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Uso de hormonas esteroides en animales

Última revisión/modificación abr 2022

En general, la necesidad de suplementar o reemplazar un tipo particular de hormona que es deficiente determina el tipo de hormona que se va a utilizar. Las hembras producen estrógenos normalmente, por lo que se obtienen mejores resultados en novillas solo con la administración de andrógenos (p. ej., acetato de trembolona) que en novillos. La mayoría de los implantes, sin embargo, incluyen estrógenos solos o en combinación con un progestágeno o un andrógeno. El estrógeno aumenta el tamaño corporal de los animales por su acción sobre la hormona del crecimiento y su influencia sobre el crecimiento de los huesos largos. Los estrógenos no deben utilizarse en animales (hembra o macho) destinados a fines reproductivos.

Se deben seguir las instrucciones del fabricante para asegurar la colocación del implante y la administración de la dosis correctamente. Las hormonas anabólicas no deben administrarse mediante una inyección IM con el propósito de aumentar el crecimiento. La UE ha prohibido el uso de promotores de crecimiento hormonales en la producción de carne. Se han establecido programas de vigilancia apropiados en Europa para asegurar el cumplimiento por parte de los productores.

Esteroides endógenos

Los compuestos esteroidales usados con propósitos anabolizantes en animales de abasto son el estradiol, la progesterona y la testosterona. El sexo y la madurez de un animal influyen en su tasa de crecimiento y composición corporal. Los toros crecen un 8-12 % más rápidamente que los novillos castrados, tienen mejor eficiencia alimentaria y producen canales más magras. El desarrollo superior de los toros se debe a los esteroides producidos en los testículos (sobre todo testosterona, pero también estradiol que, en los rumiantes, también es anabolizante y se produce en cantidades relativamente elevadas).

La testosterona, o uno de sus metabolitos fisiológicamente activos, se une a los receptores en el músculo y estimula una mayor incorporación de aminoácidos en proteínas, aumentando de este modo la masa muscular sin un aumento simultáneo de tejido adiposo. El estradiol, por otro lado, puede actuar por estimulación del eje somatotrópico para incrementar la hormona del crecimiento y por ello la producción y la disponibilidad del IGF-I mediante la modulación de las proteínas de unión al IGF. Los esteroides endógenos producidos naturalmente no son activos por vía oral. Sus efectos biológicos están provocados por la hormona en circulación y se encuentran en concentraciones muy bajas (del orden de picogramos a nanogramos de testosterona por mililitro en sangre para efectos fisiológicos), y pueden afectar transitoriamente al comportamiento de animales tratados o enteros ( See table Hormonas esteroideas naturales promotoras del crecimiento).

Tabla
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Uso de estradiol en animales

El estradiol se administra como un implante auricular, ya sea como comprimidos o implantes de goma silástica, y es un potente agente anabólico en rumiantes a concentraciones sanguíneas de 5-100 pg/mL. Cuando el estradiol se formula en comprimidos, suele estar presente un segundo esteroide (por lo general testosterona, acetato de trembolona o progesterona). Cuando se administra al ganado vacuno de cebo en la ración con una dieta alta en energía, el acetato de trembolona está presente en una proporción de ~1 parte de estradiol a 5 o 10 partes de acetato de trembolona. Los estrógenos administrados en forma de gránulos pueden mezclarse con progesterona (para novillos y novillas) o testosterona (solo para novillas), y estos implantes se usan en ganado en lactación, en crecimiento y en acabado. La liberación de hormonas de los gránulos comprimidos es bifásica, con una velocidad relativamente rápida que dura 2-7 días después de la inserción (50 a 100 veces tan alta como el valor inicial), seguida de una velocidad de liberación más lenta durante los siguientes 30-100 días (5-10 veces tan alta como la concentración basal). Las concentraciones hormonales disminuyen gradualmente hasta el día 60-120, en el que las concentraciones no se diferencian de las en animales no implantados.

