Las vacas y las novillas deben trasladarse desde los campos de invierno a la zona de partos 2-3 semanas antes de que comience la época. Deben ordenarse por grupos basándose en la fecha estimada de parto. Esta fecha puede determinarse en el momento del examen de gestación, cuando las vacas y novillas se agrupan por la duración estimada de la gestación. La separación del rebaño en grupos permite la observación detallada de un número más pequeño de vacas o novillas que están próximas a parir y puedan, potencialmente, necesitar ayuda.
Las vacas y novillas deben observarse para asegurar que aceptan y crían a sus terneros. Especialmente las novillas tienen riesgo de rechazar al ternero, con lo que se incrementa el riesgo de enfermedades en este. Si las novillas no aceptan a sus terneros y realizan su cuidado en un periodo corto, deben llevarse a una zona donde se las sujete con el fin de que el ternero pueda mamar. Las novillas que experimentan distocia y asistencia humana durante el parto tienen mayor riesgo de rechazar a sus terneros. Las vacas o vaquillas que tienen dificultad en el parto o los cuidados posteriores se deben trasladar a la sala de partos para ayudarlas y monitorizarlas.
Después de que una vaca o novilla haya parido, la pareja vaca-ternero debe trasladarse fuera del área de parto a un pasto de cría durante las 24 horas siguientes. Cuando la pareja está constituida y se ha producido la transferencia pasiva, el traslado a una zona de cría con menos densidad de población minimiza las tasas de infección. Los terneros enfermos deben sacarse de la zona de pastos de cría sanos y llevarse al establo para tratarlos. Después de entrar en la nave de partos, una pareja debe ir a una enfermería de alto riesgo separada en lugar de al pasto general. Los terneros de alto riesgo que están en esta zona se pueden vigilar con más facilidad y se les puede tratar más rápidamente. La separación de estos terneros de alto riesgo también evita la exposición del resto del rebaño. Los terneros enfermos no deben devolverse al área de criadero general. El instrumental debe desinfectarse a fondo entre terneros para evitar la transferencia de agentes infecciosos de ternero a ternero.