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Control y prevención de las enfermedades en los cebaderos de vacuno

PorW. Mark Hilton, DVM, DABVP, Veterinary Clinical Sciences, School of Veterinary Medicine, Purdue University
Última revisión/modificación abr 2014 | Última modificación del contenido dic 2022

El control y la prevención de enfermedades en el ganado de engorde depende de la compra de animales sanos; proporcionar un sistema de transporte que minimice el estrés, un ambiente confortable en el corral de cebo y un sistema de alimentación adecuado; establecer un buen sistema de vigilancia; y el uso prudente de vacunas y, cuando sea necesario, de agentes antimicrobianos.

Instalaciones de cebo

Una de las consideraciones más importantes en la construcción de un cebadero es un buen drenaje. Los corrales y pasillos deben estar bien drenados y deben ser fácilmente accesibles para rascar la superficie según necesidad. Un buen drenaje requiere un 6 % de pendiente. Para evitar la superpoblación, cada animal tiene que disponer de 18 m2 de espacio en tierra bien drenada y de 9 m2 en corral pavimentado.

El ganado debe estar protegido del viento, la lluvia, la nieve, el exceso de calor y el sol directo. Los árboles se plantan como cortavientos, y los edificios y tapias se colocan de tal forma que el viento no se desvíe hacia las áreas de alimentación o de descanso. Una nave abierta al frente proporciona protección frente a las tormentas de invierno y del sol en verano. Cada animal necesita ~1-1,5 m2 de cubierta. La nave debería estar abierta al sur o sudeste, y el frente debería ser lo suficientemente alto para que el sol incida en el suelo en la parte posterior en los días más cortos del invierno. La parte posterior de la nave debe estar elevada ≥2,5 metros. Un comedero cubierto protege el alimento de los daños por el clima y da mayor confort a los animales cuando comen. La comida permanece seca y palatable y se reducen las pérdidas. Son útiles las sombras para dar alivio del calor extremo en verano en zonas especialmente calurosas.

En los últimos años ha aumentado mucho la preocupación por los aspectos medioambientales de las explotaciones. La legislación ambiental, que tiende por lo general a hacerse más exigente y estricta, exige cada vez más que todos los desechos del cebadero se contengan en sistemas de lagunas aprobados. Los planes de prevención de la contaminación deben estar de acuerdo con las autoridades. Los requerimientos de monitorización, pruebas y mantenimiento de registros varían entre países, así como regionalmente. Además, las enfermedades transmitidas por alimentos, en especial las causadas por Escherichia coli O157:H7 y Salmonella, han forzado a la industria procesadora de carne a cambiar el modo en que se procesan las canales de vacuno. La industria cárnica ha presionado a los cebaderos para que procuren tener los animales lo más limpios posible.

Transporte del ganado

El transporte o envío de ganado se ha asociado durante mucho tiempo con un aumento de la ERB en el cebadero, de ahí el término "fiebre del transporte". Sin embargo, con las mejoras actuales en el transporte, no existe una correlación entre la distancia a la que se envía el ganado y el riesgo de neumonía fibrinosa mortal en el cebadero. Factores como el destete, el nivel de inmunidad, la mezcla de distintos animales y otros factores estresantes adquieren mayor importancia en el riesgo de ERB que la distancia a la que se transportan.

Los animales pueden perder un peso considerable durante las primeras 24-48 h después del destete, durante el transporte y después de la privación de comida y agua. Esta pérdida de peso corporal (conocida como merma) varía desde un mínimo del 4 % en el ganado vacuno privado de alimentos y agua durante 24 h hasta el 9 % en los animales transportados a grandes distancias en un periodo de 2-4 días, o terneros livianos, de alto riesgo y no destetados. La mayoría de las pérdidas de fluidos y electrolitos se pueden restablecer en pocos días si los animales comienzan a comer y beber normalmente, pero algunos estudios muestran que tan solo el 35 % de los terneros de alto riesgo consumen una cantidad apreciable de alimento las primeras 24 h en el lote. Una merma >7 % se ha relacionado con el aumento de problemas de salud. La pérdida total de peso corporal puede no recuperarse hasta las 3 semanas en algunos terneros muy estresados.