El estradiol formulado en caucho silástico potencia la duración de la eficacia del implante en relación con las formulaciones granuladas en casi el doble. El patrón de liberación incluye un pico de corta duración en la concentración de estrógenos plasmáticos durante los 2-5 días posteriores a la inserción, seguido por un estable pero moderado incremento (5-10 veces tan elevado como el basal). Hacia el final de la vida útil del implante de caucho silástico, se produce una disminución gradual de las concentraciones de estradiol en los animales no implantados.

El estradiol, por sí mismo, aumenta la retención de nitrógeno, la tasa de crecimiento en un 5-30 % en los novillos, el contenido magro de la carne en un 1-3 % y la eficacia de la alimentación en un 5-10 %. Es más eficaz en los novillos castrados; sin embargo, también tiene efectos anabolizantes en novillas y terneras. Funciona mejor en corderos junto con andrógenos; sin embargo, debido a la influencia del estradiol sobre el crecimiento óseo, el estradiol no se usa habitualmente por la mayor incidencia de articulaciones inmaduras, que es un defecto importante de calidad. El estradiol no es un agente anabólico eficaz en cerdos.

Uso de testosterona en animales

La testosterona no se usa propiamente como un agente anabolizante en los animales de granja, dado que es difícil conseguir unas concentraciones fisiológicas eficaces durante largos periodos (hasta 100 días) con los actuales sistemas de administración, debido a su semivida en circulación. La testosterona es un agente anabolizante potente en concentraciones relativamente altas de 1-5 ng/mL en la circulación periférica. Se suele usar en forma de propionato junto con 20 mg de benzoato de estradiol en un implante comprimido (solo para novillas); su papel principal en el gránulo comprimido puede ser el de ralentizar la velocidad de liberación del estradiol. En concentraciones elevadas en sangre, la testosterona induce el comportamiento sexual masculino (p. ej., agresividad y monta) y puede dar lugar al desarrollo de rasgos sexuales secundarios (p. ej., grosor del cuello y engrosamiento de la piel alrededor de los ojos); sin embargo, esto no ocurre con las concentraciones administradas por gránulos comprimidos en la oreja (1 ng/mL). El comportamiento resultante del uso de gránulos que contienen 20 mg de benzoato de estradiol y 200 mg de progesterona no es diferente del que se produce después del uso de gránulos que contienen 20 mg de benzoato de estradiol y 200 mg de propionato de testosterona.

Uso de progesterona en animales

No hay evidencia clara que sugiera que la progesterona es anabolizante en los animales de granja. Su principal indicación es ralentizar la liberación del estradiol a partir de los implantes en forma de cápsula, lo que a su vez permite una mayor duración de la estimulación anabólica eficaz después de la implantación.

Esteroides sintéticos

Los esteroides sintéticos están disponibles comercialmente en algunos países debido a su eficacia, a su relativamente leve androgenicidad y a que causan pocos problemas de comportamiento ([XRef]). Los esteroides sintéticos comerciales son androgénicos (acetato de trembolona) o progestogénicos (acetato de melengestrol oral activo).

Estrógenos sintéticos no esteroideos

Se han usado dos clases principales de estrógenos no esteroideos sintéticos como mejoradores de la producción en animales de abasto. Los estrógenos estilbénicos (tanto el dietilestilbestrol [DES] como el hexestrol) han estado prohibidos en la mayoría de los países como agentes anabolizantes debido a las preocupaciones acerca de la seguridad de los residuos y de la comida.

El descubrimiento de un estrógeno que aparece naturalmente, la cearalenona (producido por los hongos Fusarium spp), ha llevado a la aparición de su análogo sintético, el ceranol. El ceranol es estrogénico y tiene una afinidad débil por el receptor uterino de estradiol. Se usa en producción animal en forma de implante auricular SC, en una dosis de 36 mg para el ganado vacuno y de 12 mg para el ovino, con una actividad que dura 90-120 días. En los novillos castrados, el ceranol aumenta la retención de nitrógeno, la tasa de crecimiento en un 12-15 % y la conversión de alimentos en un 6-10 %. De todas maneras, en las terneras se observan respuestas menores. Sus efectos son aditivos a los de los andrógenos (por lo general acetato de trembolona).

