La enfermedad ocular inmunomediada no es frecuente en los perros. Esto puede incluir queratoconjuntivitis seca, queratoconjuntivitis inmunomediada (pannus), miositis de los músculos extraoculares, epiescleritis, episcleroqueratitis nodular granulomatosa y uveítis inmunomediada (síndrome uveodermatológico) asociada a una reacción inmunitaria a la melanina (observada en varias razas, con más frecuencia en las de origen ártico). La enfermedad ocular inmunomediada puede tratarse por vía tópica, sistémica o una combinación de ambas, que también puede acompañarse de corticoesteroides tópicos y sistémicos. Los fármacos que se usan con más frecuencia además de los glucocorticoides son la ciclosporina, el tacrolimús, el micofenolato y la azatioprina.
Además del uso tópico, la ciclosporina puede usarse sistémicamente. La biodisponibilidad es variable según las diferentes formulaciones orales. La dosis es de 5 mg/kg, cada 12 horas durante 2 semanas, disminuyendo a cada 24 horas si hay mejoría clínica.
El micofenolato de mofetilo puede administrarse a una dosis de 7-20 mg/kg, cada 12 horas durante 3-4 semanas, y después reducir la dosis a 10 mg/kg/día.
La azatioprina puede administrarse oralmente (1,5-2 mg/kg/día, reduciendo la dosis a los 3-5 días).
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Consulte también la información para propietarios sobre los fármacos utilizados para tratar trastornos oculares.
