Los tensoactivos reducen la tensión superficial de una solución acuosa y se usan como agentes humectantes, detergentes, emulsificantes, antisépticos y desinfectantes. Como los antimicrobianos, alteran el cociente de energía en las interfases. La posición de la fracción hidrófoba en la molécula determina si un tensioactivo se clasifica como aniónico o catiónico.
Tensioactivos aniónicos para su uso con animales
Los jabones son detergentes aniónicos bipolares con la fórmula general RCOONa/K, que se disocian en agua a iones hidrófilos K+ o Na+ y a iones lipofílicos de ácidos grasos. A diferencia de la mayoría de los ácidos grasos que son ácidos débiles, el NaHO y el KHO son bases fuertes, por lo que la mayoría de las soluciones de jabón son alcalinas (pH 8-10) y pueden irritar la piel sensible y las membranas mucosas. Los jabones emulsionan las secreciones lipídicas de la piel y retiran la suciedad, el epitelio descamado y las bacterias, que se eliminan al aclarar la espuma. El poder antimicrobiano de los jabones a menudo se potencia al añadir ciertos antisépticos, como por ejemplo los fenoles, las carbanilidas o el yoduro de potasio. Los jabones son incompatibles con los tensioactivos catiónicos.
Tensioactivos catiónicos para su uso con animales
Los detergentes catiónicos son un grupo de compuestos de amonio cuaternario con los grupos alquil o aril sustituidos (p. ej., cloruro de benzalconio, cloruro de bencetonio, cloruro de cetilpiridinio) por un halógeno ionizable, como el bromhidrato, el yodo o el cloro. El principal sitio de acción de estos compuestos parece ser la membrana celular, donde se absorben y provocan cambios en la permeabilidad. La actividad de los compuestos de amonio cuaternario más antiguos disminuye por el agua dura y por los materiales porosos o fibrosos (p. ej., tejidos, esponjas de celulosa) que los adsorben. Los amonios cuaternarios on inactivados también por sustancias aniónicas (p. ej., jabones, proteínas, ácidos grasos o fosfatos). Por lo tanto, su utilidad en presencia de sangre y desechos tisulares es limitada. Sin embargo, los compuestos de amonio cuaternario más nuevos (de cuarta generación, como el bromuro de dodecil dimetil amonio, el bromuro de dioctil dimetil amonio, etc.) supuestamente permanecen activos en aguas duras y toleran los residuos aniónicos.
Los amonios cuaternarios de quinta generación son mezclas de la cuarta generación con la segunda generación y demuestran una mayor actividad biocida en condiciones de alta carga de suelo, lo que los convierte en desinfectantes útiles en establos y baños de pies. Los compuestos de amonio cuaternario son eficaces frente a virus con envoltura, algunos hongos (incluyendo levaduras) y protozoos (incluyendo quistes de Giardia), pero no frente a virus no envueltos, micobacterias y esporas. Los compuestos de amonio cuaternario se suelen emplear para desinfectar instrumentos no esenciales y limpiar superficies duras.
Las soluciones acuosas a concentraciones de 1:1000 a 1:5000 tienen actividad antimicrobiana, especialmente a pH ligeramente alcalino. Sin embargo, el uso extensivo de amonios cuaternarios en concentraciones subinhibidoras ha dado lugar a la aparición de bacterias resistentes a los antimicrobianos (especialmente Escherichia coli y Salmonella spp) y por tanto a un riesgo para la salud pública; cinco genes de resistencia a compuestos de amonio cuaternario (qacE, qacEΔ1, qacF, qacG y sugE [p] bacterias gramnegativas). La resistencia cruzada a los fenicoles (florfenicol y cloranfenicol) resulta de incrementos graduales en las concentraciones de compuestos de amonio cuaternario.
Cuando se aplican sobre la piel, los compuestos de amonio cuaternario pueden formar una película bajo la cual los microorganismos pueden sobrevivir. Por esa razón, los compuestos de amonio cuaternario tienen una fiabilidad limitada como antisépticos. Las concentraciones >1 % dañan las membranas mucosas.
El diclorhidrato de octenidina es un tensioactivo catiónico utilizado cada vez más en Europa como alternativa a los cuaternarios, la clorhexidina y los yodóforos para la piel, las membranas mucosas y la antisepsia de las heridas. Es eficaz frente a Dichelobacter nodosus (que causa pedero en ovejas), incluso en presencia de suciedad. La octenidina inicialmente parecía prometedora frente al SARM, pero posteriormente se ha observado una resistencia emergente para este desinfectante y otros.