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Manejo de la reproducción de perros y gatos

PorAutumn P. Davidson, DVM, MS, DACVIM
Última revisión/modificación ago 2020

Perros

Las perras pueden cruzarse de forma natural o inseminarse artificialmente utilizando semen fresco, refrigerado y transportado, o congelado-descongelado. La práctica del control cronológico de la ovulación se ha vuelto cada vez más deseable para los criadores. Los propietarios de perros sementales populares suelen permitir un número limitado de montas (por lo general dos), y pueden tener que seleccionar a las perras en función del momento del ciclo en que se encuentran. Los propietarios de perras desean reducir el tiempo de viaje hasta el lugar donde está alojado el semental. El abordaje de las hembras en temporada puede reducirse con la identificación de su periodo fértil óptimo de 4 días. El uso de semen refrigerado y congelado, así como de machos subfértiles, requiere el momento justo de la ovulación para conseguir una concepción óptima.

El momento adecuado de la ovulación permite una evaluación precisa de la duración de la gestación (importante para programar cesáreas electivas) y es esencial en la evaluación de la infertilidad aparente en las perras. Además, el tamaño de la camada se optimiza con montas programadas adecuadamente. El semen canino fresco puede vivir en la vagina durante más de 9 días, lo que explica por qué las montas pueden dar lugar a la concepción incluso fuera de la ventana fértil. Las fechas de reproducción no se correlacionan estrechamente con la duración de la gestación por esta razón (58-72 días después de la cópula).

Un conocimiento profundo del ciclo reproductivo canino es esencial. (También ver Enfermedades reproductivas de las hembras de pequeños animales.) Las perras normales pueden variar del promedio, pueden presentarse en momentos variables durante su ciclo estral para su evaluación o pueden tener anomalías reales de sus ciclos. Cada uno de estos casos requiere interpretación veterinaria. El ciclo reproductivo canino normal se divide en cuatro fases, cada una con sus características de conducta, físicas y de perfiles hormonales, aunque hay una variación considerable. Las perras con ciclos estrales normales, pero con patrones inusuales, se deben diferenciar de aquellas que presentan alteraciones verdaderas. La detección de variaciones individuales dentro del rango normal en perras fértiles es crucial para el éxito del manejo de la cubrición. La evaluación del ciclo estral para detectar alteraciones verdaderas es una parte importante de la evaluación de las perras aparentemente infértiles, muchas de las cuales no se han realizado con precisión o han sido cruzados con una monta deficiente o con un macho subfértil.

El examen celular del epitelio superficial de la vagina puede proporcionar información sobre la fase del ciclo estral. Es importante hacerlo con una técnica apropiada, ya que, de esta manera, las células obtenidas son representativas de los cambios hormonales que están ocurriendo. Se debe tomar una muestra de la parte craneal de la vagina; las células de la fosa del clítoris, del vestíbulo o de la vagina caudal no son indicativas de la etapa del ciclo.

La citología vaginal es una herramienta poderosa para el clínico que realiza la sincronización de la ovulación. Existen tres tipos principales de células epiteliales vaginales informativas debido a que la pared vaginal responde a los estrógenos:

  • Células parabasales: células pequeñas y redondas con núcleos grandes. Poca o ninguna influencia de los estrógenos. Caracterizadas como "Cheerios" (marca de cereales en forma de anillo).

  • Células intermedias: células medianas ovales con más citoplasma y núcleos más pequeños, lo que indica una influencia temprana de los estrógenos. Caracterizado como "huevos fritos".

  • Células superficiales: células grandes con bordes citoplasmáticos angulares y núcleos picnóticos o ausentes, que indican que se han alcanzado niveles máximos de estrógenos y son características del periodo fértil, que se define mejor mediante pruebas seriadas de progesterona +/- LH. Esta prueba hormonal debe comenzar cuando la citología vaginal es >70 % de células superficiales.

La citología vaginal también se puede realizar en la gata; las células transicionales son similares con la excepción de que las células superficiales permanecen nucleadas. Las muestras de citología vaginal en la gata deben obtenerse mediante lavado con solución salina de la vagina como se ha descrito anteriormente para la recolección de semen, no usando un hisopo como en las perras, para evitar estimular la ovulación inadvertidamente.