Tabla
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Los andrógenos esteroideos sintéticos no se suelen usar como agentes anabolizantes, a excepción del acetato de trembolona. El acetato de trembolona es actualmente el único andrógeno sintético que está aprobado para su uso como estimulante del crecimiento en el ganado vacuno en los EE. UU.; se utiliza en menor medida en ovinos y no en porcinos ni equinos. Presenta una débil actividad androgénica; sin embargo, tiene mayor actividad anabolizante que la testosterona. Cuando se administra repetidamente durante la fase de cebadero, cuando el ganado vacuno recibe una dieta rica en concentrados, el acetato de trembolona puede alterar el aspecto físico y el comportamiento de los novillos, haciendo que se vean y actúen como toros. El acetato de trembolona tiene efectos anabolizantes importantes por sí mismo en vacas y ovejas; sin embargo, en los machos castrados la respuesta es máxima cuando se usa junto con estrógenos. Se administra en forma de un implante tipo cápsula, de 140-200 mg, en novillas y vacas de desecho, y puede usarse con estradiol a dosis de 140-200 mg tanto en implantes combinados como separados.

El acetato de melengestrol es un progestágeno sintético activo por vía oral. Se administra a dosis de 0,25-0,50 mg/día por novilla en los alimentos. Suprime los celos recurrentes en los lotes de novillas y aumenta la tasa de crecimiento y la eficiencia alimentaria ([XRef]). No es eficaz en novillas preñadas o esterilizadas ni en machos castrados. Su modo de acción es suprimir la ovulación, presumiblemente suprimiendo la frecuencia del pulso de la hormona luteinizante (LH); no obstante, se desarrollan folículos grandes, que pueden aumentar las concentraciones de estradiol y de la hormona de crecimiento y por lo tanto tienen un impacto indirecto sobre el crecimiento. El acetato de melengestrol está permitido en EE. UU. pero no en la UE. Cuando se usa en ausencia de un implante promotor del crecimiento, el acetato de melengestrol aumenta la tasa de crecimiento a través del aumento de estradiol liberado por los folículos sexualmente intactos de la novilla; sin embargo, cuando se usa junto con implantes de estradiol o de una combinación de estradiol y acetato de trembolona en el cebadero, los efectos promotores del crecimiento del acetato de melengestrol se derivan principalmente de la supresión de las actividades excesivas, improductivas y potencialmente dañinas asociadas con el estro recurrente.

Uso en ganado vacuno

Los terneros tienen una peor conversión de alimento en tejido animal en comparación con los cerdos jóvenes o las aves de producción. Por tanto, las respuestas a los agentes anabolizantes en cerdos y aves de producción son variables. Se han obtenido respuestas del 0-10 % cuando se administró zeranol a terneros machos castrados de 3 meses de edad, y este rango de respuestas se debe probablemente a la producción de leche de la madre y a la disponibilidad de forraje tanto para la madre como para el ternero. A los novillos en sistemas intensivos de producción de carne se les puede aplicar un implante de estrógeno a los 1-2 meses de vida, con el fin de suprimir el desarrollo testicular, lo que puede causar la subsiguiente reducción en la monta y agresividad. Con este implante también se obtiene una respuesta de aumento del crecimiento del ~5-8 %. Es necesaria la reimplantación cada 80-100 días si se utilizan implantes comprimidos granulados.

Una limitación importante para el uso de agentes anabólicos en terneros destetados de peso ligero es el bajo aumento de peso vivo que pueden lograr debido a un estado nutricional deficiente. Por consiguiente, los agentes anabolizantes deben considerarse únicamente si se espera que los animales recién destetados ganen >0,25 kg/día. El zeranol, el estradiol y el acetato de trembolona pueden usarse en machos castrados. A las novillas de reposición de ganado lechero no se les puede administrar implantes de esteroides como a los destetados.

