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Calor como desinfectante para su uso con animales

PorDiane D. Addie, PhD, BVMS
Revisado/Modificado jul 2022

    El calor tiene el rango de eficacia más amplio entre todos los métodos de desinfección, sin el riesgo de toxicidad para el usuario. Ciertos patógenos son difíciles de eliminar: los parvovirus, los ooquistes protozoarios, las micobacterias, las esporas bacterianas y los priones resisten a la mayoría de los desinfectantes, pero pueden eliminarse mediante la aplicación de calor, especialmente vapor, que destruirá los ooquistes de los protozoos.

    El calor húmedo es más eficaz que el calor seco, especialmente bajo presión. El método de esterilización más eficaz, por ejemplo, es el uso de vapor presurizado (es decir, el autoclave). Los ajustes recomendados de autoclave para la esterilización son 121 °C a 15 psi durante 15 minutos, o 126 °C a 20 psi durante 10 minutos. Para inactivar los priones se necesita una temperatura de 130 °C durante 30-60 minutos. Cuando no se dispone de autoclaves, los instrumentos quirúrgicos que ya se han lavado se pueden hervir para conseguir cierto grado de esterilidad. Los limpiadores a vapor comúnmente disponibles se pueden usar para esterilizar mobiliario blando (como alfombras), pisos y superficies de trabajo.

    En los hospitales veterinarios, los refugios y el hogar, los agentes infecciosos pueden inactivarse con el calor proporcionado por los aparatos comunes, como lavavajillas, lavadoras y limpiadores a vapor, así como por incineradores. Los lavavajillas y lavadoras deben usarse correctamente para que no se conviertan en una fuente de contaminación cruzada: Cryptosporidium, Microsporum y el parvovirus son ejemplos notables de agentes patógenos que pueden propagarse entre los productos mediante prácticas inadecuadas de lavado. La eficacia de la esterilización depende de la duración de la exposición del patógeno al calor y de si también se usa un desinfectante químico.

    Las temperaturas en lavadoras y lavavajillas deben ser de al menos 60 °C para eliminar las esporas patógenas e inactivar virus resistentes como el calicivirus felino (CVF). Las lavadoras estándar pueden no alcanzar estas temperaturas tan elevadas; puede ser necesario utilizar un ciclo de vapor. Además, el parvovirus puede resistir temperaturas de 80 °C durante al menos 1 hora; la adición de un desinfectante químico (lejía) es esencial para la eliminación de este microorganismo. Para los hongos patógenos se puede lograr una descontaminación fiable mediante el lavado a 60 °C, independientemente de los tejidos y detergentes utilizados. Las temperaturas ≥56 °C matarán al 99 % de los quistes de Giardia. La temperatura necesaria para la descontaminación depende del tiempo de lavado y del tipo de detergente. Se ha demostrado que dos adiciones mejoran la eficacia de esterilización de las lavadoras de ropa: el hipoclorito sódico con detergente disminuye sustancialmente el número de partículas víricas presentes y el blanqueante de oxígeno activado mejora la eficacia frente a varias bacterias.