Los programas de desarrollo de novillas de reposición suelen comenzar al destete según las novillas empiezan a prepararse para el inicio de la época de cubriciones. No obstante, las decisiones relativas al uso de programas de implantes promotores ( ver Promotores del crecimiento y potenciadores de la producción) del crecimiento para la reposición deben tomarse al principio del trabajo de los terneros a los 2-3 meses de edad. Reimplantar novillas al destete destinadas a la reproducción o después de los 6 meses de edad no es recomendable. Las novillas que paren a los 22-24 meses de edad tienen una vida productiva más larga en comparación con las novillas que paren por primera vez a los 30-36 meses de vida.
Selección de novillas:
La prospección para la selección de novillas de reposición empieza al destete, cuando las novillas tienen 6-8 meses de edad, y se basa en la fecha de nacimiento, la genética, la condición corporal, peso y tasa de destete, y en los registros de producción de la madre. La selección de novillas nacidas pronto en la época de partos hace que se repongan novillas que son mayores y más pesadas al principio de la época de cubrición. Las novillas deben evaluarse para determinar su solidez estructural, y una conformación inaceptable debe descalificar a una novilla como posible reposición. Las puntuaciones ajustadas a la edad pueden usarse para estimar el tamaño de las candidatas a la madurez. Estas puntuaciones proporcionan un método objetivo para seleccionar la reposición para mantener un tamaño de vacas consistente y adecuado para el ambiente y los recursos alimentarios.
Una vez que se hayan seleccionado las novillas de reposición, se debería instaurar un programa de alimentación y vacunación para prepararlas para las cubriciones. Si las novillas van a parir a los 22-23 meses de edad, deberían cubrirse a los 13-14 meses de edad. Para conseguir una fertilidad óptima, las novillas deberían pesar ~53-65 % de su peso corporal de adultas a esta edad. La ración debe ser equilibrada para proporcionar la tasa de ganancia de peso para conseguir el objetivo establecido del 53-65 % de su peso corporal a la madurez en el tiempo disponible. Los requerimientos específicos varían con el peso y la raza de las novillas y la cantidad de tiempo antes de la cubrición. (También ver Nutrición: ganado vacuno de carne.)
Una investigación considerable sobre el peso objetivo más rentable para las novillas reproductoras ha demostrado que está casi siempre por debajo de la recomendación previa del 65 % del peso corporal adulto. En lugar de una meta del número máximo de novillas concebidas, una mejor meta puede ser tener un porcentaje ligeramente menor de novillas cruzadas a un costo significativamente menor que las novillas en desarrollo para reproducirse al 65 % del peso corporal maduro.
Vacunación:
El programa de vacunación de las novillas debería proporcionar protección óptima frente a enfermedades reproductivas y debería incluir vacunación frente a RIB y DVB tipos 1 y 2. Según el riesgo de enfermedad local, las vacunaciones para Brucella, Leptospira, Trichomonas y Campylobacter también pueden estar indicadas. La vacunación frente a Brucella se realiza de acuerdo con las normativas regionales. Las vacunas vivas modificadas frente a RIB y DVB dan la mayor inmunidad para diferencias de cepas y se deberían administrar dos veces para asegurar un alto nivel de inmunidad. Algunos resultados sugieren que las vacunas vivas modificadas de RIB y DVB pueden producir infección transitoria del ovario y causar menor fertilidad. Por esta razón, la vacunación debería hacerse ≥1 mes antes de la cubrición. La vacunación de las novillas con vacuna de Trichomonas aumenta la tasa de partos y disminuye la duración de la infección en los rebaños infectados, pero no previene la infección. Una vacuna contra la tricomoniasis puede ser útil en rebaños infectados o en rebaños con alto riesgo de infección, pero puede no ser económicamente viable en rebaños con poco riesgo.
Manejo:
Las novillas deben estar adecuadamente desarrolladas en el momento de la primera cubrición, y su manejo durante la gestación debería asegurar su crecimiento continuado. Las novillas preñadas deberían separarse del rebaño principal de vacas en el momento del diagnóstico de gestación y mantenerse separadas hasta que vuelvan a entrar a pastos. La desnutrición durante la gestación en novillas de primer parto puede conllevar a una mayor incidencia de distocia debido a la falta de peso y tamaño, debilidad al tiempo del parto, calostro insuficiente, terneros débiles al nacimiento y una alta incidencia de anestros posparto prolongados, lo que lleva a un alto porcentaje de vacías que necesitarán desviejarse. Por tanto, las novillas preñadas deberían alimentarse y manejarse separadamente de las vacas y deberían estar en un plano nutritivo más alto que las vacas. Este tratamiento puede aumentar levemente el peso del ternero al nacer, pero no aumentará las puntuaciones de distocia si las novillas paren en PCC 6-7. Las ideal es que las novillas se crucen 2-3 semanas antes que las vacas, y siempre deben cubrirse durante un periodo de tiempo más corto (~42 días) para asegurar que las que tienen la mayor fertilidad inherente se retengan en el rebaño. Esto también asegura que cualquier aumento en el periodo del anestro posparto después de su primer parto o de un parto quizá dificultoso no compromete sus posibilidades de ciclar y volver a cubrirse junto con el rebaño principal de vacas.