El ciclo estral en perras

Por lo general, el intervalo entre estros es de 4-13 meses, con una media de 7 meses. La fase de anestro está marcada por la inactividad del ovario, la involución uterina y la reparación del endometrio. Una perra en anestro ni es atractiva ni receptiva para los machos. No hay descarga vulvar aparente y la vulva es de tamaño pequeño. En la citología vaginal predominan las células parabasales pequeñas, con neutrófilos ocasionales y un número pequeño de bacterias extracelulares mixtas. La apariencia endoscópica de los pliegues de la mucosa vaginal es lisa, fina y rosada.

Los mecanismos fisiológicos que determinan el final del anestro no se conocen bien, pero el deterioro de la función luteínica y la disminución de la secreción de prolactina parecen ser condicionantes previos. El final del anestro está marcado por un aumento de la secreción pulsátil de las gonadotropinas hipofisarias, de la hormona foliculoestimulante (FSH) y de la hormona luteinizante (LH), inducidas por la hormona liberadora de gonadotropina (la GnRH). La GnRH hipotalámica se libera de forma pulsátil, su secreción intermitente es una necesidad fisiológica para la liberación de gonadotropina. Durante el anestro, los niveles medios de la FSH están moderadamente incrementados y los de la LH están ligeramente elevados. Al final del anestro, la liberación pulsátil de LH se incrementa y causa la génesis folicular proestral. Al final del anestro, las concentraciones de estrógenos son basales (2-10 pg/mL) y las de progesterona están en el nadir (<1 ng/mL). El anestro suele durar 1-6 meses.

Durante el proestro las perras atraen a los machos, pero todavía no son receptivas para la monta, aunque pueden volverse más juguetonas. Aparece descarga vulvar de serosanguinolenta a hemorrágica de origen uterino, y la vulva está aumentada levemente. La citología vaginal muestra un cambio progresivo de células parabasales a células intermedias de tamaños variables, células superficiales intermedias y, finalmente, células epiteliales superficiales, que reflejan el grado de influencia estrogénica. Por lo general, hay eritrocitos, pero no siempre están presentes. Endoscópicamente, los pliegues de la mucosa vaginal aparecen edematosos, rosados y redondos.

Los niveles de FSH y LH son bajos durante la mayor parte del proestro, y aumentan durante la fase preovulatoria. Bajo la influencia del aumento de los niveles de estrógeno, el número de capas que componen el epitelio vaginal se incrementa de manera drástica, presumiblemente para proteger la vagina durante la copulación. Los estrógenos aumentan por encima de los niveles basales del anestro (2-10 pg/mL) a niveles de (50-100 pg/mL) al final del proestro, mientras que la progesterona se mantiene a concentraciones basales (<1 ng/mL) hasta que aumenta en el pico de LH (2-4 ng/mL). El proestro dura de 3 días a 3 semanas, con una media de 9 días. La fase folicular del ciclo ovárico coincide con el proestro y el inicio del estro.

Durante el estro, la perra sana es receptiva o permite la monta con un comportamiento pasivo. Este comportamiento se correlaciona con la disminución de estrógenos en sangre y con el aumento de los niveles de progesterona. La descarga vulvar serosanguinolenta o hemorrágica puede disminuir en distinto grado. El edema vulvar tiende a ser máximo. En la citología vaginal, siguen predominando las células superficiales; los eritrocitos tienden a disminuir pero pueden persistir en todo momento. Los pliegues de la mucosa vaginal se van arrugando progresivamente a la vez que la ovulación y la maduración del oocito. Los niveles de estrógenos disminuyen marcadamente, después del pico de LH, a niveles variables, mientras que los niveles de progesterona aumentan a ritmo constante (por lo general 4-10 ng/mL en la ovulación) y marcan la fase luteal del ciclo ovárico. El estro dura de 3 días a 3 semanas, con una media de 9 días. El comportamiento del estro puede preceder o seguir el pico de LH, y su duración es variable y puede no coincidir con precisión con el periodo fértil. Los oocitos primarios ovulan 2-3 días después del pico de LH y la maduración del oocito se observa 2-3 días más tarde; la vida útil de los oocitos secundarios es de 2-3 días.

Durante el diestro, la perra sana se vuelve refractaria a la cubrición, con una disminución de la atracción de perros machos. La descarga vulvar disminuye y el edema se resuelve lentamente. La citología vaginal se altera bruscamente con la reaparición de células epiteliales parabasales y, a menudo, de neutrófilos, lo que se conoce como cambio al diestro. El aspecto de los pliegues de la mucosa vaginal se vuelve aplanado y flácido. Los niveles de estrógenos son variablemente bajos y los de progesterona suben de forma constante hasta un pico de 15-80 ng/mL antes de disminuir progresivamente al final del diestro. La secreción de progesterona depende de la secreción hipofisaria de LH y prolactina. Bajo la influencia de los niveles elevados de progesterona se dan la proliferación del endometrio y la quiescencia del miometrio.