Se obtienen respuestas mayores y más consistentes en bovinos de un año y más viejos que en terneros o destetados, debido principalmente a una mayor ingesta y al mayor nivel de nutrición. En el caso de implantes de pellets con una efectividad de 60-120 días, se puede considerar la posibilidad de reimplantar el ganado vacuno a mitad de la temporada de pastoreo, siempre que se mantengan ganancias >0,5 kg/día. Los implantes silásticos con estradiol son eficaces durante 200-400 días, según la dosis (25,7 o 43,9 mg de estradiol). Las ganancias diarias en el ganado vacuno de cebo alimentado con una dieta alta en energía pueden incrementarse en un 20-30 % después de la implantación con un estrógeno y un andrógeno; la ganancia diaria en el ganado vacuno en pastoreo suele mejorar en un 10-15 %; sin embargo, las respuestas dependen de la disponibilidad de forraje y de la ingestión por encima del nivel de mantenimiento.

Las respuestas a los promotores de crecimiento del crecimiento son buenas cuando los animales presentan un estado nutritivo adecuado. La eficiencia de conversión de los alimentos mejora y el contenido de carne magra de la canal por lo general se incrementa. Aunque menos claro, la conformación del ganado implantado tiende a mejorar. Los impactos negativos de los implantes en el contenido de marmoleado del músculo del lomo pueden minimizarse terminando el ganado vacuno hasta un punto final de grasa constante y retrasando la implantación del ganado en finalización hasta 14-28 días después de la llegada y hasta que la ingesta sea ≥2 % del peso corporal (sobre materia seca).

En los novillos y novillas en el cebadero y con una dieta alta en energía, es común el uso de una combinación de andrógenos y estrógenos. Los implantes de tipo granulado tienen una eficacia de hasta 150 días; se debe considerar la posibilidad de reimplantar el ganado vacuno después de 70-100 días por la disminución de la respuesta de los implantes de tipo granulado con el tiempo y porque los implantes de esteroides reducen el contenido de grasa en la ganancia de peso vivo, lo cual es beneficioso para el ganado más gordo.

Los resultados de estudios en corrales grandes (>25 animales/corral) muestran que las novillas se benefician de una combinación de estradiol, acetato de trembolona y acetato de melengestrol. Sin embargo, en la investigación de corrales pequeños, cuando se administra en combinación con implantes promotores del crecimiento, el uso de acetato de melengestrol reduce la ganancia, la eficiencia alimentaria y el área del ojo de bife, y aumenta la grasa. Estos hallazgos contrarios sugieren que, aunque la progesterona puede tener un efecto antipromotor del crecimiento, el beneficio de la estimulación del crecimiento obtenido de la supresión del estro supera el menor impacto fisiológico negativo de la progesterona en los corrales de engorde grandes convencionales, y es menos probable que surjan problemas de comportamiento en los corrales pequeños.

En algunos ensayos en los que se administraron estrógenos a toros, la tasa de crecimiento aumentó del 2-10 %, y se suprimió el crecimiento testicular, con la subsecuente reducción en la monta y la agresividad. Esto debe hacer que los toros sean más fáciles de manejar en la granja y que presenten menos "cortes" después del sacrificio. El mecanismo implicado parece ser la reducción de las hormonas gonadotrópicas LH y hormona foliculoestimulante (FSH) de la hipófisis por el estrógeno, que tiene un potente efecto retroalimentario negativo sobre la secreción de LH y FSH. Esta reducción en la LH y FSH origina un menor tamaño testicular y concentraciones menores de testosterona, con la reducción concomitante del comportamiento agresivo. Sin embargo, parece segregarse suficiente testosterona para mantener un efecto anabolizante que puede dar lugar a mayores ganancias que en el ganado vacuno castrado. Por lo tanto, el uso repetido de estrógenos en toros a partir de los 1-3 meses de edad puede producir un efecto de castración hormonal con una mayor tasa de crecimiento.

