Las yeguas gestantes necesitan un ejercicio diario adecuado en un potrero o pasto. Todos los caballos que se mantengan juntos deben ser compatibles, lo que ayuda a reducir el estrés. Las vacunas y la desparasitación se deben realizar antes de la cubrición de la yegua, evitando las vacunaciones durante los primeros 90 días de gestación. En general, a excepción de la rinoneumonitis y posiblemente el botulismo, todas las vacunas deben evitarse hasta 30 días antes del parto. Treinta días antes del parto, la yegua debe recibir vacunas contra la encefalitis del Este, Oeste y la encefalitis por el virus del Nilo Occidental, así como contra el tétanos.
Durante los primeros 7 u 8 meses de gestación, la dieta rutinaria de pasto o heno y concentrado para mantener una buena condición corporal es todo lo que se necesita. Las yeguas demasiado delgadas al parir no ordeñan bien, y las yeguas demasiado gordas están sujetas a desarrollar laminitis o tener dificultades para parir.
Durante los últimos 3 meses de gestación, la yegua debe estar en un plano de nutrición gradual y creciente. El tamaño del feto aumenta significativamente durante el último trimestre y se puede esperar que el peso de la yegua aumente. Durante este tiempo, la yegua debe consumir heno de leguminosas o gramíneas de buena calidad y una ración concentrada de 12-14 % de proteína. Se puede esperar que una yegua que pese entre 454 y 544 kg aumente 68-90 kg durante el último trimestre con la dieta adecuada. Una puntuación de condición corporal de 6,5-7,5 es ideal para la mayoría de las yeguas gestantes al parir.
La yegua debe revisarse por si hay presencia de una operación de Caslick de la vulva, la cual debe abrirse si está presente. El proceso de parto es continuo, con el parto dividido en tres etapas. El estadio 1 puede durar de 1-4 h a medida que las contracciones uterinas aumentan en fuerza y frecuencia. El estadio 2 es el parto real del potro, que tarda de 5 a 15 min, a menos que haya complicaciones. El estadio 3 es el paso de las membranas fetales, debiendo producirse dentro de un periodo de 3 h. Si las membranas se retienen durante >3 h, es necesario el tratamiento veterinario porque puede producirse una sepsis grave o laminitis.
Algunas yeguas pueden presentar dolor abdominal después del parto y pueden ser útiles las dosis bajas de analgésicos. La placenta normal pesará ~4,5-5,4 kg o ~10 % del peso del potro al nacer, y debe inspeccionarse para asegurarse de que ha desaparecido por completo.
La yegua debe desparasitarse dentro de las 48 h posteriores al parto para reducir la exposición del potro a los parásitos. En el 90 % de los potros, el potro recién nacido suele ser esternal en 1 h, se pone de pie en 2 h y se amamanta en 3 h. El establo para partos debe tener al menos 4,3 × 4,3 m; un cubículo doble de 3,7 × 6,1 m es más apropiado. El box debe estar cubierto con paja o heno de tallo corto. Las virutas de madera son menos deseables debido a la posibilidad de que las virutas entren en las fosas nasales o la boca del potro y también contaminen el canal de parto de la yegua. El ombligo del potro recién nacido debe sumergirse en una solución diluida de clorhexidina (0,5 %) o povidona yodada (1 %) varias veces al día durante 2-3 días.
El paso del meconio puede facilitarse mediante el uso de un enema (se puede utilizar una vez agua tibia con jabón o un enema comercial de fosfato de sodio). Muchos potros no mamarán satisfactoriamente o con vigor hasta que el meconio haya desaparecido.
Los potros no tienen inmunidad al nacer y la adquieren a través de la ingestión de calostro. La absorción intestinal de anticuerpos calostrales se produce durante las primeras 24 h de vida. Lo ideal es que el potro se someta a una exploración física veterinaria completa cuando tenga ~12 h de edad, incluyendo la temperatura, la auscultación cardiaca y pulmonar, y la exploración de paladar hendido, costillas fracturadas o entropión. La evaluación de la concentración de IgG del potro es muy importante. Si la concentración sérica de IgG del potro es <800 mg/dL, es necesaria una transfusión IV de plasma.
Los potros deben monitorearse de cerca durante los primeros 7 días de vida. Un potro sano puede enfermar gravemente en cuestión de horas. La yegua y el potro deben permanecer en el box durante 24-48 h hasta que el potro sea lo suficientemente fuerte para seguir a la yegua al trote o al galope. Entonces la yegua y su cría pueden salir a un área pequeña para hacer ejercicio, lo cual es esencial. Poner una cabezada y manipular al potro durante la primera semana de vida preparará el escenario para el comportamiento del animal en el futuro.
Las yeguas que rechazan a sus potros suelen hacerlo inmediatamente después del nacimiento. Esto es más frecuente en yeguas primíparas; se deben controlar cuidadosamente para asegurar un vínculo apropiado y oportunidades seguras para amamantar al potro.