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Agentes condroprotectores en animales

PorScott H. Edwards, BVMS, PhD
Revisado/Modificado nov 2021

Glucosaminoglucanos polisulfatados en animales

Los glucosaminoglucanos polisulfatados (PSGAG) son glucosaminoglucanos semisintéticos preparados a partir de cartílago traqueal bovino y compuestos de una cadena polimérica de unidades repetidas de disacáridos. El glucosaminoglucano principal en los PSGAG es el sulfato de condroitina. Está aprobado el uso de PSGAG en perros de manera IM y en caballos de manera intraarticular e IM para el control de los signos clinicos asociados con degeneraciones no infecciosas o artritis traumática. En los caballos, la dosis recomendada es de 500 mg, IM, cada 4 días durante 28 días o 250 mg mediante inyección intraarticular una vez a la semana durante 5 semanas. En los perros, la dosis recomendada es de 2 mg/0,454 kg, IM, dos veces a la semana durante 4 semanas. Tras la inyección IM, el PSGAG se absorbe a la circulación sistémica y finalmente se incorpora en el cartílago sano y dañado. Su mecanismo de acción exacto es desconocido, pero los estudios in vitro demuestran que los PSGAG inhiben la PGE2 y enzimas catabólicas como la estromelisina, la elastasa, las metaloproteasas y otras. Los PSGAG in vitro también incrementan la síntesis de ácido hialurónico, proteoglucanos y colágeno. La toxicidad asociada a la administración de los PSGAG ha sido mínima. Dado que los PSGAG son químicamente similares a la heparina, la sobredosis puede inhibir la coagulación, y su uso simultáneo con aspirina puede prolongar la hemorragia. El uso de los PSGAG está contraindicado en articulaciones sépticas.

Pentosano polisulfato de sodio en animales

El pentosano polisulfato de sodio (PPS) es un éster polisulfato de xilano, un polímero semisintético preparado a partir de material vegetal de playas. El PPS es química y estructuralmente similar a la heparina y a los glucosaminoglucanos. Este compuesto está aprobado por la FDA para su uso en forma de cápsulas orales para el tratamiento de la cistitis intersticial en las personas. En Australia y en otros países está disponible como inyectable para su uso en personas, perros y caballos. El mecanismo de acción se desconoce. El PPS fecal estimula la síntesis de ácido hialurónico y GAG en las articulaciones dañadas, inhibe las enzimas proteolíticas como metaloproteinasas y roba radicales libres. El PPS puede disminuir también la actividad de las citocinas. En tipos de osteoartritis canina, la administración IM de PPS disminuye el daño global del cartílago de manera significativa. Dado que el PPS tiene una estructura similar a la de la heparina, pueden observarse coagulopatías. El PPS se administra una vez a la semana durante 4 semanas consecutivas y luego una vez cada 6 o 12 meses.

Hialuronano en animales

El hialuronano (anteriormente ácido hialurónico), un polisacárido del ácido glucurónico y de la glucosamina, es un componente del líquido sinovial y del cartílago articular. En EE. UU. está disponible una fracción purificada de sal sódica de ácido hialurónico extraída de la cresta de los gallos para el tratamiento de caballos con osteoartritis. El hialuronano es el responsable de la viscosidad del líquido sinovial y contribuye a su función lubricante en el movimiento articular. Como sucede con otros agentes condroprotectores, su mecanismo de acción no está claro. No obstante, dado que la viscoelasticidad del líquido sinovial está disminuida en las osteoartritis, la administración intraarticular de hialuronano puede mejorar la lubricación articulación. El hialuronano inhibe la síntesis de PGE2, tanto in vitro como en vivo, y puede inhibir las enzimas inflamatorias y reducir el dolor. La mayoría de sus usos clínicos han sido en caballos, en los que el hialuronano parece tener efectos adversos mínimos.

Orgoteína en animales

La orgoteína es una metaloproteína hidrosoluble que contiene cobre y zinc. En bajas concentraciones en todo el cuerpo, la orgoteína tiene actividad de superóxido dismutasa, robando los radicales de oxígeno libres. La orgoteína se encuentra disponible de manera inyectable y se ha usado en el tratamiento de las inflamaciones de los tejidos blandos en los caballos y en las artritis en perros. Aunque se ha utilizado como inyección intramuscular o subcutánea, la orgoteína se suele administrar como inyección intraarticular, debido a que su gran tamaño molecular puede limitar su absorción por otras vías. Su administración intraarticular es eficaz en casos de cojera aguda en caballos, aunque el inicio de la respuesta al tratamiento puede ser lento (2-6 semanas). Los informes indican que aparentemente la orgoteína tiene un gran margen de seguridad.

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