Las vacunaciones previas a la cubrición deberían completarse ~4 semanas antes del comienzo de las cubriciones y se deberían basar en patrones locales de enfermedad y los requerimientos estatales o nacionales. Las hembras de reposición deberían vacunarse con las mismas vacunas que se dan a las hembras adultas antes de la cubrición.
Las vacunas previas a los partos están dirigidas a proteger al ternero neonato mediante la transferencia de inmunidad por el calostro. Las inmunizaciones más comunes son las que ofrecen protección contra algunas de las causas infecciosas de diarrea en terneros neonatos. Otros se basan en patrones locales de enfermedad. Muchas de estas vacunas tienen resultados variables cuando se usan en condiciones de campo y no deben usarse en sustitución de excelentes prácticas de manejo.
El predestete es una intervención importante que puede ayudar a preparar a los terneros para el estrés del destete y reduce la posibilidad de que dicho estrés pueda comprometer la eficacia de los productos biológicos. Las vacunas más comunes incluidas son contra clostridios y el complejo de enfermedad respiratoria bovina (ERB). También se debe administrar un antihelmíntico de amplio espectro en este momento, porque es casi seguro que los terneros que han estado en pastoreo han estado expuestos a parásitos internos. Al destete, se debería aplicar una segunda vacunación para aquellos productos que recomienden dos inyecciones. Se pueden administrar en esta fase productos de virus vivos modificados (VVM). No están indicadas otras vacunaciones clostridiales si los terneros se vacunaron previamente en la crianza y el destete. En las zonas donde la brucelosis esté bajo control de las autoridades, se debería realizar una vacunación adecuada de las novillas en los rangos de edad estipulados.
Los toros deben recibir las mismas vacunas que el rebaño de vacas y terneros, con algunas excepciones. Los toros no deben vacunarse contra la brucelosis. En algunos países, como EE. UU., la vacuna de la tricomoniasis actualmente tampoco está aprobada para el uso en toros. Se recomienda precaución con las vacunas de virus vivos modificados para la rinotraqueítis infecciosa bovina, ya que este virus puede reaparecer en los toros y excretarse en el semen; siempre se debe preguntar al veterinario de los servicios técnicos del fabricante si esto es una preocupación. Además, si se utiliza la vacuna de virus vivos modificados para la rinotraqueítis infecciosa bovina, el envío de semen a otros países puede verse comprometido.