El diestro suele durar 2-3 meses en ausencia de gestación. La gestación termina con el parto unos 64-66 días después del pico de LH. La prolactina en sangre aumenta de un modo recíproco a la disminución de las concentraciones de progesterona al final del diestro o gestación, y alcanza concentraciones mucho más altas durante la gestación. Los conductos mamarios y los tejidos glandulares se incrementan en respuesta a las concentraciones de prolactina.

La citología vaginal puede confirmar cuándo las hembras están en celo e indicar cuándo deben comenzar las pruebas seriadas de hormonas (LH +/- progesterona). Después de la citología hasta el primer día del diestro (cambio al diestro) se pueden calcular las fechas de parto (56-58 días después) con precisión.

Hormona luteinizante en el manejo reproductivo de perros y gatos

Al final de la fase folicular del ciclo estral, aparece un aumento notable de la LH por encima de los valores basales en 24-48 h, seguido del retorno a valores normales. Se cree que este aumento repentino responde a la disminución de estrógenos en sangre y al aumento de los niveles de progesterona. La oleada de LH desencadena la ovulación, que constituye el fenómeno endocrino principal en el ciclo reproductivo de la perra.

La determinación diaria seriada de LH es una técnica precisa para determinar el momento para la monta, ya que de este modo se identifica la fecha exacta del pico de LH. Hay equipos semicuantitativos asequibles, válidos para realizar en casa la medición de los niveles de LH séricos en la perra, para identificar el pico de LH preovulatorio y, de esta forma, precisar el momento de la ovulación y el periodo fértil. Se deben obtener muestras de sangre diariamente (aproximadamente a la misma hora) para medir la LH, ya que el pico de LH tiene una duración de solo 24 h en muchos perros. Los equipos están sujetos a una interpretación variable, por eso es preferible que sea la misma persona la que lo realice. La prueba de progesterona siempre debe realizarse simultáneamente en caso de que se pierda el pico de LH.

Progesterona en el manejo reproductivo de perros y gatos

Los niveles de progesterona comienzan a aumentar aproximadamente en el momento del pico de LH (previo a la ovulación). El aumento de la progesterona actúa sinérgicamente con el descenso de los estrógenos y disminuye el edema de vulva y vagina, que puede observarse como crenulación durante el examen vaginoscópico. Hay pocos más signos clínicos observables. Mediante muestras de sangre seriadas realizadas cada 2 días se puede identificar el aumento inicial de la progesterona (por lo general >1,5-2,5 ng/mL), que se correlaciona con el pico de LH. La prueba de progesterona quimioluminiscente se considera el estándar de oro. También hay disponibles varios equipos semicuantitativos de uso doméstico.

No existe un solo valor absoluto de progesterona estrechamente relacionado con un estadio particular del ciclo. La progesterona es de 0,8-3 ng/mL en el pico de LH, de 1-8 ng/mL en la ovulación y de 4-20+ ng/mL durante el periodo fértil. No obstante, si se obtienen valores cuantitativos seriados precisos de progesterona, el pico de LH puede estimarse el mismo día que se observa un aumento significativo de la progesterona sérica por encima del nivel basal. Aunque esto no es tan preciso como la identificación del pico de LH por ensayos, la estimación mediante la progesterona en sangre sigue siendo muy útil y, frecuentemente, está más disponible, es más conveniente y menos costoso.

Utilización de la evaluación hormonal para programar la cubrición en perros y gatos

Se debe aconsejar a los propietarios de animales reproductores para que avisen al veterinario cuando una perra que va a cruzarse está en celo, sobre la base de la descarga vaginal o del hecho de que atraiga a los machos. Hasta los propietarios más astutos puede que no noten el verdadero inicio del proestro hasta pasados varios días. El inicio del proestro debe documentarse con la ayuda de una citología vaginal (<50 % de células cornificadas/superficiales). La concentración basal de progesterona (por lo general 0-1 ng/mL) puede informarnos si el inicio verdadero del ciclo es desconocido. La citología vaginal debe realizarse cada 2-3 días hasta que estén presentes >70 % de células superficiales. En este punto, deben comenzar los ensayos hormonales seriados. Para los cruces rutinarios, las pruebas de progesterona deben hacerse cualquier otro día, hasta que la progesterona aumente >1,5 ng/mL. El día del aumento inicial de progesterona >1,5-2,5 ng/mL se identifica como "día 0". Las montas se aconsejan entre los días 3 y 6. Se debe administrar una progesterona adicional en 2-3 días para comprobar que las concentraciones son >5 ng/mL, lo que confirma la ovulación.

