitir el reemplazo del globo protésico. A continuación, se realizan múltiples suturas de colchón horizontales de espesor dividido en el borde del párpado. El tratamiento consiste en la administración de antimicrobianos sistémicos, agentes antiinflamatorios sistémicos y analgésicos sistémicos, combinados con antimicrobianos tópicos y midriáticos. Aunque el pronóstico para conservar la visión es reservado, se suele poder salvar el globo ocular.