El equipamiento de transporte y las instalaciones deberían cumplir los estándares locales y ser capaces de transportar el ganado con confort en cualquier estación del año. Algunos países prohíben que se transporte el ganado más allá de una cierta cantidad de tiempo, tras el cual debe descargarse para que los animales descansen y se les proporcione agua y comida. En la llegada a su destino, los animales deben explorarse cuidadosamente para ver evidencias de enfermedad clínica o lesiones. El suministro de heno fresco, una pequeña cantidad de pienso de "arranque" o starter y agua puede ayudar a detectar aquellos anoréxicos que requieren un examen más detenido. Esto es especialmente importante si ha habido retrasos inesperados en el transporte que aumenten el nivel de estrés de los animales.

Compra de ganado e introducción al cebadero

Las enfermedades infecciosas de las vías respiratorias son la causa principal de morbilidad y mortalidad durante los primeros 30-45 días desde la llegada al cebadero. Las enfermedades digestivas, especialmente la sobrecarga por carbohidratos en bovinos a los que se pone una ración energética alta dentro de los primeros 30 días de su llegada al cebadero, son una amenaza potencial principal, pero puede controlarse. El complejo respiratorio agudo ([XRef]) es más difícil de controlar en el vacuno de cebo, incluso bajo buenas condiciones de manejo.

El principal objetivo a la llegada al cebadero es hacer que los animales se adapten a una ración rica en energía, que hará posible un crecimiento rápido, tan pronto como sea posible, por lo general dentro de 21 días, mientras que se reducen la morbilidad y la mortalidad asociada con enfermedades respiratorias agudas, otras infecciones frecuentes y enfermedades digestivas que cursan con los ajustes a raciones altas en energía.

Preinmunización y preacondicionamiento

El preacondicionamiento es la preparación de los terneros de engorde para la comercialización, el envío y el entorno del corral de engorde; puede incluir vacunas, castración y entrenamiento de terneros para comer y beber en corrales. El concepto de preacondicionamiento está basado en parte en principios inmunológicos y nutricionales. La preinmunización, o vacunación de terneros 2-3 semanas antes del transporte de la granja al cebadero, es la base del preacondicionamiento. Además de la vacunación, se han dirigido esfuerzos más recientes a aumentar el número de días destetados antes del movimiento y la mejora del manejo en la granja, como selección genética y alimentación, precauciones que ayudan a los terneros a hacer una transición más fácil al cebadero.

En EE. UU., el preacondicionamiento se ha definido por los siguientes elementos: 1) destete al menos 30 días antes de la venta; 2) entrenamiento para comer de un comedero y beber de un bebedero; 3) tratamiento antiparasitario; 4) vacunación contra carbunco sintomático, edema maligno, parainfluenza 3, RIB, DVB (algunos programas también incluyen vacunación contra Mannheimia haemolytica, Pasteurella multocida y/o Histophilus somni); 5) castración y descornado con heridas cicatrizadas; 6) identificación con crotal; y 7) venta a través de subastas especiales. Cuando los terneros preacondicionados llegan al cebadero, suelen empezar a comer y a beber nada más llegar; si no se han sometido a factores estresantes inusuales, la incidencia de la enfermedad es mínima. Sin embargo, todavía es necesaria la vigilancia diaria para identificar casos de enfermedad. Debido a que estos animales suelen alimentarse con más facilidad que los terneros que no se han preacondicionado, se debe tener cuidado de no aumentar la ingesta demasiado rápido y causar problemas digestivos.

Cuando el preacondicionamiento se examina sobre la base de un presupuesto parcial, la rentabilidad para el productor de vacas de carne suele ser bastante favorable. Los terneros pueden aumentar 0,9-1,4 kg/día a un costo de ganancia muy bajo sin engordar. La "bonificación" del programa sanitario puede agregar 3-8 dólares/45 kg al precio cuando los terneros se venden en grandes cantidades, ventas especiales preacondicionadas, pero la principal recompensa financiera para el productor de ganado vacuno de carne es en forma de peso adicional vendido a bajo costo de ganancia.