Uso en caballos

El uso de agentes anabolizantes en los caballos no se recomienda debido a los efectos adversos sobre el aparato reproductor. La administración de un análogo esteroide hormonal andrógeno disminuye el tamaño testicular en los sementales. La disminución de las concentraciones hormonales, especialmente la LH, la testosterona y la inhibina, afectan negativamente a la microanatomía testicular y a la espermatogénesis, y esporádicamente disminuye la cantidad y la calidad del esperma. Uno de los compuestos más frecuentemente utilizados es la 19-nortestosterona para el tratamiento en caballos debilitados y anémicos. No obstante, el uso de estos compuestos está contraindicado, y el tratamiento a largo plazo o con dosis elevadas tiene graves efectos adversos sobre la función del tracto reproductivo. Por tanto, el uso de hormonas esteroideas con el propósito de estimular el crecimiento no es frecuente.

Empleo en otras especies

En los cerdos, las respuestas del crecimiento tras el uso de estradiol, progesterona y ceranol son variables pero por lo general reducidas. El acetato de trembolona parece aumentar el contenido de carne magra de las canales de cerdo. Se sabe que los cerdos tienen una mejor conversión alimentaria que el ganado vacuno de carne, por lo que las hormonas esteroideas para favorecer el crecimiento no se utilizan tanto.

En el ganado ovino, las respuestas a los agentes anabolizantes son similares a las que se obtienen en el ganado vacuno. Las respuestas más consistentes se han obtenido en corderos que terminaron con dietas altas en concentrado; se puede esperar un aumento del 10-15 % en la ganancia diaria, que es muy similar a las mejoras en la ganancia del ganado vacuno cuando la ingesta es adecuada para soportar un crecimiento adicional. Los esteroides anabolizantes no deben usarse en corderos que se destinan a la reproducción. Además, el implante de ceranol reduce el desarrollo testicular en los corderos, retrasa el inicio de la pubertad y reduce la tasa de ovulación en las hembras. Asimismo, el breve periodo de acabado y la naturaleza prolongada de algunos sistemas de producción no favorece, desde un punto de vista económico, que el uso de estimulantes del crecimiento en las ovejas se extienda en la práctica. Además, el uso de implantes a base de estrógenos aumenta la probabilidad de que la placa de crecimiento se cierre, lo que da lugar a una mayor abundancia de ovejas implantadas clasificadas como carneros debido a la incidencia de las articulaciones inmaduras, que es un defecto de calidad importante en los corderos terminados destinados al mercado nacional de EE. UU.

En las aves de producción, las respuestas a los estrógenos producen un aumento en el depósito de grasa. Los andrógenos, sin embargo, han producido respuestas contradictorias. Por ello, en la actualidad su uso no es relevante.

En los peces, la metiltestosterona puede inducir cambios de sexo, como en la trucha arcoíris, estimulando a su vez el crecimiento y mejorando la eficacia de conversión de los alimentos.

Posibles complicaciones

Cualquier implante hormonal tiene un efecto retroalimentario negativo sobre las gonadotropinas hipofisarias y, por lo tanto, reducirá la secreción de LH y FSH. Por tanto, los implantes hormonales pueden afectar al inicio de la pubertad y a la regulación de los ciclos estrales, así como disminuir la tasa de concepción en las hembras y el desarrollo testicular (y, por tanto, la producción de semen) en los machos. Los promotores del crecimiento hormonal nunca deben usarse en animales que se utilizan o pueden utilizarse con fines de reproducción, ni deben usarse antes de la pubertad para aumentar el crecimiento en purasangres de un año o toros jóvenes de pedigrí con fines de exhibición. Si se administra a novillas gestantes, el acetato de trembolona da lugar a una mayor incidencia de distocia grave, masculinización de los genitales femeninos del feto, aumento de la mortalidad de los terneros y disminución de la producción de leche en el siguiente periodo de lactación.

