La polimixina B y la polimixina E, o colistina, pertenecen a un grupo de antimicrobianos polipeptídicos catiónicos. Debido a su toxicidad, estos fármacos se usan con mayor frecuencia por vía tópica o PO para el tratamiento de infecciones intestinales.
Las polimixinas son bactericidas; reaccionan potentemente con los fosfolípidos de las membranas celulares bacterianas y alteran radicalmente su permeabilidad y función. Las polimixinas son más eficaces frente a bacterias gramnegativas que frente a las grampositivas. Su capacidad para unirse al grupo lípido A del lipopolisacárido (LPS) ha contribuido al uso de la polimixina B en la endotoxemia equina. El tratamiento con polimixina B es más eficaz antes del inicio de la endotoxemia porque su mecanismo de acción exige que se una al LPS antes de que el LPS se una a la proteína de unión al LPS (LBP). El tratamiento con polimixina B después de la aparición de los signos clínicos de endotoxemia es menos eficaz.
Su espectro relativamente limitado de las polimixinas incluye Enterobacter, Klebsiella, Salmonella, Pasteurella, Bordetella, Shigella, Pseudomonas spp y Escherichia coli. La mayoría de Proteus o Neisseria spp no son sensibles. Aunque se reconoce resistencia bacteriana intrínseca a las polimixinas, este fenómeno es raro y de origen exclusivamente cromosómico. Cuando se combinan con sulfamidas potenciadas, las polimixinas actúan de forma sinérgica; también reducen la actividad de las endotoxinas en los fluidos corporales y pueden ser beneficiosas en la endotoxemia. Su acción es inhibida por los cationes bivalentes, los ácidos grasos insaturados y los compuestos de amonio cuaternario.
Las polimixinas no se absorben tras su administración PO o tópica; las concentraciones plasmáticas alcanzan su máximo ~2 h después de la administración parenteral. Las concentraciones sanguíneas suelen ser bajas porque las polimixinas se unen a las membranas celulares, así como a detritos de tejido y a exudados purulentos. Las polimixinas se eliminan por vía renal, principalmente como productos de degradación, y su semivida plasmática es de 3-6 h. Son notablemente nefrotóxicas y neurotóxicas y, como tales, debe evitarse el tratamiento sistémico a dosis antimicrobianas. En concentraciones mayores puede aparecer bloqueo neuromuscular. También es previsible que se produzca dolor intenso en los sitios de inyección y reacciones de hipersensibilidad.
La polimixina B es un potente liberador de histaminas. La indicación principal para el uso parenteral de las polimixinas es la infección potencialmente mortal causada por endotoxemia por bacilos gramnegativos o Pseudomonas spp resistentes a otros fármacos. Las polimixinas se suelen administrar PO como preparaciones oftálmicas u óticas en productos combinados frente a microorganismos sensibles y son uno de los componentes de las pomadas antibióticas triples disponibles sin receta.
Las dosis recomendadas para las polimixinas varían considerablemente. En los caballos, se suele usar la polimixina B fuera de registro y se administra a dosis de 6000 U/kg, IV, como bolo lento cada 8 horas para efectos antiendotóxicos. La polimixina no está registrada para uso oral o parenteral para ninguna especie veterinaria en EE. UU.