Para lograr la máxima fertilidad, los carneros deben ser examinados físicamente por su aptitud reproductiva antes de la monta para detectar cualquier anomalía que pueda afectar a la capacidad reproductiva. El escroto y su contenido, el pene y el prepucio deben examinarse cuidadosamente. El tamaño y la simetría de ambos testículos y epidídimos debe evaluarse, y deben palparse firmemente ambos testículos para valorar su consistencia y resiliencia.
Cualquier lesión palpable, especialmente del epidídimo, debe considerarse como potencialmente contagiosa (p. ej., Brucella ovis, Histophilus somni y Actinobacillus seminis). Antes de iniciar un programa de prueba y erradicación de los carneros infectados, deben realizarse pruebas adecuadas para establecer un diagnóstico en el rebaño. El semen se puede recoger y evaluar para seleccionar sementales potenciales, especialmente en sistemas de emparejamiento con un solo semental. Todos los procedimientos de selección se deben realizar 6-8 semanas antes de las cubriciones para permitir algún cambio en el manejo del grupo de moruecos o para adquirir sustitutos para los moruecos no válidos.
La alimentación suplementaria de los moruecos puede comenzar 6 semanas antes de la monta. El grano rico en proteína, sobre todo altramuces, incrementa el tamaño testicular y el número de células en las capas germinales del testículo, dando lugar a una mayor producción de esperma. Sin embargo, los niveles de proteína en la dieta >14 % se han asociado con balanopostitis infecciosa debida a Corynebacterium renale.
La actividad de monta puede controlarse usando arneses marcadores en los moruecos y cambiando el color de los lápices de cera cada 14-17 días. Cuando se han marcado menos ovejas de las esperadas, debe sospecharse una libido deficiente de los carneros, un número insuficiente de carneros para montar el rebaño de ovejas o anestro. Cuando las ovejas se marcan en serie con colores diferentes puede sospecharse fallo de concepción o muerte embrionaria precoz.
La proporción de carnero por oveja varía con la raza, la madurez del carnero y si se practica la sincronización o la inducción del celo. Las proporciones de 1:40 son comunes en los rebaños de granja, pero se puede lograr una fertilidad excelente con una proporción mayor si se usan carneros de razas prolíficas (p. ej., Landrace Finlandesa). Para el efecto macho, la proporción debe ser 1:20; para la sincronización del celo, 1:10 a 15 (en temporada); y para la inducción del estro (fuera de temporada), 1:5 a 1:7.
La duración de la exposición de los machos durante la estación ovulatoria debe limitarse a dos o tres ciclos para acortar el periodo de partos para optimizar el manejo de los partos y la supervivencia de los corderos. Se puede lograr una fertilidad excelente con una exposición reproductiva de 35-42 días (2-2½ ciclos). La baja fertilidad indica un problema con el manejo de la reproducción. Se debe evitar la dispersión del grupo durante la reproducción, pero esto no debe afectar a la manipulación normal. Debido a que las ovejas más jóvenes presentan periodos de celo más cortos y menos intensos, es mejor cubrirlas por separado de las ovejas más viejas con carneros adultos con experiencia, aunque no necesariamente más viejos.
Recolección del semen de carnero
Para la recogida de semen de carnero se suele usar la vagina artificial. Esta se prepara para la recogida introduciendo agua tibia (40-55 °C) y aire entre la cubierta exterior y la suave manga interior, lubricando con vaselina el extremo por donde se introducirá el pene y fijando el recipiente recolector graduado en el otro extremo. Los carneros aprenden rápidamente a montar a una oveja inmovilizada, y, en este caso, la intromisión del pene y eyaculación son muy rápidas.
El segundo método de recogida de semen es por electroeyaculación, para el cual se mantiene al macho en decúbito lateral. El electrodo bipolar lubricado se inserta en el recto. El pene retirado se coge con un trozo de gasa para facilitar la inserción del glande dentro de un tubo de recolección calibrado de 10-15 cm de diámetro. La eyaculación suele producirse después de breves estimulaciones eléctricas; cuando la expulsión del semen parece incompleta puede ser útil "exprimir" la uretra. La electroeyaculación es menos fiable que la vagina artificial; las muestras varían en calidad y pueden estar contaminadas con orina.
El volumen del semen recogido con la vagina artificial es 0,5-1,8 mL, y la concentración de espermatozoides es 2,5-6 × 109/mL. El semen obtenido por el método eléctrico suele ser de mayor volumen, pero con menor concentración.
Evaluación del semen de carnero
Inmediatamente después de la recogida, el semen se clasifica según su grado de contaminación, volumen, concentración de espermatozoides y motilidad espermática (movilidad en ondas y progresión espermática).
Extensión del semen de carnero
El semen puede procesarse por extensión o dilución, embalaje y almacenado. El semen puede diluirse en una proporción de 5:1, según la concentración inicial, el método de procesamiento y almacenado, y de si el semen será utilizado fresco, refrigerado o congelado-descongelado. La mayoría de los diluyentes de semen contienen Tris, yema de huevo y crioprotectores como el glicerol. Los concentrados de diluyentes comerciales contienen crioprotectores y requieren la adición de yema de huevo y agua de doble destilación. Estos diluyentes pueden usarse tanto para semen fresco como congelado.
Los diluyentes de semen fresco y congelado son la leche de vaca entera, desnatada o reconstituida, calentada al baño maría a 92-95 °C durante 8-10 min para inactivar cualquier factor tóxico, y la yema de huevo-glucosa-citrato (15 % de yema de huevo, 0,8 % de glucosa [anhidra], 2,8 % de citrato sódico dihidrato en agua destilada). La adición de Tris o glicerol mejora la supervivencia de los espermatozoides en el semen congelado-descongelado. La reconstitución de semen descongelado con plasma fresco seminal mejora su capacidad fertilizante cuando se usa en inseminación intracervical pero no en inseminación intrauterina.
El número de espermatozoides móviles y el volumen para inseminar la oveja dependen del lugar de inseminación y del método de tratamiento. Para la inseminación vaginal, se utilizan 0,3-0,5 mL con 300 millones de espermatozoides móviles; para la inseminación cervical se usan 0,05-0,2 mL con 100, 150 y 180 millones de espermatozoides de semen fresco, almacenado líquido y almacenado congelado, respectivamente. La inseminación intrauterina producida por laparoscopia necesita 0,08-0,25 mL por cuerno uterino (con un total de 20 millones de espermatozoides móviles).
Almacenamiento de semen de carnero
El semen de morueco puede almacenarse hasta 24 h enfriándolo diluido a 2-5 °C durante 90-120 min y manteniéndolo a esta temperatura. La fertilidad disminuye rápidamente y es baja alrededor de las 48 horas después de la recogida.
La congelación y el almacenamiento del semen de carnero en pellets de tres dosis de 0,25-0,3 mL, o pajuelas monodosis de 0,25 mL, a la temperatura del nitrógeno líquido (196 °C) tiene éxito para mantener el esperma viable, pero puede haber variación de la motilidad y la fertilidad entre carneros y lotes de semen procesados. El uso de semen descongelado tiene como resultado una fertilidad del 50 % con inseminación cervical y de un 50-80 % con inseminación intrauterina.
La congelación-descongelación reduce el número de espermatozoides con motilidad. El frío da lugar a cambios en la membrana que reducen la longevidad del semen. Los cambios de membrana son similares a la capacitación y la reacción del acrosoma, y los espermatozoides afectados están así preparados para fertilizar ovocitos. El plasma seminal fresco mitiga los efectos de algunos de los cambios que se dan durante la capacitación.