La recría es una variante del preacondicionamiento en la que los terneros recientemente destetados se crían hasta los dos años para que aumenten de peso, por lo general en un cebadero más pequeño. El objetivo principal es preparar a estos bovinos para que se ajusten a una ración de acabado de alta energía en un corral de engorde con mínimos problemas. Esto se consigue alimentando a los terneros con una ración de crecimiento que consigue ganancias de peso rápidas y eficaces sin engrasar. El espectro de enfermedades observadas en explotaciones de recría durante los primeros 45 días después de la llegada de los terneros depende de cómo los terneros se hayan preinmunizado, preacondicionado u obtenido de diferentes fuentes sin preacondicionamiento. Las enfermedades infecciosas de las vías respiratorias (p. ej., ERB) y del aparato digestivo (coccidiosis) producen la mayoría de las pérdidas.

Los animales que llegan de orígenes desconocidos (p. ej., de ferias) requieren una mayor vigilancia y cuidado. Después de un descanso de 24 h, estos bovinos deben vacunarse y algunos se han de castrar, descornar y tratar para parásitos internos y externos. Los bovinos estresados y no preacondicionados de origen desconocido deben vigilarse de cerca para detectar signos de ERB durante ≥3 semanas después de la llegada. En su ración de iniciación, el ganado se alimenta de forma limitada con forrajes de buena calidad junto con una cantidad de una ración concentrada de alta densidad de nutrientes y muy apetecible. Se controlan cuidadosamente al menos dos veces al día para detectar evidencia de enfermedad, y se identifica y se trata al ganado enfermo. Una vez que se determina que los animales están sanos y que las enfermedades infecciosas comunes no son un problema, pueden pasar a las dietas de acabado.

La vacunación contra ciertas enfermedades respiratorias a las 24 h de la llegada es una práctica estándar para la mayoría de cebaderos. La vacunación debería limitarse a aquellos productos que realmente reducen las pérdidas que resultan de la enfermedad respiratoria. El uso de metafilácticos antimicrobianos contra enfermedades respiratorias puede ser necesario en terneros no preacondicionados en alto riesgo. Numerosos estudios muestran un beneficio económico del uso de antibióticos metafilácticos en terneros de alto riesgo, porque la morbilidad y mortalidad de la ERB pueden reducirse en gran medida.

Con independencia del sistema utilizado, lo más pronto posible tras su llegada los terneros deben pesarse en grupo, explorarse en busca de enfermedad y tratarse si es necesario. Algunos cebaderos administran antimicrobianos a todos los terneros considerados en alto riesgo de enfermedad respiratoria aguda. Si la enfermedad se muestra de manera diferente a los casos normales de enfermedad respiratoria, se debería realizar un diagnóstico veterinario lo antes posible. Es deseable realizar una exploración y un seguimiento detallados en animales con historial de un estrés inusual. Los animales más jóvenes y más pequeños suelen necesitar más atención, y puede ser necesario separarlos de los animales más mayores. Un historial fiable de vacunaciones, inyecciones de vitaminas, implantes y administración de antihelmínticos sería útil pero no suele estar disponible. El principal objetivo durante los primeros días es evitar un estrés innecesario y lograr que la mayoría del ganado consuma la ración inicial. Dependiendo de la condición del ganado, puede ser difícil durante los primeros días después de la llegada distinguir fácilmente el ganado enfermo del ganado sano, y puede ser necesaria una vigilancia clínica cuidadosa cada pocas horas. La observación en el momento de la alimentación suele revelar los animales anoréxicos que deberían sacarse del corral y explorarse.

Procedimientos de proceso

Identificación:

Cada animal debe identificarse inmediatamente, preferiblemente con un crotal con códigos de color que sean fácilmente visibles a distancia. En muchos cebaderos, cada animal no se identifica individualmente, pero a cambio se le pone un crotal con el número de lote (grupo) o número de corral. En la actualidad existen sistemas que identifican individualmente los animales con crotales que se pueden leer electrónicamente desde una distancia de 20-25 cm. La información que se mantiene sobre animales individuales a través de esta tecnología puede incluir el historial de rendimiento, vacunación y tratamiento. Estos crotales permanecen con el animal hasta el matadero, en cuyo momento la identificación del crotal puede transferirse al sistema general.