El principal problema asociado con el uso de implantes estrogénicos en los cebaderos ha sido un incremento transitorio en el comportamiento de monta y en la agresividad tanto en novillos como en novillas. Este comportamiento de monta se suele conocer como síndrome de buller (donde uno o más compañeros de corral intentan repetidamente montar al novillo buller durante todo el día y durante varios días). Sin embargo, también se cree que el estrógeno en el implante por sí solo no es suficiente para causar bullers. El síndrome de buller suele afectar al 2-3 % de la población del cebadero; sin embargo, esta tasa puede duplicarse o triplicarse durante el final del verano y principios del otoño, especialmente cuando hay una gran cantidad de polvo en el aire. Un aumento en los novillos de un año fuera de los pastos nativos (a los que se les suele administrar una dosis alta de implantes inmediatamente después de su llegada), fluctuaciones de la temperatura diurna (días calurosos y noches frescas que cambian la actividad social a las primeras horas de la noche), condiciones polvorientas del corral (exacerbadas por la actividad social nocturna), la alimentación con maíz o heno que puede estar mohoso y la fermentación incompleta en el ensilado recién cosechado también pueden contribuir a un aumento del síndrome del buller. Los corrales de engorde con un mayor número de animales en cada corral experimentan una mayor incidencia de actividad del buller; la incidencia aumenta linealmente con el número de animales en corrales con >80 o 100 animales por corral. Esto sugiere que el comportamiento agonístico es un fenómeno de población, que requiere una cantidad crítica tanto de animales dominantes que montan como de animales sumisos a los que intentan montar. Se ha demostrado que los bullers tienen mayores concentraciones circulantes de monoaminooxidasa y concentraciones circulantes reducidas de progesterona que los compañeros de corral no bullers.

Estos efectos por lo general persisten 1-10 días tras el implante, y por lo general se reducen posteriormente. Sin embargo, se han registrado algunas notificaciones sobre alteraciones en el comportamiento de machos castrados, que duraron durante 4-10 semanas. La causa de este comportamiento adverso impredecible no está clara; puede ser una función del clima de crianza y socialización. Por lo general es más grave en el ganado lechero destinado a la producción cárnica. Si el problema es grave, se deben identificar y retirar inmediatamente los novillos ; si es muy grave, se debe considerar la extracción de los implantes o la administración de 50-100 mg de progesterona en aceite durante varios días para suprimir el comportamiento como opción de tratamiento. A veces se puede instalar un pequeño equipo de paneles que permita que el animal que está siendo montado se mantenga alejado de sus compañeros de corral. Esta podría ser una opción si no hay corrales de monta para toros disponibles.

Además del síndrome del buller, los implantes estrogénicos pueden aumentar el tamaño de los pezones rudimentarios.

Factores que afectan a la respuesta

Varios factores afectan la respuesta a los implantes que promueven el crecimiento, incluida la composición genética, el plano de nutrición y el sexo y la edad del animal. Sin embargo, incluso los animales con una genética de crecimiento superior pueden beneficiarse de la aplicación de un implante de esteroides y, por tanto, tienen una mayor velocidad de ganancia que sus homólogos no implantados.

Los animales deben estar aumentando un mínimo de 0,25 kg/día para que la respuesta compense económicamente. Los implantes se usan mejor en animales con un alto nivel nutricional, que han sido tratados frente a parásitos y están en buenas condiciones de cría. Los implantes son una ayuda, pero no un sustituto de unas buenas prácticas de cría. En consecuencia, hay poco incentivo económico en implantar ganado destinado a un "periodo de almacenamiento" de 3 a 4 meses, durante el cual se alimenta a los animales para ganar poco o ningún peso. Las respuestas están disminuidas en los terneros (según el estado de salud y la dieta) y las respuestas son buenas en los de 1 año principalmente debido a la ingesta calórica.

El implante previo no influye en la respuesta al siguiente implante. Además, una vez que cesa el efecto del implante, la tasa de ganancia vuelve a la tasa que se esperaría en animales no implantados, asumiendo que el nivel de alimentación es el mismo. Por otra parte, el mayor peso inducido por los implantes al comienzo de la vida se traduce en un aumento del peso de la canal en el momento del sacrificio.