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Distribució de fármacos en el retículo ruminal

PorPatricia M. Dowling, DVM, MSc, DACVIM, DACVCP;Derek Foster, DVM, PhD, DACVIM
Revisado/Modificado may 2023

    Las características morfológicas y funcionales del reticulorrumen que favorecen la digestión fermentativa de las plantas también afectan a la actividad, distribución y absorción de distintos fármacos, especialmente cuando se administran oralmente. El entorno anaerobio y reductor del reticulorrumen y la presencia de distintas enzimas microbianas inactivan fármacos como la trimetoprima y los glucósidos cardiacos. La lenta e ineficaz mezcla de los fármacos en el gran volumen de líquido ruminorreticular retrasa la obtención de concentraciones uniformes durante la ingestión multifásica y retrasa su absorción desde el reticulorrumen. La absorción también depende de la polaridad y del estado iónico del fármaco, que viene determinado por su pKa y por el pH del líquido reticulorruminal. Este último depende de la dieta y de las aportaciones relativas de saliva alcalina y del líquido reticulorruminal ácido.

    Además de los distintos efectos que el medio ruminorreticular puede tener sobre la actividad y biodisponibilidad de los fármacos, estos a su vez pueden tener efectos no deseados sobre la función reticulorruminal. En concreto, los antibióticos de amplio espectro y los compuestos antiprotozoarios pueden alterar el equilibrio normal de la microbiota del reticulorrumen.

    Estos factores que afectan a la actividad y biodisponibilidad de los fármacos en el reticulorrumen, junto con los posibles efectos de los fármacos sobre la función ruminorreticular, complican la administración oral de fármacos a los rumiantes.

    En los animales jóvenes, estos efectos indeseables pueden evitarse gracias al reflejo de la gotera reticular. Este reflejo, desencadenado por receptores en la cavidad oral y faringe, está bien desarrollado en los neonatos lactantes, pero es menos intenso en los animales más viejos. Después de ~24 meses en el ganado vacuno y ~18 meses en las ovejas, el cierre de la hendidura reticular suele ser irregular, incompleto o inexistente.

    La morfología y la función reticulorruminal afectan menos a la distribución de los fármacos en los rumiantes recién nacidos que en los adultos. Al nacer, los preestómagos no están completamente desarrollados, y el rumiante neonato es fundamentalmente monogástrico. Los fármacos (p. ej., la trimetoprima) que por lo general se destruyen en el reticulorrumen del adulto se absorben bien durante las primeras 2-3 semanas después del nacimiento. Este patrón de desarrollo depende del periodo entre el nacimiento y el inicio de una dieta con forraje con la consiguiente exposición a microorganismos ambientales.