Medida de la temperatura corporal:

A su llegada, algunos animales pueden estar afectados con alguna enfermedad aguda pero sin mostrar signos clínicos evidentes. Otros pueden parecer fatigados y caquécticos sin estar afectados por enfermedad clínica. Identificar a los animales con enfermedades infecciosas agudas que deban tratarse temprano para minimizar la mortalidad puede resultar difícil. La temperatura corporal de ganado en alto riesgo (p. ej., terneros destetados, terneros procedentes de subastas o terneros transportados a largas distancias durante varios días) se suele medir durante su llegada. Los animales con una temperatura corporal >40 °C se tratan con un agente antimicrobiano. Los animales tratados se pueden crotalar y anotar en una base de datos de animales individuales, o se puede registrar el número total de animales tratados (cantidad total de fármaco administrado) en un grupo o corral.

Vacunación:

El valor de vacunar ganado de cebo contra enfermedades infecciosas comunes, particularmente aquellas del tracto respiratorio, ha sido controvertido desde que se introdujeron las vacunas. De todas formas, se usa una gran variedad de vacunas en los programas de sanidad de los cebaderos.

Se dispone de vacunas para las siguientes enfermedades o infecciones del ganado de cebadero: RIB, pasteurelosis neumónica, infección por el virus de la parainfluenza 3, infección por el virus respiratorio sincitial bovino, complejo patológico por Histophilus somni, DVB tipos 1 y 2, y enfermedad clostridial. Las vacunas disponibles para las enfermedades clostridiales son muy eficaces. El número de antígenos clostridiales que se ha de utilizar (2 a 8 vías) se basa en la prevalencia local de enfermedades clostridiales, incluyendo carbunco sintomático (Clostridium chauvoei), edema maligno (C septicum), hemoglobinuria bacilar (C novyi, tipo D [Haemolyticum]), hepatitis infecciosa (C novyi, tipo B), tétanos (C tetani) y enterotoxemia (C perfringens, tipos B, C y D). La leptospirosis (Leptospira serovariedades Hardjo, Pomona, Grippotyphosa, Canicola y las bacterinas Icterohaemorrhagiae) también se usa en algunas situaciones.

Un programa de vacunación básico para los terneros que llegan debe incluir una vacuna respiratoria vírica más una vacuna contra clostridios. Deben incluirse vacunas adicionales solo si se pueden cumplir dos criterios: la enfermedad presenta un riesgo suficiente de que la prevención sea necesaria (p. ej., leptospirosis en algunas áreas), y hay datos disponibles para respaldar el uso de vacunas para prevenir la enfermedad.

Castración y descornado:

Estos procedimientos quirúrgicos se realizan mejor mucho antes de la entrada al cebadero, pero invariablemente habrá toros y ganado con cuernos a la venta. El momento de castrar y descornar a este ganado mal administrado es bastante controvertido, con estudios que muestran que realizar la cirugía en el procesamiento inicial 24 h después de la llegada es mejor que retrasar estos procedimientos.

Antihelmínticos e insecticidas:

Los antihelmínticos e insecticidas se aplican según las condiciones locales. La mayoría del ganado vacuno habrá estado expuesto a parásitos internos, por lo que se deben implementar métodos de desparasitación apropiados. El ganado joven criado en granjas pequeñas en las que la carga ganadera es alta deberían tratarse contra helmintos. El ganado joven también puede verse afectado por neumonía verminosa crónica Dictyocaulus viviparus. La mayoría de los bovinos jóvenes se infectarán con coccidios, por lo que es necesario tener un agente anticoccidial apropiado en el alimento.

Agentes promotores del crecimiento:

Los agentes promotores del crecimiento ( ver Promotores del crecimiento y potenciadores de la producción) aumentan la tasa de crecimiento de los animales sin emplearlos por sí mismos para proporcionar nutrientes para el crecimiento. Suelen administrarse en pequeñas cantidades (a menudo mediante implantes o en alimentos) para alterar el metabolismo de modo que el animal incrementa los tejidos corporales y crece más rápidamente. Estos incluyen antibacterianos, antimicrobianos, esteroides (p. ej., los estrógenos, los andrógenos) e ionóforos. Promueven cambios en la composición, conformación, peso adulto o eficiencia de crecimiento, junto con cambios en la tasa de aumento de peso vivo.