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El estado de la industria láctea

PorR. Page Dinsmore, DVM, DABVP
Última revisión/modificación feb 2021

    La industria láctea se encuentra en un periodo de volatilidad económica de proporciones históricas. Una era de fluctuaciones moderadas en los precios de la leche y los alimentos a finales de la década de 1990 y principios de la de 2000 fue seguida por aumentos en los precios de la leche nunca antes vistos. El periodo de alta rentabilidad de los productos lácteos a principios de 2008 se vio pronto empañado por la recesión mundial de 2008-2009, que provocó una reducción de las exportaciones. Desde entonces, los precios de la leche se han recuperado y caído varias veces. Más recientemente, los precios de la leche en EE. UU., que han sido los más altos de la historia en 2014, se han visto seguidos por cinco años de una grave recesión económica en toda la industria. A mediados de 2019 se estimó que >7000 explotaciones lecheras habían cerrado debido a que los precios de la leche se mantenían por debajo del coste de producción durante demasiado tiempo.

    Las causas de la recesión son numerosas, pero la razón esencial fue el resultado de un exceso de oferta de leche frente a la demanda. Debido a las mejoras drásticas en la reproducción, la genética, la nutrición y el manejo general de las vacas lecheras, la producción de leche ha aumentado significativamente. Simultáneamente, el consumo de leche en EE. UU. ha seguido disminuyendo y las exportaciones de leche han caído drásticamente. En marzo de 2015, la UE derogó el régimen de cuotas de producción láctea que habían estado limitando la producción en los Estados miembros. Y, en 2017, las guerras comerciales con Europa y China provocaron nuevas reducciones en las exportaciones. A partir de 2019, los precios comenzaron a repuntar, tal vez reflejando los efectos del cierre de muchas explotaciones lecheras estadounidenses.