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Manipulación del ciclo estral en perros y gatos

PorAutumn P. Davidson, DVM, MS, DACVIM
Revisado/Modificado ago 2020

    El ciclo estral de la perra y de la gata no se manipula tan fácilmente como en otras especies. La mayoría de los protocolos no se basa en estudios controlados, por lo que no se recomienda la manipulación del ciclo estral en individuos reproductores valiosos. Aunque se puede retrasar el comienzo de un ciclo dado, el retorno al ciclo normal varía mucho. La inducción del celo es posible en las perras con anestro tardío usando inhibidores de la prolactina (p. ej., bromocriptina, cabergolina). Se prefiere la cabergolina porque se observan menos efectos secundarios gastrointestinales.

    La ovariohisterectomía u ovariectomía es el mejor método para prevenir el estro en perros y gatos. No se aconseja la supresión a largo plazo del celo mediante el uso de andrógenos, ya que no está documentado que sea seguro en perras reproductoras, aunque existen muchas opiniones anecdóticas. Los efectos secundarios comunes son el proestro avanzado, hipertrofia del clítoris, vaginitis (especialmente en perras prepúberes), aumento de la actividad de las glándulas sebáceas cutáneas, epífora leve y alteraciones en los estudios de la función hepática. Después de suspender el tratamiento, el retorno al estro es de ~70-90 días, pero variable. Se han publicado tasas de concepción normales para el segundo ciclo después del tratamiento. Si se administran a perras gestantes, los andrógenos sintéticos inducen anomalías graves en el desarrollo del sistema urogenital de los cachorros hembras. La seguridad y la eficacia de la testosterona inyectable, que se suele utilizar en galgos de carrera, no está respaldada por estudios controlados y no es aconsejable. Los andrógenos no se deben administrar a las gatas.

    El uso de acetato de megestrol, un progestágeno sintético, no es recomendable en hembras reproductoras, debido a que provoca mayor riesgo de hiperplasia endometrial quística y piometra, así como por otros efectos adversos (p. ej., hiperplasia y neoplasia mamaria, hiperglucemia secundaria a resistencia a la insulina y efecto rebote de hiperprolactinemia y lactancia).

    La supresión a través de la regulación a la baja (e inducción) de los ciclos estrales mediante el uso de implantes sintéticos de GnRH se ha descrito en las perras; puede tener éxito, pero los productos no están disponibles universalmente. La inducción del celo en la perra puede lograrse con inhibidores orales de la prolactina (cabergolina 2,5-5 mcg/kg/día); debe preceder a la inducción un anestro de al menos 2 meses de duración.

    La ovulación se puede inducir en las gatas en celo físicamente o, mejor, hormonalmente, para producir una fase luteal (diestro o metaestro) de ~45 días. Los métodos físicos son cópula con gatos vasectomizados (muy eficaz) o la inserción de un hisopo o un rodillo de vidrio estériles en la vagina. Esto último debe repetirse varias veces para lograr los mejores resultados. Los métodos hormonales son la administración de 500 UI/gata de gonadotropina coriónica humana o 25 mcg/gata de GnRH. Ambos compuestos se administran, vía IM, una vez al día durante 2 días.