Cuando se necesita saber con mayor precisión el momento (p. ej., inseminación con semen congelado o refrigerado, casos de infertilidad, perros subfértiles), se recomienda la medición de LH. La sangre se puede extraer diariamente, procesar y conservar, mientras que la prueba de progesterona se realiza cada 48 horas. Una vez que se determina el aumento inicial de la progesterona, el suero de la misma fecha puede analizarse para el pico de LH (> 1 UI/L), confirmando el "día cero". La citología vaginal puede continuarse hasta que se identifique el cambio al diestro, lo que proporciona una evaluación retrospectiva de la monta recién completada. El pico de LH debería haberse producido 7-9 días antes.

Los cruces naturales o la IA con semen fresco se pueden realizar durante los días 3-6; por lo general, se recomiendan dos montas. La inseminación con semen refrigerado debe efectuarse en los días 4 y 6, o 3 y 5. Los días elegidos dependen de las posibilidades de envío y de los horarios de todas las partes implicadas. Las inseminaciones con semen congelado deben practicarse los días 5 o 6.

La vaginoscopia puede realizarse durante todo el ciclo, adjunta a la citología vaginal y a las pruebas hormonales; especialmente cuando se evalúa un ciclo inusual. La mucosa vaginal cambia de edematosa a crenulada (aspecto plano y arrugado) durante el periodo fértil. También se debe realizar el comportamiento y otras observaciones (interés del semental). La cronología de la ovulación es más exacta cuando se tiene información de varias pruebas (citologías vaginales, vaginoscopias y pruebas de medición de progesterona y LH).

Inseminación artificial en el manejo reproductivo de pequeños animales

La inseminación artificial es cada vez más frecuente en la reproducción canina y permite el uso de semen expedido, la asistencia de machos geriátricos o subfértiles, la cubrición de hembras dominantes y el avance de una tecnología reproductiva como el depósito intrauterino de semen. La inseminación artificial puede realizarse con semen fresco, refrigerado o congelado. Todos los instrumentos deben lavarse y estar libres de cualquier contaminación química. Después de que el semen se ha recogido y evaluado, puede depositarse en la vagina craneal de la perra usando una pipeta rígida de inseminación, de longitud apropiada, o en el útero por medio de una cateterización transcervical. El acceso al útero por laparoscopia o laparotomía es menos deseable debido a la invasividad y la necesidad de anestesia.

El semen (la segunda fracción) puede diluirse con preparados y refrigerarse para su uso posterior (dentro de las 48 h de la recogida) o diluirlo y congelarlo en tanques de nitrógeno (en pajuelas o granulados) para su almacenamiento a largo plazo. Los diluyentes usados más a menudo son los de yema de huevo tamponados con fosfato o diluyente tamponado con Tris; hay muchos diluyentes comerciales disponibles. El semen refrigerado debe calentarse para su evaluación antes de emplearse. El semen congelado debe descongelarse siguiendo las indicaciones del centro de criopreservación, debe evaluarse e inseminarse inmediatamente. Los perros deben examinarse para Brucella canis cuando el semen se recoge para criopreservación.

Gatos

La gata debe ser llevada al macho cuando muestre signos de celo, ya desde el segundo día. El área de monta debe ser familiar para el macho, tranquila, con buenos suelos y con un mínimo de interferencia, siempre que permita la observación. El cortejo no debe interrumpirse a menos que exista preocupación por la seguridad de cualquiera de los dos animales. Se ha observado que ciertos gatos copulan hasta el punto del agotamiento, pero las gatas suelen pasar por un periodo de revolcado y aseo tras una cópula y no permiten que el macho las vuelva a montar durante un cierto tiempo.

Como la ovulación se induce por el estimulo vaginal-cervical, se aconsejan cópulas múltiples durante 2-3 días. Los periodos de separación entre las cópulas evitan el agotamiento y reducen las posibilidades de peleas. El estrés por transporte puede afectar a las funciones reproductivas de las gatas nerviosas. La evaluación de la preñez se realiza a los 21-30 días después de la monta por palpación abdominal y ecografía.

Para más información

  • Consulte también la información para propietarios sobre la cría y reproducción de perros y gatos.