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Control hormonal del estro en perros

PorJuan E. Romano, DVM, PhD, DACT
Última revisión/modificación abr 2021

    El ciclo estral de una perra no se manipula tan fácilmente como en otras especies. En las perras, la supresión del estro, durante no más de 24 meses, se puede lograr mediante la administración de mibolerona (un andrógeno, 30-180 mcg/día, PO, dependiendo del peso de la perra). Para que el tratamiento sea efectivo, debe comenzar al menos 30 días antes del celo. El celo es variable, pero suele producirse tan pronto cesa del tratamiento; la fertilidad debe ser normal en el segundo estro después del tratamiento. El retorno al estro es variable entre 70 y 90 días después de finalizar el tratamiento. Los efectos secundarios comunes son hipertrofia del clítoris, vaginitis (especialmente en perras prepúberes), aumento de la actividad de las glándulas sebáceas cutáneas, epífora leve y alteraciones de la función hepática. La mibolerona ya no se comercializa en EE. UU.

    Si la perra ya ha entrado en el proestro, puede usarse acetato de megestrol (progestágeno sintético; 2,2 mg/kg/día, PO, durante 8 días) para detener el ciclo. Su administración debe comenzar en los primeros 3 días del proestro (sangrado vulvar). El sangrado vaginal y la tumefacción vulvar suelen desaparecer en 3-8 días. La perra debe estar confinada durante este tiempo. La mayoría de las perras volverán al estro en 4-6 meses.

    Para retrasar el estro, se inicia el tratamiento con acetato de megestrol (0,55 mg/kg/día, PO, durante 32 días) en el anestro tardío (hasta unas pocas semanas antes de que se espere el estro). Después del tratamiento, el celo se observa en 2-9 meses (por lo general 5-6 meses) y la fertilidad no se ve afectada. La eficacia para detener el celo está entre el 90 % y el 95 %. Los efectos adversos incluyen aumento del apetito, aumento de peso y cambios de comportamiento (por lo general más dóciles). También puede desarrollarse hiperplasia endometrial quística. El uso de megestrol está contraindicado en hembras con evidencia de enfermedad reproductiva, gestación y tumores mamarios. Además, no se recomiendan dos tratamientos consecutivos. El tratamiento a largo plazo puede provocar obesidad, diabetes mellitus y neoplasia del útero y las glándulas mamarias.

    Ni la miborelona ni el acetato de megestrol se recomiendan para su uso en perras en su primer celo o en aquellas utilizadas principalmente para criar.

    La inducción del celo en perras sigue siendo problemática y ninguno de los fármacos presentados a continuación está aprobado para este uso en EE. UU. Se han propuesto muchos métodos, pero la repetibilidad es baja y la fertilidad del estro inducido es variable. La inducción del celo en la perra antes de que se complete la involución endometrial (135 días después del celo más reciente) puede dar lugar a una reducción de la fertilidad. Los agonistas de la dopamina cabergolina (5 mcg/kg/día, PO, hasta 2 días después del inicio del proestro), metergolina (0,56-1,2 mg/kg, IM, cada tres días hasta el proestro) y bromocriptina (0,3 mg/perra durante 3 días seguidos de 0,6 a 2,5 mg por perra durante 3 a 6 días después del inicio del proestro) inducen el estro fértil en la mayoría de las perras. El promedio de duración del tratamiento fue de 16-19 días. Dos efectos adversos notables del tratamiento con agonistas de la dopamina en la perra son los vómitos y los cambios de color del pelaje.

    El uso clínico de la deslorelina (agonista de acción prolongada de la GnRH) para la supresión del celo está bajo investigación. Los implantes de liberación prolongada de deslorelina pueden suprimir el estro durante >1 año en las perras sin efectos adversos aparentes y con un retorno total a la fertilidad. El uso de implantes de deslorelina también puede ser efectivo para la inducción del estro, pero se ha asociado con bajos niveles de progesterona durante el diestro y, posteriormente, supresión prolongada del estro. La extirpación del implante 10 días después de su inserción parece resolver este problema. Se ha descrito que los implantes de deslorelina (4,7 o 9,4 mg) inhiben la reproducción en perras durante 4,5 y <12 meses, respectivamente. Las perras implantadas en la fase de anestro pueden entrar en celo entre 3 y 15 días después del tratamiento; sin embargo, las perras en diestro no entran en celo. La deslorelina solo debe usarse en perras sanas y no gestantes. El uso de acetato de megestrol a razón de 2 mg/kg durante 2-3 semanas antes de la colocación del implante de deslorelina puede ser eficaz para evitar el celo inducido. Se sigue investigando la inducción del estro con análogos de GnRH. Se ha documentado el estro sincrónico usando implantes enteros (2,1 mg) o la mitad (1,05 mg) de deslorelina después de la terminación del diestro con PGF. El protocolo con PGF comenzó con una dosis baja (50 mcg/kg, SC, 2 veces al día) el primer día, seguida de una dosis moderada (100 mcg/kg, SC, 2 veces al día) el segundo día y después una dosis completa (250 mcg/kg, SC, 2 veces al día) durante 5 días. También se han descrito resultados alentadores usando una sola inyección IM de 1,5 mg de una formulación de liberación sostenida de deslorelina comercializada para su uso en yeguas.

    La gonadotropina más ampliamente estudiada para la inducción del celo en cánidos es la eCG, que está disponible en EE. UU. solo en un producto porcino que contiene una combinación de 80 UI de eCG y 40 UI de hCG/mL. Una sola inyección de 5 mL de este producto fue muy eficaz para inducir el proestro en el 89,5 % de las perras tratadas, pero la tasa de ovulación fue baja. Sin embargo, también se han descrito tasas de parto del 50-84 % cuando se utilizaron eCG y hCG para inducir el celo en perras.